jueves, 26 de julio de 2012


Santo(s) del día: San Joaquín y santa Ana.

Oremos:
Padre misericordioso, que nunca dejas de tu mano a quienes has hecho arraigar en tu amistad, concédenos vivir siempre movidos por tu amor y un filial temor de ofenderte.

Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.


Lectura del libro del profeta Jeremías 2, 1-3. 7-8. 12-13
"Me abandonaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron aljibes agrietados"
Recibí esta palabra del Señor: "Ve y grita a los oídos de Jerusalén: "Así dice el Señor:
Recuerdo tu cariño de joven, tu amor de novia, cuando me seguías por el desierto, por tierra yerma. Israel era sagrada para el Señor, primicia de su cosecha: quien se atrevía a comer de ella lo pagaba, la desgracia caía sobre él -oráculo del Señor-.
Yo os conduje a un país de huertos, para que comieseis sus buenos frutos; pero entrasteis y profanasteis mi tierra, hicisteis abominable mi heredad.
Los sacerdotes no preguntaban: '¿Dónde está el Señor?', los doctores de la ley no me reconocían, los pastores se rebelaron contra mí, los profetas profetizaban por Baal, siguiendo dioses que de nada sirven.
Espantaos, cielos, de ello, horrorizaos y pasmaos -oráculo del Señor-.
Porque dos maldades ha cometido mi pueblo: Me abandonaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron aljibes, aljibes agrietados, que no retienen el agua.

Palabra de Dios. + Te alabamos, Señor.

Salmo 35 + "En ti, Señor, está la fuente viva."
Señor, tu misericordia llega al cielo, tu fidelidad hasta las nubes; tu justicia hasta las altas cordilleras, tus sentencias son como el océano inmenso.
¡Qué inapreciable es tu misericordia, oh Dios!, los humanos se acogen a la sombra de tus alas; se nutren de lo sabroso de tu casa, les das a beber del torrente de tus delicias.
Porque en ti está la fuente viva, y tu luz nos hace ver la luz. Prolonga tu misericordia con los que te reconocen, tu justicia con los rectos de corazón.


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (13, 10-17) + Gloria a ti, Señor.

 10 Los discípulos se acercaron y preguntaron a Jesús: «¿Por qué les hablas en parábolas?»
11 Jesús les respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos, no. 12 Porque al que tiene se le dará más y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. 13 Por eso les hablo en parábolas, porque miran, y no ven; oyen, pero no escuchan ni entienden.
14 En ellos se verifica la profecía de Isaías: Por más que oigan no entenderán, y por más que miren no verán. 15 Este es un pueblo de conciencia endurecida. Sus oídos no saben escuchar, sus ojos están cerrados. No quieren ver con sus ojos, ni oír con sus oídos y comprender con su corazón... Pero con eso habría conversión y yo los sanaría.
16 ¡Dichosos los ojos de ustedes, que ven!; ¡dichosos los oídos de ustedes, que oyen! 17 Yo se lo digo: muchos profetas y muchas personas santas ansiaron ver lo que ustedes están viendo, y no lo vieron; desearon oír lo que ustedes están oyendo, y no lo oyeron.

Palabra del Señor. + Gloria a ti, Señor Jesús.


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