martes, 20 de noviembre de 2012

El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido


Santo(s) del día: San Rafael de San José

Oremos:
Señor, tú que iluminas a los extraviados con la luz de tu Evangelio para que vuelvan al camino de la verdad, concede a cuantos nos llamamos cristianos imitar fielmente a Cristo y rechazar lo que pueda alejarnos de él.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.


Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan (3, 1-6. 14-22)
[1] Al ángel de la iglesia de Sardes escríbele: «Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas: "Conozco tus obras, que estás vivo de nombre, pero de hecho estás muerto.
[2] Manténte alerta y consolida lo que queda y está a punto de morir, porque no he encontrado tus obras perfectas delante de mi Dios.
[3] Acuérdate, por tanto, de cómo has recibido y oído la palabra, guárdala y arrepiéntete; porque si no estás vigilante, vendré como un ladrón; sin que sepas a qué hora vendré a ti.
[4] Sin embargo, tienes en Sardes algunas personas que no han manchado sus vestidos y que caminarán conmigo con vestidos blancos, porque son dignos.
[5] El vencedor será revestido con vestiduras blancas y no borraré su nombre del libro de la vida; confesaré su nombre en la presencia de mi Padre y delante de sus ángeles"».
[6] El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
[14] Al ángel de la iglesia de Laodicea escríbele: «Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de Dios:
[15] "Conozco tus obras, que no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente!
[16] Y así, porque eres tibio, y no caliente ni frío, voy a vomitarte de mi boca.
[17] Porque dices: 'Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad', y no sabes que eres un desdichado y miserable, pobre, ciego y desnudo.
[18] Te aconsejo que me compres oro acrisolado por el fuego para que te enriquezcas, túnicas blancas para que te vistas y no aparezca la vergüenza de tu desnudez, y colirio con que ungirte los ojos para que veas.
[19] Yo, a cuantos amo, los reprendo y castigo. Por tanto, ten celo y arrepiéntete.
[20] Mira, estoy a la puerta y llamo: si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo.
[21] Al que venza le concederé sentarse conmigo en mi trono, igual que yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono"».
[22] El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 14 + ¿Quién será grato a tus ojos, Señor? 
El hombre que procede honradamente y obra con justicia; el que es sincero en todas sus palabras y con su lengua a nadie desprestigia.
Quien no hace mal al prójimo ni difama al vecino; quien no ve con aprecio a los malvados, pero honra a quienes temen al Altísimo.
Quien presta sin usura y quien no acepta soborno en perjuicio de inocentes, ése será agradable a los ojos de Dios eternamente.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (19, 1-10) + Gloria a ti, Señor. 
[1] Entró en Jericó y atravesaba la ciudad.
[2] Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos y rico.
[3] Intentaba ver a Jesús para conocerle, pero no podía a causa de la muchedumbre, porque era pequeño de estatura.
[4] Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, porque iba a pasar por allí.
[5] Cuando Jesús llegó al lugar, levantando la vista, le dijo: -Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me quede en tu casa.
[6] Bajó rápido y lo recibió con alegría.
[7] Al ver esto, todos murmuraban diciendo que había entrado a hospedarse en casa de un pecador.
[8] Pero Zaqueo, de pie, le dijo al Señor: -Señor, doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he defraudado en algo a alguien le devuelvo cuatro veces más.
[9] Jesús le dijo: -Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también éste es hijo de Abrahán;
[10] porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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