sábado, 24 de noviembre de 2012

Bendito sea el Señor, mi fortaleza


Santo(s) del día: San Andrés Dung-Loc

Oremos:
Dios y Padre nuestro, fuente y origen de toda paternidad, que a los bienaventurados mártires Andrés y sus compañeros les concediste ser fieles a la cruz de tu Hijo, por su intercesión te pedimos que también nosotros propaguemos tu amor entre nuestros hermanos y seamos dignos de contarnos entre tus hijos.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. 

Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan (11, 4-12) 
[4] "Ellos son los dos olivos y los dos candelabros que están en presencia del Señor de la tierra".
[5] Y si alguno quisiera hacerles daño, les saldrá fuego de la boca y devorará a sus enemigos; y si alguno quisiera hacerles daño, de la misma forma deberá morir.
[6] Ellos tienen el poder de cerrar el cielo para que no llueva durante los días de su profecía, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para afligir la tierra con toda suerte de plagas, cuantas veces quieran.
[7] Cuando concluyan su testimonio, la bestia que surge del abismo entablará combate contra ellos, los derrotará y los matará.
[8] Sus cadáveres quedarán en la plaza de la gran ciudad, la que simbólicamente se llama Sodoma o Egipto, donde también su Señor fue crucificado.
[9] Las gentes de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres durante tres días y medio, y no permitirán colocar sus cadáveres en el sepulcro.
[10] Los habitantes de la tierra se alegrarán de ello, se regocijarán y se intercambiarán regalos, porque estos dos profetas habían atormentado a los habitantes de la tierra.
[11] Después de tres días y medio un soplo de vida procedente de Dios entró en ellos, y se pusieron de pie, y un gran temor sobrecogió a quienes los miraban.
[12] Entonces oyeron una voz fuerte desde el cielo que les decía: -Subid aquí. Y subieron al cielo en una nube y sus enemigos los vieron.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 143 + Bendito sea el Señor, mi fortaleza.
Bendito sea el Señor, mi roca firme; él adiestró mis manos y mis dedos para luchar en lides.
El es mi amigo fiel, mi fortaleza, mi seguro escondite, escudo en que me amparo, el que los pueblos a mis plantas rinde.
Al compás de mi cítara, nuevos cantos, Señor, he de decirte, pues tú das a los reyes la victoria y salvas a David, tu siervo humilde.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (20, 27-40) + Gloria a ti, Señor. 
[27] Se le acercaron algunos de los saduceos -que niegan la resurrección- y le preguntaron:
[28] -Maestro, Moisés nos dejó escrito: "Si muere el hermano de alguien" dejando mujer, "sin haber tenido hijos, su hermano la tomará por mujer y dará descendencia a su hermano".
[29] Pues bien, eran siete hermanos. El primero tomó mujer y murió sin hijos.
[30] Lo mismo el segundo.
[31] También el tercero la tomó por mujer. Los siete, de igual manera, murieron sin dejar hijos.
[32] Después murió también la mujer.
[33] Entonces, en la resurrección, la mujer ¿de cuál de ellos será esposa?, porque los siete la tuvieron como esposa.
[34] Jesús les dijo: -Los hijos de este mundo, ellas y ellos, se casan;
[35] sin embargo, los que son dignos de alcanzar el otro mundo y la resurrección de los muertos, no se casan, ni ellas ni ellos.
[36] Porque ya no pueden morir otra vez, pues son iguales a los ángeles e hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.
[37] Que los muertos resucitarán lo mostró Moisés en el pasaje de la zarza, cuando llama al "Señor Dios de Abrahán y Dios de Isaac y Dios de Jacob".
[38] Pero no es Dios de muertos, sino de vivos; todos viven para Él.
[39] Tomando la palabra, algunos escribas dijeron: -Maestro, has respondido muy bien.
[40] Y ya no se atrevían a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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