jueves, 15 de noviembre de 2012

Firmeza es el Señor para su pueblo


Santo(s) del día: San Alberto Magno

Oremos:
Padre misericordioso, que nunca dejas de tu mano a quienes has hecho arraigar en tu amistad, concédenos vivir siempre movidos por tu amor y un filial temor de ofenderte.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a Filemón (7-20) 
[7] Pues, en verdad, he tenido gran alegría y consuelo por tu caridad, porque, gracias a ti, hermano, los corazones de los santos han encontrado alivio.
[8] Por ello, aun teniendo plena libertad en Cristo para mandarte lo que conviene,
[9] prefiero rogar en nombre de la caridad -y eso que soy Pablo, ya anciano y ahora además prisionero de Cristo Jesús-.
[10] Te ruego en favor de mi hijo Onésimo, a quien engendré entre cadenas,
[11] en otro tiempo inútil para ti pero ahora útil para ti y para mí:
[12] a éste te lo devuelvo como si fuera mi corazón.
[13] Yo hubiera querido retenerlo para que me sirviera en tu lugar, mientras estoy entre cadenas por el Evangelio.
[14] Pero no he querido hacer nada sin tu consentimiento, para que tu buena acción no sea forzada, sino voluntaria.
[15] Quizá por eso se alejó algún tiempo, para que ahora lo recuperes para siempre,
[16] no ya como siervo, sino más que siervo, como hermano muy amado, en primer lugar para mí, pero ¡cuánto más para ti!, no sólo en lo humano, sino también en el Señor.
[17] Por tanto, si me consideras hermano en la fe, acógelo como si fuera yo mismo.
[18] Si te perjudicó o te debe algo, cárgalo a mi cuenta.
[19] Yo, Pablo, lo he escrito de mi puño y letra; yo te pagaré, por no decirte que tú mismo te me debes.
[20] Sí, hermano, que yo reciba de ti este gozo en el Señor. Consuela en Cristo mi corazón.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 145 + El Señor ama al hombre justo. 
El Señor siempre es fiel a su palabra y es quien hace justicia al oprimido; él proporciona pan a los hambrientos y libera al cautivo.
Abre el Señor los ojos de los ciegos y alivia al agobiado. Ama el Señor al hombre justo y toma al forastero a su cuidado.
A la viuda y al huérfano sustenta y trastorna los planes del inicuo. Reina el Señor eternamente, reina tu Dios, oh Sión, reina por siglos.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (17, 20-25) + Gloria a ti, Señor.
[20] Interrogado por los fariseos sobre cuándo llegaría el Reino de Dios, él les respondió: -El Reino de Dios no viene con espectáculo;
[21] ni se podrá decir: «Mirad, está aquí», o «está allí»; porque, daos cuenta de que el Reino de Dios está ya en medio de vosotros.
[22] Y les dijo a los discípulos: -Vendrá un tiempo en que desearéis ver uno solo de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis.
[23] Entonces os dirán: «Mirad, está aquí», o «mirad, está allí». No vayáis ni corráis detrás.
[24] Porque, como el relámpago fulgurante brilla de un extremo a otro del cielo, así será en su día el Hijo del Hombre.
[25] Pero es necesario que antes padezca mucho y sea reprobado por esta generación.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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