sábado, 1 de diciembre de 2012

Ya no habrá más noche, porque el Señor irradiará luz sobre ellos


Santo(s) del día: San Edmundo Campion, San Eloy

Oremos:
Fortalece, Dios misericordioso, nuestra debilidad, para que todos los que ahora recordamos con veneración a la santa Madre de Dios, podamos, por su intercesión y ayuda, levantarnos de nuestros pecados.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. 

Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan (22, 1-7) 
[1] Me mostró el río de agua de la vida, claro como un cristal, procedente del trono de Dios y del Cordero.
[2] En medio de su plaza, y en una y otra orilla del río, está el árbol de la vida, que produce frutos doce veces: cada mes da fruto; y las hojas del árbol sirven para sanar a las naciones.
[3] Ya no habrá nada maldito. En ella estará el trono de Dios y del Cordero, y sus siervos le darán culto,
[4] verán su rostro y llevarán su nombre grabado en la frente.
[5] Ya no habrá noche: no tienen necesidad de luz de lámparas ni de la luz del sol, porque el Señor Dios alumbrará sobre ellos y reinarán por los siglos de los siglos.
[6] Y me dijo: -Estas palabras son fidedignas y veraces. El Señor, Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel para manifestar a sus siervos las cosas que van a suceder pronto.
[7] Mira, vendré enseguida. Bienaventurado el que guarde las palabras de la profecía de este libro.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor. 

Salmo 94 + Demos gracias al Señor. 
Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos a él llenos de júbilo y démosle gracias.
Porque el Señor es un Dios grande, es un rey más grande que todos los dioses: en sus manos están los abismos de la tierra y son suyas las cumbres de las montañas; el mar es suyo, pues él lo hizo, y también la tierra, pues la formó con sus manos.
Demos gracias al Señor. Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos hizo, pues él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo, él nuestro pastor y nosotros, sus ovejas.


† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (21, 34-36) + Gloria a ti, Señor. 
[34] »Vigilaos a vosotros mismos, para que vuestros corazones no estén ofuscados por la crápula, la embriaguez y los afanes de esta vida, y aquel día no sobrevenga de improviso sobre vosotros,
[35] porque caerá como un lazo sobre todos aquellos que habitan en la faz de toda la tierra.
[36] Vigilad orando en todo tiempo, a fin de que podáis evitar todos estos males que van a suceder, y estar en pie delante del Hijo del Hombre.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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