lunes, 26 de noviembre de 2012

Adoremos a Dios en su santo templo


Santo(s) del día: San Juan Berchmans

Oremos:
Padre santo y todopoderoso, protector de los que en ti confían, ten misericordia de nosotros y enséñanos a usar con sabiduría de los bienes de la tierra, a fin de que no nos impidan alcanzar los del cielo.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. 

Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan (14, 1-3. 4-5) 
[1] Entonces, en la visión, el Cordero estaba en pie sobre el monte Sión y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que llevaban escrito en la frente el nombre de él y el nombre de su Padre.
[2] Y oí una voz del cielo, semejante al ruido de muchas aguas y al estruendo de un gran trueno. La voz que oí era como el canto de citaristas que tañían sus cítaras,
[3] cantando un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres y de los ancianos. Y ninguno podía aprender el cántico más que aquellos ciento cuarenta y cuatro mil, que fueron rescatados de la tierra.
[4] Éstos son los que siguen al Cordero dondequiera que vaya. Éstos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;
[5] y no se halló mentira en su boca: no tienen mancha.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 23 + Dichosos los limpios de corazón. 
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre los ríos.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso.
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 1-4) + Gloria a ti, Señor. 
[1] Al levantar la vista, vio a unos ricos que echaban sus ofrendas en el gazofilacio.
[2] Vio también a una viuda pobre que echaba allí dos monedas pequeñas,
[3] y dijo: -En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos;
[4] pues todos éstos han echado como ofrenda algo de lo que les sobra, ella, en cambio, en su necesidad ha echado todo lo que tenía para su sustento.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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