jueves, 16 de mayo de 2013

Tienes que dar testimonio en Roma


Santo(s) del día: San Nimatullah Al – Hardini 

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (22,30; 23,6-11):
22:30 Al día siguiente, deseando saber con exactitud de qué le acusaban los judíos, le quitó las cadenas, mandó reunir a los príncipes de los sacerdotes y a todo el Sanedrín, llevó a Pablo y lo hizo comparecer ante ellos.
23:6 Sabiendo Pablo que unos eran saduceos y otros fariseos, gritó en medio del Sanedrín: -¡Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseos, y se me juzga por la esperanza en la resurrección de los muertos!
23:7 Al decir esto se produjo un enfrentamiento entre fariseos y saduceos y se dividió la multitud.
23:8 Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángeles ni espíritus; los fariseos, en cambio, confiesan una y otra cosa.
23:9 Se produjo un enorme griterío y puestos en pie algunos escribas del grupo de los fariseos discutían: -No encontramos nada malo en este hombre. ¿Y si le ha hablado algún espíritu o algún ángel?
23:10 Como el alboroto crecía cada vez más, temeroso el tribuno de que despedazaran a Pablo, ordenó a los soldados bajar, sacarlo de en medio de ellos y conducirlo al cuartel.
23:11 Esa noche se le apareció el Señor y le dijo: -Mantén el ánimo, pues igual que has dado testimonio de mí en Jerusalén, así debes darlo también en Roma.
Palabra de Dios + Te alabamos Señor 

Salmo (15) + R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti 
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti; yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.» El Señor es el lote de mi heredad y mi copa; mi suerte está en tu mano. R/.
Bendeciré al Señor, que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré. R/.
Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa serena. Porque no me entregarás a la muerte, ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.
Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan (17,20-26): + Gloria a ti Señor 
17:20 »No ruego sólo por éstos, sino por los que van a creer en mí por su palabra:
17:21 que todos sean uno; como Tú, Padre, en mí y yo en Ti, que así ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que Tú me has enviado.
17:22 Yo les he dado la gloria que Tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno.
17:23 Yo en ellos y Tú en mí, para que sean consumados en la unidad, y conozca el mundo que Tú me has enviado y los has amado como me amaste a mí.
17:24 Padre, quiero que donde yo estoy también estén conmigo los que Tú me has confiado, para que vean mi gloria, la que me has dado porque me amaste antes de la creación del mundo.
17:25 Padre justo, el mundo no te conoció; pero yo te conocí, y éstos han conocido que Tú me enviaste.
17:26 Les he dado a conocer tu nombre y lo daré a conocer, para que el amor con que Tú me amaste esté en ellos y yo en ellos.
Palabra del Señor + Gloria a ti Señor Jesús.

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