viernes, 1 de junio de 2012

San Justino, mártir


Santo(s) del día: San Justino Flavia

Oremos:
Dios nuestro, tú que enseñaste a san Justino que la sabiduría verdadera consiste en conocer a Jesucristo crucificado, concédenos, por la intercesión de tu santo mártir, que nada llegue a separarnos de ti ni del amor a la cruz de Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (4, 7-13)
7 El fin de todas las cosas está cerca; vivan, pues, con sensatez y dediquen sus noches a la oración. (Pro 10,12 - Stgo 5,20) 8 Sobre todo ámense de verdad unos a otros, pues el amor hace perdonar una multitud de pecados. 9 Acójanse unos a otros en sus casas sin quejarse. (Rom 12,16 - 1Cor 12,4) 10 Que cada uno ponga al servicio de los demás el carisma que ha recibido, y de este modo serán buenos administradores de los diversos dones de Dios. 11 Si alguno habla, que sean palabras de Dios; si cumple algún ministerio, hágalo con el poder de Dios, para que Dios sea glorificado en todo por Cristo Jesús. A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
12 Queridos hermanos, no se sorprendan por el incendio que ha prendido en medio de ustedes para ponerlos a prueba. No es algo insólito lo que les sucede. (Mt 5,11) 13 Más bien alégrense de participar en los sufrimientos de Cristo, pues también se les concederán las alegrías más grandes el día en que se nos descubra su gloria.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 95 → El Señor juzgará a todas las naciones.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (11, 11-26) → Gloria a ti, Señor.
11 Entró Jesús en Jerusalén y se fue al Templo. Observó todo a su alrededor y, siendo ya tarde, salió con los Doce para volver a Betania. 12 Al día siguiente, cuando salían de Betania, sintió hambre. 13 A lo lejos divisó una higuera llena de hojas y fue a ver si encontraba algo en ella. Se acercó, pero no encontró más que hojas, pues todavía no era tiempo de higos. 14 Entonces Jesús dijo a la higuera: «¡Que nadie coma fruto de ti nunca jamás!» Y sus discípulos lo oyeron.
15 Llegaron a Jerusalén, y Jesús fue al Templo. Comenzó a echar fuera a los que se dedicaban a vender y a comprar dentro del recinto mismo. Volcaba las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los vendedores de palomas, 16 y no permitía a nadie transportar cosas por el Templo.
17 Luego se puso a enseñar y les dijo: «¿No dice Dios en la Escritura: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? ¡Pero ustedes la han convertido en una guarida de ladrones!»
18 Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley se enteraron de lo ocurrido y pensaron deshacerse de él; le tenían miedo al ver el impacto que su enseñanza producía sobre el pueblo. 19 Cada día salían de la ciudad al anochecer. 20 Cuando pasaban de madrugada, los discípulos vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz. 21 Pedro se acordó, y dijo a Jesús: «Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.» 22 Jesús respondió: «Tengan fe en Dios. 23 Yo les aseguro que el que diga a ese cerro: ¡Levántate de ahí y arrójate al mar!, si no duda en su corazón y cree que sucederá como dice, se le concederá. 24 Por eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán. 25 Y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, 26 para que su Padre del Cielo les perdone también a ustedes sus faltas.»
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

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