lunes, 25 de junio de 2012

Vino para dar testimonio de la luz, y prepararle al Señor un pueblo dispuesto a recibirlo.


Santo(s) del día: San Máximo de Torino

Oremos:
Dios nuestro, que enviaste a san Juan Bautista para prepararle a Cristo, el Señor, un pueblo dispuesto a recibirlo, alegra ahora a tu Iglesia con la abundancia de los dones del Espíritu y guíala por el camino de la salvación y de la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del segundo libro de los Reyes (17, 5-8. 13-15a.18)
"El Señor arrojó de su presencia a Israel, y sólo quedó la tribu de Judá"
En aquellos días, Salmanasar, rey de Asiria, invadió el país y asedió a Samaria durante tres años.
El año noveno de Oseas, el rey de Asiria conquistó Samaria, deportó a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozán, y en las poblaciones de Media.
Eso sucedió porque, sirviendo a otros dioses, los israelitas habían pecado contra el Señor, su Dios, que los había sacado de Egipto, del poder del Faraón, rey de Egipto; procedieron según las costumbres de las naciones que el Señor había expulsado ante ellos y que introdujeron los reyes nombrados por ellos mismos.
El Señor había advertido a Israel y Judá por medio de los profetas y videntes: "Volveos de vuestro mal camino, guardad mis mandatos y preceptos, siguiendo la ley que di a vuestros padres, que les comuniqué por medio de mis siervos, los profetas."
Pero no hicieron caso, sino que se pusieron tercos, como sus padres, que no confiaron en el Señor, su Dios.
Rechazaron sus mandatos y el pacto que había hecho el Señor con sus padres, y las advertencias que les hizo.
El Señor se irritó tanto contra Israel que los arrojó de su presencia.
Sólo quedó la tribu de Judá.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 59 → "Que tu mano salvadora, Señor, nos responda."
Oh Dios, nos rechazaste y rompiste nuestras filas; / estabas airado, pero restáuranos. R.
Has sacudido y agrietado el país: / repara sus grietas, que se desmorona. / Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo, / dándole a beber un vino de vértigo. R.
Tú, oh Dios, nos has rechazado / y no sales ya con nuestras tropas. / Auxílianos contra el enemigo, / que la ayuda del hombre es inútil. / Con Dios haremos proezas, / él pisoteará a nuestros enemigos. R.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 1-5 → Gloria a ti, Señor.
1 No juzguen a los demás y no serán juzgados ustedes. 2 Porque de la misma manera que ustedes juzguen, así serán juzgados, y la misma medida que ustedes usen para los demás, será usada para ustedes. 3 ¿Qué pasa? Ves la pelusa en el ojo de tu hermano, ¿y no te das cuenta del tronco que hay en el tuyo? 4 ¿Y dices a tu hermano: Déjame sacarte esa pelusa del ojo, teniendo tú un tronco en el tuyo? 5 Hipócrita, saca primero el tronco que tienes en tu ojo y así verás mejor para sacar la pelusa del ojo de tu hermano.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.


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