viernes, 14 de septiembre de 2012

Así debe ser levantado el Hijo del Hombre, para que todo el que crea tenga vida eterna en él.


Fiesta de la Iglesia: La Exaltación de la Santa Cruz
Santo(s) del día: San Alberto Jerusalén

Oremos:
Padre de bondad, que por medio de tu gracia nos has hecho hijos de la luz, concédenos vivir fuera de las tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del Libro de los Números (21,4b-9)
"Miraban a la serpiente de bronce y quedaban curados"
En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: "¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo. "El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: "Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes." Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: "Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpiente quedarán sanos al mirarla." Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor.

Salmo 77 + "No olvidéis las acciones del Señor."
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, inclinad el oído a las palabras de mi boca: que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado.
Cuando los hacía morir, lo buscaban, y madrugaban para volverse hacia Dios; se acordaban de que Dios era su roca, el Dios Altísimo su redentor.
Lo adulaban con sus bocas, pero sus lenguas mentían: su corazón no era sincero con él, ni eran fieles a su alianza.
Él, en cambio, sentía lástima, perdonaba la culpa y no los destruía: una y otra vez reprimió su cólera, y no despertaba todo su furor.


† Lectura del santo Evangelio según san Juan (3,13-17) + Gloria a ti, Señor.
[13] Pues nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del Hombre.
[14] Igual que Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del Hombre,
[15] para que todo el que crea tenga vida eterna en él.
[16] Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
[17] Pues Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús. 


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