lunes, 29 de abril de 2013

¡Glorifica tu Nombre, Señor!


Santo(s) del día: Santa Catalina de Siena

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (14, 5-18)
14:5 Como se produjo un violento movimiento de gentiles y de judíos, con sus jefes, para injuriarles y apedrearles,
14:6 al enterarse, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a la región de alrededor.
14:7 Y allí anunciaban el Evangelio.
14:8 En Listra se hallaba sentado un hombre inválido de los pies, cojo desde el seno materno, que jamás había caminado.
14:9 Éste escuchó hablar a Pablo, el cual le miró fijamente y, viendo que tenía fe para ser salvado,
14:10 dijo con fuerte voz: -¡Ponte de pie! ¡Derecho! Él dio un salto y empezó a caminar.
14:11 La muchedumbre, al ver lo que Pablo había hecho, levantó la voz diciendo en licaónico: -Los dioses han bajado hasta nosotros en forma humana.
14:12 Y llamaban a Bernabé Zeus y Hermes a Pablo, porque éste era el que llevaba la palabra.
14:13 Entonces el sacerdote del templo de Zeus que estaba situado a la entrada de la ciudad, acompañado de la gente, trajo toros y guirnaldas ante las puertas y pretendía ofrecerles un sacrificio.
14:14 Cuando los apóstoles Bernabé y Pablo lo oyeron, se rasgaron la ropa y corrieron hacia la multitud
14:15 diciendo a voces: -¡Hombres!, ¿qué es lo que hacéis? También nosotros somos hombres mortales como vosotros y os predicamos que os convirtáis de estas cosas falsas al Dios vivo, "el que hizo el cielo y la tierra y el mar y cuanto hay en ellos";
14:16 que en las generaciones pasadas permitió que cada nación siguiera su propio camino;
14:17 aunque Él no ha dejado de dar testimonio de Sí mismo, derramando bienes al enviaros desde el cielo lluvias y estaciones repletas de fruto, y llenándoos de alimento y de alegría el corazón.
14:18 Con estas palabras, a duras penas disuadieron a la multitud de ofrecerles sacrificios.
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor. 

Salmo (113 B, 1-4. 15-16) + R. ¡Glorifica tu Nombre, Señor! 
No nos glorifiques a nosotros, Señor: glorifica solamente a tu Nombre, por tu amor y tu fidelidad. ¿Por qué han de decir las naciones: «¿Dónde está su Dios?» R.
Nuestro Dios está en el cielo y en la tierra, El hace todo lo que quiere. Los ídolos, en cambio, son plata y oro, obra de las manos de los hombres. R.
Sean bendecidos por el Señor, que hizo el cielo y la tierra. El cielo pertenece al Señor, y la tierra la entregó a los hombres. R.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (14, 21-26) + Gloria a ti Señor 
14:21 El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. Y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y yo mismo me manifestaré a él.
14:22 Judas, no el Iscariote, le dijo: -Señor, ¿y qué ha pasado para que tú te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?
14:23 Jesús le respondió: -Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
14:24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que escucháis no es mía sino del Padre que me ha enviado.
14:25 Os he hablado de todo esto estando con vosotros;
14:26 pero el Paráclito, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todo y os recordará todas las cosas que os he dicho.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús.


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