lunes, 13 de agosto de 2012

El cielo y la tierra están llenos de tu gloria


Santo del día: San Ponciano Papa

Oremos:
Ayúdanos, Señor, a dejar en tus manos paternales todas nuestras preocupaciones, a fin de que podamos entregarnos con mayor libertad a tu servicio.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Ezequiel (1, 2-5. 24-28)
Juicio y condena de Israel
2 El día quinto del mes, el quinto año de la deportación del rey Joaquín, 3 en el país de los caldeos, junto al río Quebar, le fue dirigida la palabra de Dios a Ezequiel, el hijo del sacerdote Buzí. Allí la mano del Señor vino sobre él. 4 Miré y vi que un viento huracanado se acercaba desde el norte, una densa nube y un fuego sobrecogedor rodeado de fulgor. Una especie de ámbar salía de su interior, de en medio del fuego. 5 Y, en medio de él, se veía la figura de cuatro seres animados que tenían apariencia humana.
22 Por encima de las cabezas de los seres animados había una especie de firmamento semejante a un cristal resplandeciente extendido sobre sus cabezas, 23 y bajo ese firmamento, sus alas estaban desplegadas, la una junto a la otra. Cada uno cubría su cuerpo con dos de sus alas.
24 Oía el ruido de las alas, como el ruido de aguas caudalosas, como la voz del Omnipotente. Cuando andaban, había un ruido como el de un ejército. Cuando se paraban, replegaban sus alas. 25 Sonó una voz por encima del firmamento que había sobre sus cabezas.
26 Sobre el firmamento que había sobre sus cabezas apareció algo como piedra de zafiro en forma de trono; sobre esa especie de trono, en lo alto, una figura con apariencia humana. 27 Vi que era semejante al ámbar: por dentro era como fuego rodeado de fulgor. Vi que, desde lo que parecía su cintura hacia arriba, tenía aspecto de fuego rodeado de fulgor. Y desde lo que parecía su cintura hacia abajo tenía aspecto de fuego rodeado de fulgor. 28 El aspecto del fulgor que lo rodeaba era como el del arco que hiende las nubes un día de lluvia. Era la imagen de la gloria del Señor. Cuando lo vi, caí sobre mi rostro y escuché una voz que me hablaba.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor.

Salmo 148 + El cielo y la tierra están llenos de tu gloria.
Alaben al Señor en las alturas, alábenlo en el cielo; que alaben al Señor todos sus ángeles, celestiales ejércitos.
Reyes y pueblos todos de la tierra, gobernantes y jueces de este mundo; hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, alaben al Señor y denle culto.
El nombre del Señor alaben todos, pues su nombre es excelso; su gloria sobrepasa cielo y tierra, y ha hecho fuerte a su pueblo.
Que alaben al Señor todos sus fieles, los hijos de Israel, el pueblo que ha gozado siempre de familiaridad con él.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (17, 22-27) + Gloria a ti, Señor.
[22] Cuando estaban en Galilea les dijo Jesús: -El Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres,
[23] y lo matarán, pero al tercer día resucitará. Y se pusieron muy tristes.
[24] Al llegar a Cafarnaún, se acercaron a Pedro los recaudadores del tributo y le dijeron: -¿No va a pagar vuestro Maestro el tributo?
[25] -Sí -respondió. Al entrar en la casa se anticipó Jesús y le dijo: -¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes reciben tributo o censo los reyes de la tierra: de sus hijos o de los extraños?
26] Al responderle que de los extraños, le dijo Jesús: -Luego los hijos están exentos;
[27] pero para no escandalizarlos, vete al mar, echa el anzuelo y el primer pez que pique sujétalo, ábrele la boca y encontrarás un statero; lo tomas y lo das por mí y por ti.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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