lunes, 10 de septiembre de 2012

Señor Dios, tú eres mi auxilio


Santo(s) del día: San Nicolás de Tolentino

Oremos:
Dios nuestro, de quien todo bien procede, inspíranos propósitos de justicia y santidad y concédenos tu ayuda para poder cumplirlos.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios (5, 1-8)
 [1] Se oye hablar, y mucho, de que entre vosotros hay fornicación, y una fornicación que no se da ni entre los gentiles: hasta el punto de que alguien tiene la mujer de su padre.
[2] ¿Y vosotros aun estáis orgullosos, en vez de llenaros de dolor para que fuera expulsado de en medio de vosotros quien realizó esa acción?
[3] Yo, por mi parte, ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya he juzgado, como si estuviera presente, al que así obró:
[4] en el nombre del Señor nuestro Jesús, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús,
[5] que ése sea entregado a Satanás para castigo de la carne, y así el espíritu se salve en el día del Señor.
[6] No está bien vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura hace fermentar toda la masa?
[7] Expurgad la levadura vieja, para que seáis masa nueva, ya que sois ácimos. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, fue inmolado.
[8] Por tanto, celebremos la fiesta, no con levadura vieja ni con levadura de malicia y de perversidad, sino con ácimos de sinceridad y de verdad.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor.



Salmo 5 + Condúceme, Señor, por tu camino santo.

Tú no eres, Señor, un Dios al que pudiera la maldad agradarle, ni el malvado es tu huésped ni ante ti puede estar el arrogante.

Al malhechor detestas y destruyes, Señor, al embustero; aborreces al hombre sanguinario y a quien es traicionero.

Que se alegren con júbilo eterno los que se acogen a ti; protégelos, que se regocijen los que te aman.





† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (6, 6-11) + Gloria a ti, Señor.

[6] Otro sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y había allí un hombre que tenía seca la mano derecha.

[7] Los escribas y los fariseos le observaban a ver si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle.

[8] Pero él conocía sus pensamientos y le dijo al hombre que tenía la mano seca: -Levántate y ponte en medio. Y se levantó y se puso en medio.

[9] Entonces Jesús les dijo: -Yo os pregunto: ¿es lícito en sábado hacer el bien o hacer el mal, salvar la vida de un hombre o perderla?

[10] Entonces, mirando a todos los que estaban a su alrededor, le dijo a al que tenía la mano seca: -Extiende tu mano. Él lo hizo, y su mano quedó curada.

[11] Ellos se llenaron de rabia y comenzaron a discutir entre sí qué harían contra Jesús.

Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.

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