martes, 27 de noviembre de 2012

Ha llegado la hora de la siega, pues la mies de la tierra está más que madura


Fiesta de la Iglesia: Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Santo(s) del día: San Virgilio Salzburgo

Oremos:
Señor, tú que eres nuestro creador y quien amorosamente dispone toda nuestra vida, renuévanos conforme a la imagen de tu Hijo y ayúdanos a conservar siempre tu gracia.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan (14, 14-19) 
[14] Entonces, en la visión, apareció una nube blanca, y sobre la nube sentado uno semejante a un Hijo de hombre, con una corona de oro sobre la cabeza y una hoz afilada en la mano.
[15] Y otro ángel salió del templo, gritando con voz fuerte al que estaba sentado sobre la nube: -¡Mete la hoz y siega, que ha llegado la hora de segar, porque está en sazón la mies de la tierra!
[16] El que estaba sentado sobre la nube acercó la hoz a la tierra y quedó segada la tierra.
[17] Otro ángel salió del templo que está en el cielo, llevando él también una hoz afilada.
[18] Y otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, salió del altar y clamó con voz fuerte al que tenía la hoz afilada: -¡Mete la hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas están maduras!
[19] Acercó el ángel la hoz a la tierra, vendimió la viña de la tierra y la echó en el gran lagar de la ira de Dios.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 95 + Que todo se alegre ante el Señor. 
“Reina el Señor”, digamos a los pueblos. El afianzó con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino; salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 5-11) + Gloria a ti, Señor. 
[5] Como algunos le hablaban del Templo, que estaba adornado con bellas piedras y ofrendas votivas, dijo:
[6] -Vendrán días en los que de esto que veis no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida.
[7] Le preguntaron: -Maestro, ¿cuándo ocurrirán estas cosas y cuál será la señal de que están a punto de suceder?
[8] Él dijo: -Mirad, no os dejéis engañar; porque vendrán en mi nombre muchos diciendo: «Yo soy», y «el momento está próximo». No les sigáis.
[9] Cuando oigáis hablar de guerras y de revoluciones, no os aterréis, porque es necesario que sucedan primero estas cosas. Pero el fin no es inmediato.
[10] Entonces les decía: -Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino;
[11] habrá grandes terremotos y hambre y peste en diversos lugares; habrá cosas aterradoras y grandes señales en el cielo.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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