lunes, 20 de mayo de 2013

El Señor reina, vestido de majestad.


Lectura del Eclesiástico (1,1-10) 
Toda sabiduría viene del Señor y está con él eternamente. La arena de las playas, las gotas de la lluvia, los días de los siglos, ¿quién los contará? La altura del cielo, la anchura de la tierra, la hondura del abismo, ¿quién los rastreará? Antes que todo, fue creada la sabiduría; la inteligencia y la prudencia, antes de los siglos. La raíz de la sabiduría, ¿a quién se reveló?; la destreza de sus obras, ¿quién la conoció? Uno solo es sabio, temible en extremo; está sentado en su trono. El Señor en persona la creó, la conoció y la midió, la derramó sobre todas sus obras; la repartió entre los vivientes, según su generosidad se la regaló a los que lo temen.
Palabra de Dios + Te alabamos señor 


Salmo (92,1ab.1c-2.5) + R/. El Señor reina, vestido de majestad
El Señor reina, vestido de majestad, el Señor, vestido y ceñido de poder. R/.
Así está firme el orbe y no vacila. Tu trono está firme desde siempre, y tú eres eterno. R/.
Tus mandatos son fieles y seguros; la santidad es el adorno de tu casa, Señor, por días sin término. R/.


Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,14-29):+ Gloria a ti Señor
9:14 Al llegar junto a los discípulos vieron una gran muchedumbre que les rodeaba, y unos escribas que discutían con ellos.
9:15 Nada más verle, todo el pueblo se quedó sorprendido, y acudían corriendo a saludarle.
9:16 Y él les preguntó: -¿Qué estabais discutiendo entre vosotros?
9:17 A lo que respondió uno de la muchedumbre: -Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu mudo;
9:18 y en cualquier sitio que se apodera de él, lo tira al suelo, le hace echar espumarajos y rechinar los dientes y lo deja rígido. Pedí a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido.
9:19 Él les contestó: -¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo tendré que estar entre vosotros? ¿Hasta cuándo tendré que soportaros? Traédmelo.
9:20 Y se lo trajeron. En cuanto el espíritu vio a Jesús, hizo retorcerse al niño, que cayendo a tierra se revolcaba echando espumarajos.
9:21 Entonces preguntó al padre: -¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Le contestó: -Desde muy pequeño;
9:22 y muchas veces lo ha arrojado al fuego y al agua, para acabar con él. Pero si algo puedes, compadécete de nosotros y ayúdanos.
9:23 Y Jesús le dijo: -¡Si puedes...! ¡Todo es posible para el que cree!
9:24 Enseguida el padre del niño exclamó: -¡Creo, Señor; ayuda mi incredulidad!
9:25 Al ver Jesús que aumentaba la muchedumbre, increpó al espíritu impuro diciéndole: -¡Espíritu mudo y sordo: yo te lo mando, sal de él y ya no vuelvas a entrar en él!
9:26 Y gritando y agitándole violentamente salió. Y quedó como muerto, de manera que muchos decían: -Ha muerto.
9:27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó y se mantuvo en pie.
9:28 Cuando entró en casa le preguntaron sus discípulos a solas: -¿Por qué nosotros no hemos podido expulsarlo?
9:29 -Esta especie -les dijo- no puede ser expulsada por ningún medio, sino con la oración y el ayuno.
Palabra del Señor: + Gloria a ti Señor Jesús.


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