viernes, 9 de noviembre de 2012

Un río alegra a la ciudad de Dios


Dedicación de la basílica de Letrán: Basílica de Letrán

Oremos:
Señor, tú que edificas con piedras vivas y escogidas el templo eterno de tu gloria, derrama sobre tu Iglesia los dones del Espíritu Santo, para que tu pueblo fiel llegue un día a transformarse en la Jerusalén celestial.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. 

Lectura del Libro de Ezequiel 47,1-2.8-9.12. 
1 Me hizo volver a la entrada del Templo y vi que brotaba agua de debajo del umbral del Templo hacia oriente; porque la fachada del Templo daba a oriente. El agua bajaba desde el lado derecho del Templo, por la parte meridional del altar.
2 Me hizo salir por la puerta del norte y me hizo volver por fuera, hasta la puerta exterior que da a oriente. El agua manaba desde el lado derecho.
8 Y me dijo. -Esta agua que brota hacia la región oriental, desciende hasta la Arabá y llega al mar de aguas salobres; pero las sanará.
9 Todo ser viviente que se mueve por donde llega el torrente vivirá. Habrá gran abundancia de peces allí donde llegue el agua porque las aguas serán sanadas y vivirá todo lo que haya en el lugar donde el torrente llegue;
12 Junto al torrente, a una y otra orilla, crecerá toda clase de árboles frutales. Sus hojas no se marchitarán ni se acabará su fruto. Todos los meses darán frutos nuevos porque sus aguas fluyen del santuario. Sus frutos serán comestibles y sus hojas medicinales.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 46 + " El Señor es nuestro refugio y fortaleza." 
El Señor es nuestro refugio y fortaleza, una ayuda siempre pronta en los peligros.
Por eso no tememos, aunque la tierra se conmueva y las montañas se desplomen hasta el fondo del mar;
Los canales del Río alegran la Ciudad de Dios, la más santa Morada del Altísimo.
El Señor está en medio de ella: nunca vacilará; él la socorrerá al despuntar la aurora.
El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro baluarte es el Dios de Jacob.
Vengan a contemplar las obras del Señor, él hace cosas admirables en la tierra:

† Lectura del santo Evangelio según san (Juan 2,13-22. ) + Gloria a ti, Señor. 
[13] Pronto iba a ser la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén.
[14] Encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos.
[15] Con unas cuerdas hizo un látigo y arrojó a todos del Templo, con las ovejas y los bueyes; tiró las monedas de los cambistas y volcó las mesas.
[16] Y les dijo a los que vendían palomas: -Quitad esto de aquí: no hagáis de la casa de mi Padre un mercado.
[17] Recordaron sus discípulos que está escrito: "El celo de tu casa me consume".
[18] Entonces los judíos replicaron: -¿Qué signo nos das para hacer esto?
[19] Jesús respondió: -Destruid este Templo y en tres días lo levantaré.
[20] Los judíos contestaron: -¿En cuarenta y seis años ha sido construido este Templo, y tú lo vas a levantar en tres días?
[21] Pero él se refería al Templo de su cuerpo.
[22] Cuando resucitó de entre los muertos, recordaron sus discípulos que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había pronunciado Jesús.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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