viernes, 30 de noviembre de 2012

San Andrés, Apóstol


Santo(s) del día: San Andrés Apóstol

Oremos:
Dios nuestro, tú que llamaste al Apóstol san Andrés para que fuera, aquí en la tierra, predicador del Evangelio y pastor de tu Iglesia, haz que sea siempre ante ti nuestro poderoso intercesor en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. 
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos (10, 9-18) 
[9] Porque si confiesas con tu boca: «Jesús es Señor», y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, te salvarás.
[10] Porque con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa la fe para la salvación.
[11] Ya que la Escritura dice: "Todo el que cree en él no quedará confundido".
[12] Pues no hay distinción entre judío y griego; porque uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que le invocan.
[13] "Porque todo el que invoque el nombre del Señor" "se salvará".
[14] ¿Pero cómo invocarán a Aquel en quien no creyeron? ¿O cómo creerán, si no oyeron hablar de él? ¿Y cómo oirán sin alguien que predique?
[15] ¿Y cómo predicarán, si no hay enviados? Según está escrito: "¡Qué hermosos los pies" "de los que anuncian la Buena Nueva!"
[16] Pero no todos obedecieron al Evangelio. Pues Isaías dice: "Señor, ¿quién creyó nuestro anuncio?"
[17] Por tanto, la fe viene de la predicación, y la predicación, a través de la palabra de Cristo.
[18] Pero digo yo: ¿es que no oyeron? Todo lo contrario: "A toda la tierra llegó su voz", "y hasta los confines del mundo sus palabras".
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 18 + El mensaje del Señor resuena en toda la tierra. 
Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día comunica su mensaje al otro día y una noche se lo transmite a la otra noche.
Sin que pronuncien una palabra, sin que resuene su voz, a toda la tierra llega su sonido y su mensaje hasta el fin del mundo.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (4, 18-22) + Gloria a ti, Señor. 
[18] Mientras caminaba junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón el llamado Pedro y Andrés su hermano, que echaban la red al mar, pues eran pescadores.
[19] Y les dijo: -Seguidme y os haré pescadores de hombres.
[20] Ellos, al momento, dejaron las redes y le siguieron.
[21] Pasando adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y Juan su hermano, que estaban en la barca con su padre Zebedeo remendando sus redes; y los llamó.
[22] Ellos, al momento, dejaron la barca y a su padre, y le siguieron.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.

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