jueves, 29 de noviembre de 2012

Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora


Santo(s) del día: San Saturnino de Tolosa

Oremos:
Enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu amor a fin de que, amándote en todo y sobre todo, podamos obtener aquellos bienes que no podemos nosotros ni siquiera imaginar y has prometido tú a los que te aman.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan (18, 1-2. 21-23; 19, 1-3. 9)
[1] Después de esto vi a otro ángel que bajaba del cielo, con gran poder, y la tierra quedó iluminada con su claridad.
[2] Y gritó con fuerte voz: -¡Cayó, cayó la gran Babilonia y se convirtió en morada de demonios, en guarida de todo espíritu impuro y en refugio de toda bestia inmunda y odiosa,
[21] Un ángel poderoso levantó una piedra como una gran muela de molino y la arrojó al mar diciendo: -Con tal ímpetu será arrojada Babilonia, la gran ciudad, y ya nunca más se la encontrará.
[22] La música de los citaristas y de los cantores, de los flautistas y la de los que tocan la trompeta ya no se oirá más en ti. Ningún artesano de ningún oficio se encontrará en ti jamás, ni el rumor de la muela del molino se oirá nunca en ti.
[23] No lucirá jamás en ti la luz de la lámpara, ni se oirá ya más la voz del esposo y de la esposa, porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra, y todas las gentes se extraviaron con tus hechicerías.
[1] Después de esto oí como la fuerte voz de una inmensa muchedumbre en el cielo, que decía: «¡Aleluya! ¡La salvación, la gloria y el poder son de nuestro Dios;
[2] sus juicios son verdaderos y justos, pues condenó a la gran ramera, que corrompía la tierra con su prostitución, y vengó en ella la sangre de sus siervos!»
[3] Por segunda vez dijeron: «¡Aleluya! ¡Su humareda sube por los siglos de los siglos!»
[9] Entonces me dijo: -Escribe: «Bienaventurados los llamados a la cena de las bodas del Cordero». Y añadió: -Éstas son palabras verdaderas de Dios.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 99 + Dichosos los invitados al banquete del Señor. 
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría y con júbilo entremos en su templo.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño.
Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos, alabando al Señor y bendiciéndolo.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 20-28) + Gloria a ti, Señor.
[20] »Cuando veáis a Jerusalén cercada por ejércitos, sabed que ya se acerca su desolación.
[21] Entonces los que estén en Judea huyan a los montes, y quienes estén dentro de la ciudad que se marchen, y quienes estén en los campos que no entren en ella:
[22] éstos son días de castigo para que se cumpla todo lo escrito.
[23] ¡Ay de las que estén encintas y de las que estén criando esos días! Porque habrá una gran calamidad sobre la tierra y habrá ira contra este pueblo.
[24] Caerán al filo de la espada y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que se cumpla el tiempo de los gentiles.
[25] »Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra angustia de las gentes, consternadas por el estruendo del mar y de las olas:
[26] y los hombres perderán el aliento a causa del terror y de la ansiedad que sobrevendrán a toda la tierra. Porque las" potestades de los cielos" se conmoverán.
[27] Entonces verán" al Hijo del Hombre que viene sobre una nube" con gran poder y gloria.
[28] »Cuando comiencen a suceder estas cosas, erguíos y levantad la cabeza porque se aproxima vuestra redención.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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