jueves, 6 de septiembre de 2012

Del Señor es la tierra y lo que ella tiene


Santo(s) del día: San Zacarías

Oremos:
Concédenos, Señor, que el curso de los acontecimientos del mundo se desenvuelva, según tu voluntad, en la justicia y en la paz, y que tu Iglesia pueda servirte con tranquilidad y alegría.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios (3, 18-23)
Hermanos:
Que nadie se engañe: si alguno se tiene a sí mismo por sabio según los criterios de este mundo, que se haga ignorante para llegar a ser verdaderamente sabio.
Porque la sabiduría de este mundo es ignorancia ante Dios, como dice la Escritura:
Dios hace que los sabios caigan en la trampa de su propia astucia.
También dice:
El Señor conoce los pensamientos de los sabios y los tiene por vanos.
Así pues, que nadie se gloríe de pertenecer a ningún hombre, ya que todo les pertenece a ustedes: Pablo, Apolo y Pedro, el mundo, la vida y la muerte, lo presente y lo futuro: todo es de ustedes; ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor.


Salmo 23 + El Señor bendice al hombre justo.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues él lo edificó sobre los mares, él fue quien lo asentó sobre los ríos.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso.
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Esta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob.


† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (5, 1-11) + Gloria a ti, Señor.
[1] Estaba Jesús junto al lago de Genesaret y la multitud se agolpaba a su alrededor para oír la palabra de Dios.
[2] Y vio dos barcas que estaban a la orilla del lago; los pescadores habían bajado de ellas y estaban lavando las redes.
[3] Entonces, subiendo a una de las barcas, que era de Simón, le rogó que la apartase un poco de tierra. Y, sentado, enseñaba a la multitud desde la barca.
[4] Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: -Guía mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca.
[5] Simón le contestó: -Maestro, hemos estado bregando durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero sobre tu palabra echaré las redes.
[6] Lo hicieron y recogieron gran cantidad de peces. Tantos, que las redes se rompían.
[7] Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que vinieran y les ayudasen. Vinieron, y llenaron las dos barcas, de modo que casi se hundían.
[8] Cuando lo vio Simón Pedro, se arrojó a los pies de Jesús, diciendo: -Apártate de mí, Señor, que soy un hombre pecador.
[9] Pues el asombro se había apoderado de él y de cuantos estaban con él, por la gran cantidad de peces que habían pescado.
[10] Lo mismo sucedía a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Entonces Jesús le dijo a Simón: -No temas; desde ahora serán hombres los que pescarás.
[11] Y ellos, sacando las barcas a tierra, dejadas todas las cosas, le siguieron.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


No hay comentarios:

Publicar un comentario