viernes, 28 de septiembre de 2012

Alma mía, bendice al Señor


Santo(s) del día: San Wenceslao

Oremos:
Enciende, Señor, nuestros corazones con el fuego de tu amor a fin de que, amándote en todo y sobre todo, podamos obtener aquellos bienes que no podemos nosotros ni siquiera imaginar y has prometido tú a los que te aman.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del libro del Eclesiastés (Cohélet) (3, 1-11) 
3:1 Todo tiene su momento y hay un tiempo para cada cosa bajo el cielo.
3:2 tiempo de nacer y tiempo de morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado,
3:3 tiempo de matar y tiempo de curar, tiempo de derruir y tiempo de construir,
3:4 tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de llevar luto y tiempo de bailar,
3:5 tiempo de tirar piedras y tiempo de recoger piedras, tiempo de abrazar y tiempo de dejarse de abrazos,
3:6 tiempo de buscar y tiempo de perderse, tiempo de guardar y tiempo de desechar,
3:7 tiempo de rasgar y tiempo de coser, tiempo de callar y tiempo de hablar,
3:8 tiempo de amar y tiempo de odiar, tiempo de guerra y tiempo de paz.
3:9 ¿Qué ventaja saca el que hace su trabajo?
3:10 He visto la labor que Dios encomendó a los hombres para que se ocupasen de ella.
3:11 Todo lo hizo bien y a su tiempo, y les dio el mundo para que lo ponderaran en su corazón, aunque el hombre no llega a descubrir por completo la obra que hizo Dios.
Hay un tiempo para cada cosa y todo lo que hacemos bajo el sol tiene su tiempo.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo Responsorial Salmo 143 + Bendito sea el Señor, mi fortaleza. 
Bendito sea el Señor, mi roca firme; él adiestró mis manos y mis dedos para luchar en lides.
El es mi amigo fiel, mi fortaleza, mi seguro escondite, escudo en que me amparo, el que los pueblos a mis plantas rinde.
Señor, ¿qué tiene el hombre para que en él te fijes? ¿Qué hay en él de valor, para que así lo estimes? El hombre es como un soplo; sus días, como sombra que se extingue.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (9, 18-22) + Gloria a ti, Señor. 
9:18 Cuando estaba haciendo oración a solas, y se encontraban con él los discípulos, les preguntó: -¿Quién dicen las gentes que soy yo?
9:19 Ellos respondieron: -Juan el Bautista. Pero hay quienes dicen que Elías, y otros que ha resucitado uno de los antiguos profetas.
9:20 Pero él les dijo: -Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Respondió Pedro: -El Cristo de Dios.
9:21 Pero él les amonestó y les ordenó que no dijeran esto a nadie. Jesús predice su Pasión y su Gloria. Necesidad de la abnegación para seguir a Jesús
9:22 Y añadió que el Hijo del Hombre debía padecer mucho y ser rechazado por causa de los ancianos, de los príncipes de los sacerdotes y de los escribas, y ser llevado a la muerte y resucitar al tercer día.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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