miércoles, 21 de noviembre de 2012

Presentación de la Santísima Virgen María


Fiesta de la Iglesia: Presentación Nuestra Señora
Santo(s) del día: Beato Andres´sola, San Gelasio Papa

Oremos:
Al celebrar hoy la festividad de la Presentación de la santísima Virgen María, te suplicamos, Señor, que por intercesión suya, podamos participar de la plenitud de tu gracia.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén. 

Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan ( 4, 1-11) 
[1] Después tuve una visión: una puerta abierta en el cielo, y la voz que había oído antes, como una trompeta que hablaba conmigo, diciéndome: -Sube aquí y te mostraré lo que tiene que suceder después.
[2] Al instante, caí en éxtasis: vi un trono en el cielo y a alguien sentado en el trono.
[3] El que está sentado parece de jaspe y cornalina, y rodea el trono un arco iris de aspecto semejante a la esmeralda.
[4] Y alrededor del trono vi veinticuatro tronos, y sentados en los tronos veinticuatro ancianos vestidos con túnicas blancas, y sobre sus cabezas, coronas de oro.
[5] Del trono salen relámpagos, voces y truenos. Siete lámparas de fuego arden ante el trono: son los siete espíritus de Dios.
[6] Delante del trono, una especie de mar transparente como el cristal. En medio del trono y alrededor de él hay cuatro seres vivos llenos de ojos delante y detrás.
[7] El "primer" ser vivo se parece a" un león"," el segundo" ser vivo se parece "a un toro", "el tercer" ser vivo tiene "el rostro" como "el de un hombre" "y el cuarto" ser vivo se parece "a un águila" en vuelo.
[8] "Cada uno" de los cuatro seres vivos tiene "seis alas" y están llenas de ojos por fuera y por dentro, y, sin descanso, día y noche dicen: "«Santo, santo, santo es el Señor", "el Dios Todopoderoso", el que era, el que es, el que va a venir».
[9] Cada vez que aquellos seres vivos tributan gloria, honor y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
[10] los veinticuatro ancianos se postran ante el que está sentado en el trono, adoran al que vive por los siglos de los siglos y arrojan sus coronas ante el trono, diciendo:
[11] «Eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque Tú creaste todas las cosas y por tu voluntad existían y fueron creadas».
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 150 + Santo, Santo, Santo es el Señor, soberano de todo. 
"Santo, Santo, Santo es el Señor, soberano de todo."
Alabad al Señor en su templo, alabadlo en su fuerte firmamento. Alabadlo por sus obras magníficas, alabadlo por su inmensa grandeza.
Alabadlo tocando trompetas, alabadlo con arpas y cítaras, alabadlo con tambores y danzas, alabadlo con trompas y flautas.
Alabadlo con platillos sonoros, alabadlo con platillos vibrantes. Todo ser que alienta alabe al Señor.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (19, 11-28) + Gloria a ti, Señor.

[11] Mientras estaban oyendo estas cosas, les añadió una parábola, porque él estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el Reino de Dios se manifestaría enseguida.
[12] Dijo pues: -Un hombre noble marchó a una tierra lejana a recibir la investidura real y volverse.
[13] Llamó a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: «Negociad hasta mi vuelta».
[14] Sus ciudadanos le odiaban y enviaron una embajada tras él para decir: «No queremos que éste reine sobre nosotros».
[15] Al volver, recibida ya la investidura real, mandó llamar ante sí a aquellos siervos a quienes había dado el dinero, para saber cuánto habían negociado.
[16] Vino el primero y dijo: «Señor, tu mina ha producido diez».
[17] Y le dijo: «Muy bien, siervo bueno, porque has sido fiel en lo poco, ten potestad sobre diez ciudades».
[18] Vino el segundo y dijo: «Señor, tu mina ha producido cinco».
[19] Le dijo a éste: «Tú ten también el mando de cinco ciudades».
[20] Vino el otro y dijo: «Señor, aquí está tu mina, que he tenido guardada en un pañuelo;
[21] pues tuve miedo de ti porque eres hombre severo, recoges lo que no depositaste y cosechas lo que no sembraste».
[22] Le dice: «Por tus palabras te juzgo, siervo malo; ¿sabías que yo soy hombre severo, que recojo lo que no he depositado y cosecho lo que no he sembrado?
[23] ¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco? Así, al volver yo lo hubiera retirado con los intereses».
[24] Y les dijo a los presentes: «Quitadle la mina y dádsela al que tiene diez».
[25] Entonces le dijeron: «Señor, ya tiene diez minas».
[26] Os digo: «A todo el que tiene se le dará, pero al que no tiene incluso lo que tiene se le quitará.
[27] En cuanto a esos enemigos míos que no han querido que yo reinara sobre ellos, traedlos aquí y matadlos en mi presencia».
[28] Dicho esto, caminaba delante de ellos subiendo a Jerusalén.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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