jueves, 18 de abril de 2013

Nadie puede venir a mí si no le atrae el Padre que me ha enviado


Santo(s) del día: San Francisco Solano

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (8, 26-40) Siguió su viaje lleno de alegría
8:26 Un ángel del Señor le habló a Felipe: -Levántate y vete hacia el sur, a la ruta que baja de Jerusalén a Gaza y que está desierta.
8:27 Se levantó y se puso en camino. En esto, un hombre de Etiopía, eunuco, dignatario de Candace -la reina de Etiopía- y superintendente de su tesoro, que había venido a Jerusalén para adorar a Dios,
8:28 volvía sentado en su carro leyendo al profeta Isaías.
8:29 Le dijo entonces el Espíritu a Felipe: -Acércate y ponte al lado de ese carro.
8:30 Corrió Felipe a su lado y oyó que leía al profeta Isaías. Entonces le dijo: -¿Entiendes lo que lees?
8:31 Él respondió: -¿Cómo lo voy a entender si no me lo explica alguien? Rogó entonces a Felipe que subiera y se sentase junto a él.
8:32 El pasaje de la Escritura que iba leyendo era el siguiente: "Como oveja fue llevado al matadero, y como mudo cordero ante el esquilador, así no abrió la boca."
8:33 "En su humillación se le negó la justicia. ¿Quién hablará de su posteridad?, ya que su vida es arrebatada de la tierra".
8:34 El eunuco le dijo a Felipe: -Te ruego que me digas de quién dice esto el profeta: ¿de sí mismo o de algún otro?
8:35 Entonces Felipe tomó la palabra y, comenzando por este pasaje, le anunció el Evangelio de Jesús.
8:36 Mientras iban por el camino llegaron a un lugar donde había agua, y le dijo el eunuco: -Aquí hay agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?
8:38 Mandó detener el carro y bajaron los dos, Felipe y el eunuco, hasta el agua. Y le bautizó.
8:39 Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y no le vio más el eunuco, que siguió alegre su camino.
8:40 Felipe se encontró en Azoto y anunciaba el Evangelio a todas las ciudades por donde pasaba, hasta que llegó a Cesarea.
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor 


Salmo (65) + R/.Aclamad al Señor, tierra entera. 
Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, haced resonar sus alabanzas, porque él nos ha devuelto la vida y no dejó que tropezaran nuestros pies. R.
Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo: a él gritó mi boca y lo ensalzó mi lengua. R.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica ni me retiró su favor. R.


Lectura del santo Evangelio según san Juan (6,44-51) + Gloria a ti Señor
6:44 Nadie puede venir a mí si no le atrae el Padre que me ha enviado, y yo le resucitaré en el último día.
6:45 Está escrito en los Profetas: "Y serán todos enseñados por Dios". Todo el que ha escuchado al que viene del Padre, y ha aprendido, viene a mí.
6:46 No es que alguien haya visto al Padre, sino que aquel que procede de Dios, ése ha visto al Padre.
6:47 En verdad, en verdad os digo que el que cree tiene vida eterna.
6:48 »Yo soy el pan de vida.
6:49 Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron.
6:50 Éste es el pan que baja del cielo, para que si alguien lo come no muera.
6:51 Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguno come este pan vivirá eternamente; y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús.


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