lunes, 8 de octubre de 2012

El Señor recuerda siempre su alianza


Santo(s) del día: Santa Tais 

Oremos:
Míranos, Señor, con ojos de misericordia y haz que experimentemos vivamente tu amor para que podamos servirte con todas nuestras fuerzas.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. 

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los gálatas (1, 6-12) 
6 Me sorprende que hayáis abandonado tan pronto al que os llamó por la gracia de Cristo para seguir otro evangelio;
7 aunque no es que haya otro, sino que hay algunos que os inquietan y quieren cambiar el Evangelio de Cristo.
8 Pero aunque nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciásemos un evangelio diferente del que os hemos predicado, ¡sea anatema!
9 Como os lo acabamos de decir, ahora os lo repito: si alguno os anuncia un evangelio diferente del que habéis recibido, ¡sea anatema!
10 ¿Busco ahora la aprobación de los hombres o la de Dios? ¿O es que pretendo agradar a los hombres? Si todavía pretendiera agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.
11 Porque os hago saber, hermanos, que el Evangelio que yo os he anunciado no es algo humano;
12 pues yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 110 + Alabemos al Señor de todo corazón.
Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas son las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio.
Justas y verdaderas son sus obras, son dignos de confianza sus mandatos, pues nunca pierden su valor y exigen ser fielmente ejecutados.
El redimió a su pueblo y estableció su alianza para siempre. Dios es santo y terrible
y su gloria perdura eternamente.


† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (10, 25-37) + Gloria a ti, Señor.
25 Entonces un doctor de la Ley se levantó y dijo para tentarle: -Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?
26 Él le contestó: -¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees tú?
27 Y éste le respondió: -"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas" y con toda tu mente, y "a tu prójimo como a ti mismo".
28 Y le dijo: -Has respondido bien: haz esto y vivirás.
29 Pero él, queriendo justificarse, le dijo a Jesús: -¿Y quién es mi prójimo?
30 Entonces Jesús, tomando la palabra, dijo: -Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos salteadores que, después de haberle despojado, le cubrieron de heridas y se marcharon, dejándolo medio muerto.
31 Bajaba casualmente por el mismo camino un sacerdote y, al verlo, pasó de largo.
32 Igualmente, un levita llegó cerca de aquel lugar y, al verlo, también pasó de largo.
33 Pero un samaritano que iba de viaje se llegó hasta él y, al verlo, se llenó de compasión.
34 Se acercó y le vendó las heridas echando en ellas aceite y vino. Lo montó en su propia cabalgadura, lo condujo a la posada y él mismo lo cuidó.
35 Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: «Cuida de él, y lo que gastes de más te lo daré a mi vuelta».
36 ¿Cuál de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los salteadores?
37 Él le dijo: -El que tuvo misericordia con él. -Pues anda -le dijo Jesús-, y haz tú lo mismo. 
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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