sábado, 3 de noviembre de 2012

Santa María en sábado - Mi alma te busca a ti, Dios mío


Santo(s) del día: San Martín Porres

Oremos:
Señor, Dios nuestro, que condujiste a san Martín de Porres a la gloria celestial por un camino de trabajos humildes e ignorados, concédenos imitar sus ejemplos para que gocemos de tu vida en el cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los filipenses (1, 18-26) 
[18] Pero ¡qué importa! Con tal de que en cualquier caso -por hipocresía o sinceramente- se anuncie a Cristo, yo con eso me alegro; aún más, me seguiré alegrando,
[19] pues sé que me aprovecha para la salvación, gracias a vuestras oraciones y al auxilio del Espíritu de Jesucristo.
[20] Así es mi expectación y esperanza, de que en nada seré defraudado, sino que con toda seguridad, ahora como siempre, Cristo será glorificado en mi cuerpo, tanto en mi vida como en mi muerte.
[21] Porque para mí, el vivir es Cristo, y el morir una ganancia.
[22] Pero si vivir en la carne me supone trabajar con fruto, entonces no sé qué escoger.
[23] Me siento apremiado por los dos extremos: el deseo que tengo de morir para estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor,
[24] o permanecer en la carne, que es más necesario para vosotros.
[25] A la vista de esto último, estoy persuadido de que me quedaré y permaneceré con todos vosotros para vuestro provecho y gozo de la fe;
[26] para que conmigo, con ocasión de mi presencia de nuevo entre vosotros, aumente vuestro orgullo de ser de Cristo Jesús.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor.

Salmo 41 + Mi alma te busca a ti, Dios mío. 
Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti, Dios mío.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será posible ver de nuevo su templo?
Recuerdo cuando íbamos a casa del Señor, cantando, jubilosos, alabanzas a Dios.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (14, 1. 7-11) + Gloria a ti, Señor. 
[1] Un sábado, entró él a comer en casa de uno de los principales fariseos y ellos le estaban observando.
[7] Les proponía a los invitados una parábola, al notar cómo iban eligiendo los primeros puestos:
[8] -Cuando alguien te invite a una boda, no vayas a sentarte en el primer puesto, no sea que otro más distinguido que tú haya sido invitado por él
[9] y, al llegar el que os invitó a ti y al otro, te diga: «Cédele el sitio a éste», y entonces empieces a buscar, lleno de vergüenza, el último lugar.
[10] Al contrario, cuando te inviten, ve a ocupar el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó te diga: «Amigo, sube más arriba». Entonces quedarás muy honrado ante todos los comensales.
[11] Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


No hay comentarios:

Publicar un comentario