sábado, 27 de octubre de 2012

Cristo es la cabeza; de él todo el cuerpo se procura el crecimiento


Santo(s) del día: San Odrano

Oremos:
Fortalece, Dios misericordioso, nuestra debilidad, para que todos los que ahora recordamos con veneración a la santa Madre de Dios, podamos, por su intercesión y ayuda, levantarnos de nuestros pecados. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén. 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios (4, 7. 11-16)
[7] A cada uno de nosotros, sin embargo, ha sido dada la gracia en la medida en que Cristo quiere otorgar sus dones.
[11] Él constituyó a algunos como apóstoles, a otros profetas, a otros evangelizadores, a otros pastores y doctores,
[12] a fin de que trabajen en perfeccionar a los santos cumpliendo con su ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
[13] hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de la plenitud de Cristo,
[14] para que ya no seamos niños que van de un lado a otro y están zarandeados por cualquier corriente doctrinal, por el engaño de los hombres, por la astucia que lleva al error.
[15] Por el contrario, viviendo la verdad con caridad, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza, Cristo,
[16] de quien todo el cuerpo -compacto y unido por todas las articulaciones que lo sostienen según la actividad correspondiente a la función de cada miembro- va consiguiendo su crecimiento para su edificación en el amor.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor.


Salmo 121 + Vamos a la casa del Señor.
¡Qué alegría sentí cuando me dijeron: “Vayamos a la casa del Señor”! Y hoy estamos aquí, Jerusalén, jubilosos, delante de tus puertas.
A ti, Jerusalén, suben las tribus, las tribus del Señor, según lo que a Israel se le ha ordenado, para alabar el nombre del Señor.


† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (13, 1-9) + Gloria a ti, Señor.
[1] Estaban presentes en aquel momento unos que le contaban lo de los galileos, cuya sangre mezcló Pilato con la de sus sacrificios.
[2] Y en respuesta les dijo: -¿Pensáis que estos galileos eran más pecadores que todos los galileos, porque padecieron tales cosas?
[3] No, os lo aseguro; pero si no os convertís, todos pereceréis igualmente.
[4] O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que vivían en Jerusalén?
[5] No, os lo aseguro; pero si no os convertís, todos pereceréis igualmente.
[6] Les decía esta parábola: -Un hombre tenía una higuera plantada en su viña y fue a buscar en ella fruto y no lo encontró.
[7] Entonces le dijo al viñador: «Mira, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera sin encontrarlo; córtala, ¿para qué va a ocupar terreno en balde?»
[8] Pero él le respondió: «Señor, déjala también este año hasta que cave a su alrededor y eche estiércol,
[9] por si produce fruto; si no, ya la cortarás».
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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