miércoles, 28 de noviembre de 2012

Cantaban el cántico de Moisés y el cántico del Cordero


Santo(s) del día: Santa Catalina Labouré

Oremos:
Dios eterno y todo poderoso a quien confiadamente podemos llamar ya Padre nuestro, haz crecer en nuestros corazones el espíritu de hijos adoptivos tuyos, para que podamos gozar, después de esta vida, de la herencia que nos has prometido.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan (15, 1-4) 
[1] Vi en el cielo otro signo grande y admirable: siete ángeles que tenían siete plagas, las últimas, porque en ellas culmina la ira de Dios.
[2] Vi también como un mar de cristal mezclado con fuego, y a los que vencieron a la bestia y a su imagen y al número de su nombre, que estaban de pie sobre el mar de cristal llevando las cítaras de Dios.
[3] Y cantaban el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero: «¡Grandes y admirables son tus obras, Señor, Dios omnipotente! ¡Justos y verdaderos tus caminos, Rey de las naciones!
[4] ¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu nombre? Porque sólo Tú eres Santo, porque todas las naciones vendrán y se postrarán en tu presencia, porque tus juicios se han manifestado».
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 97 + Señor, tus obras son maravillosas. 
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel.
Alégrese el mar y el mundo submarino, el orbe y todos los que en él habitan. Que los ríos estallen en aplausos y las montañas salten de alegría.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.


† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 12-19) + Gloria a ti, Señor.
[12] Pero antes de todas estas cosas os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, llevándoos ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre:
[13] esto os sucederá para dar testimonio.
[14] Así pues, convenceos de que no debéis tener preparado de antemano cómo os vais a defender;
[15] porque yo os daré palabras y sabiduría que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios.
[16] Seréis entregados incluso por padres y hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros,
[17] y todos os odiarán a causa de mi nombre.
[18] Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá.
[19] Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


No hay comentarios:

Publicar un comentario