jueves, 1 de noviembre de 2012

Solemnidad de Todos los Santos - Del Señor es la tierra y lo que ella tiene


Santo(s) del día: Fiesta de todos los Santos, Santos no ejemplares

Oremos:
Dios omnipotente y eterno, que otorgas a tu Iglesia la alegría de celebrar, en esta solemnidad, los méritos y la gloria de todos los santos, concede a tu pueblo, por intercesión de todos estos hermanos nuestros, la abundancia de tu misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. 

Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan (7, 2-4. 9-14)
[2] Y vi a otro ángel que subía del oriente, y llevaba el sello de Dios vivo. Con voz fuerte gritó a los cuatro ángeles a los que se les había encargado hacer daño a la tierra y al mar,
[3] diciéndoles: -¡No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en la frente a los siervos de nuestro Dios!
[4] Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
[9] Después de esto, en la visión, apareció una gran multitud que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie ante el trono y ante el Cordero, vestidos con túnicas blancas, y con palmas en las manos,
[10] que gritaban con fuerte voz: -¡La salvación viene de nuestro Dios, que se sienta sobre el trono, y del Cordero!
[11] Y todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivos, y cayeron sobre sus rostros ante el trono y adoraron a Dios,
[12] diciendo: -Amén. La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza pertenecen a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
[13] Entonces uno de los ancianos intervino y me dijo: -Éstos que están vestidos con túnicas blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?
[14] -Señor mío, tú lo sabes -le respondí yo. Y me dijo: -Estos son los que vienen de la gran tribulación, los que han lavado sus túnicas y las han blanqueado con la sangre del Cordero.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 23 + Esta es la clase de hombres que te buscan, Señor. 
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre los ríos.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso.
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (3, 1-3)
[1] Mirad qué amor tan grande nos ha mostrado el Padre: que nos llamemos hijos de Dios, ¡y lo somos! Por eso el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.
[2] Queridísimos: ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como es.
[3] Todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica para ser como él, que es puro.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 1-12) + Gloria a ti, Señor.
[1] Al ver Jesús a las multitudes, subió al monte; se sentó y se le acercaron sus discípulos;
[2] y abriendo su boca les enseñaba diciendo:
[3] -Bienaventurados los pobres de espíritu, porque suyo es el Reino de los Cielos.
[4] »Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados.
[5] »Bienaventurados los mansos, porque heredarán la tierra.
[6] »Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque quedarán saciados.
[7] »Bienaventurados los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia.
[8] »Bienaventurados los limpios de corazón, porque verán a Dios.
[9] »Bienaventurados los pacíficos, porque serán llamados hijos de Dios.
[10] »Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque suyo es el Reino de los Cielos.
[11] »Bienaventurados cuando os injurien, os persigan y, mintiendo, digan contra vosotros todo tipo de maldad por mi causa.
[12] Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo: de la misma manera persiguieron a los profetas de antes de vosotros.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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