martes, 4 de diciembre de 2012

Ven, Señor, rey de paz y de justicia


Santo(s) del día: Santa Bárbara

Oremos:
Señor, Dios nuestro acoge favorablemente nuestras súplicas y concédenos tu ayuda en las tribulaciones para que, reanimados con la venida de tu Hijo, ya cercana, no volvamos a mancharnos con el pecado.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén. 


Lectura del libro del profeta Isaías (11, 1-10) 
1 Saldrá un vástago de la cepa de Jesé, y de sus raíces florecerá un retoño.
2 Sobre él reposará el Espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor.
3 Y lo inspirará con el temor del Señor. No juzgará según las apariencias, ni decidirá según los rumores,
4 sino que juzgará con justicia a los desvalidos, y decidirá con rectitud a favor de los pobres de la tierra. Golpeará al país con la vara de su boca, y matará al impío con el soplo de sus labios.
5 La justicia será la correa de su cintura, y la fe, el cinturón de sus caderas.
6 Entonces el lobo convivirá con el cordero, el leopardo se tumbará con el cabrito, ternero y león joven engordarán juntos, y un niño pequeño los guiará.
7 La vaca pacerá con la osa, sus crías se recostarán juntas, y el león, como el buey, comerá paja.
8 El niño de pecho jugará junto al agujero del áspid y el destetado meterá su mano en la madriguera de la víbora.
9 Nadie hará mal ni causará daño en todo mi monte santo, porque la tierra estará llena del conocimiento del Señor, como las aguas que cubren el mar.
10 Aquel día, la raíz de Jesé se alzará como bandera para los pueblos, la buscarán las naciones, y su morada será gloriosa.
Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor.


Salmo 71 + Ven, Señor, rey de paz y de justicia.
Comunica, Señor, al rey tu juicio y tu justicia, al que es hijo de reyes; así tu siervo saldrá en defensa de tus pobres y regirá a tu pueblo justamente.
Florecerá en sus días la justicia y reinará la paz, era tras era. De mar a mar se extenderá su reino y de un extremo al otro de la tierra.
Al débil librará del poderoso y ayudará al que se encuentra sin amparo; se apiadará del desvalido y pobre y salvará la vida al desdichado.
Que bendigan al Señor eternamente y tanto como el sol, viva su nombre. Que sea la bendición del mundo entero y lo aclamen dichoso las naciones.


† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (10, 21-24) + Gloria a ti, Señor.
[21] En aquel mismo momento se llenó de gozo en el Espíritu Santo y dijo: -Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
[22] Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
[23] Y volviéndose hacia los discípulos les dijo aparte: -Bienaventurados los ojos que ven lo que estáis viendo.
[24] Pues os aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros estáis viendo y no lo vieron; y oír lo que estáis oyendo y no lo oyeron.
Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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