jueves, 4 de octubre de 2012

San Francisco de Asís


Santo(s) del día: San Francisco de Asís

Oremos:
Dios nuestro, que otorgaste a san Francisco de Asís la gracia de seguir gozosamente a Cristo en una vida de pobreza y humildad, haz que, a ejemplo suyo, nuestra preocupación esencial en esta tierra sea la de amar y seguir a tu Hijo, Jesucristo, que con tigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

Lectura del libro de Job (19, 21-27) 
21 Tened piedad, tened piedad de mí, vosotros mis amigos, que la mano de Dios me ha herido.
22 ¿Por qué me perseguís como me persigue Dios, y no os sentís ya hartos de mi carne?
23 ¡Quién me diera poder escribir mis palabras! ¡Quién me diera poderlas grabar sobre bronce!
24 ¡Y con punzón de hierro y plomo esculpirlas en la roca para siempre!
25 Bien sé yo que mi defensor vive y que Él, el último, se alzará sobre el polvo.
26 Y después de que mi piel se haya destruido, desde mi carne veré a Dios.
27 Yo lo veré por mí mismo, mis ojos lo contemplarán y no otro. Dentro de mí desfallecen mis entrañas.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 26 + No me abandones, Dios mío. 
Oye, Señor, mi voz y mis clamores y tenme compasión; el corazón me dice que te busque y buscándote estoy.
No rechaces con cólera a tu siervo, tú eres mi único auxilio; no me abandones ni me dejes solo, Dios y salvador mío.
La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (10, 1-12) + Gloria a ti, Señor. 
1 Después de esto designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
2 Y les decía: -La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies.
3 Id: mirad que yo os envío como corderos en medio de lobos.
4 No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias, y no saludéis a nadie por el camino.
5 En la casa en que entréis decid primero: «Paz a esta casa».
6 Y si allí hubiera algún hijo de la paz, descansará sobre él vuestra paz; de lo contrario, retornará a vosotros.
7 Permaneced en la misma casa comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja merece su salario. No vayáis de casa en casa.
8 Y en la ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan;
9 curad a los enfermos que haya en ella y decidles: «El Reino de Dios está cerca de vosotros».
10 Pero en la ciudad donde entréis y no os acojan, salid a sus plazas y decid:
11 «Hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a los pies lo sacudimos contra vosotros; pero sabed esto: el Reino de Dios está cerca».
12 Os digo que en aquel día Sodoma será tratada con menos rigor que aquella ciudad.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


No hay comentarios:

Publicar un comentario