martes, 30 de abril de 2013

Contaron a la Iglesia todo lo que Dios había hecho con ellos


Santo(s) del día: San José Benito de Cottolengo

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (14, 19-28)
14:19 Vinieron entonces de Antioquía y de Iconio unos judíos que sedujeron a la muchedumbre, de modo que apedrearon a Pablo y le arrastraron fuera de la ciudad creyéndole muerto.
14:20 Pero rodeado de los discípulos se levantó y entró en la ciudad. Y al día siguiente marchó con Bernabé a Derbe.
14:21 Después de predicar el Evangelio en aquella ciudad y hacer numerosos discípulos, se volvieron a Listra, Iconio y Antioquía,
14:22 confortando los ánimos de los discípulos y exhortándoles a perseverar en la fe, diciéndoles que es preciso que entremos en el Reino de Dios a través de muchas tribulaciones.
14:23 Tras designar presbíteros en cada iglesia, haciendo oración y ayunando, les encomendaron al Señor, en quien habían creído.
14:24 Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia;
14:25 y después de predicar la palabra en Perge bajaron hasta Atalía.
14:26 Desde allí navegaron hasta Antioquía, de donde habían salido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían realizado.
14:27 Al llegar, reunieron a la iglesia y contaron todo lo que el Señor había hecho por mediación de ellos y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe.
14:28 Se quedaron bastante tiempo con los discípulos.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor. 

Salmo (144, 10-13ab. 21) + R. ¡Que tus fieles manifiesten tu gloria, Señor! 
Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan; que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder. R.
Así manifestarán a los hombres tu fuerza y el glorioso esplendor de tu reino: tu reino es un reino eterno, y tu dominio permanece para siempre. R.
Mi boca proclamará la alabanza del Señor: que todos los vivientes bendigan su santo Nombre. Que tus amigos manifiesten la gloria de tu reino, desde ahora y para siempre. R.

Lectura de sano Evangelio según san Juan (14, 27-31) + Gloria a ti Señor 
14:27 »La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde.
14:28 Habéis escuchado que os he dicho: «Me voy y vuelvo a vosotros». Si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo.
14:29 Os lo he dicho ahora antes de que suceda, para que cuando ocurra creáis.
14:30 Ya no hablaré mucho con vosotros, porque viene el príncipe del mundo; contra mí no puede nada,
14:31 pero el mundo debe conocer que amo al Padre y que obro tal y como me ordenó. »¡Levantaos, vámonos de aquí!
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús.


lunes, 29 de abril de 2013

¡Glorifica tu Nombre, Señor!


Santo(s) del día: Santa Catalina de Siena

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (14, 5-18)
14:5 Como se produjo un violento movimiento de gentiles y de judíos, con sus jefes, para injuriarles y apedrearles,
14:6 al enterarse, huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a la región de alrededor.
14:7 Y allí anunciaban el Evangelio.
14:8 En Listra se hallaba sentado un hombre inválido de los pies, cojo desde el seno materno, que jamás había caminado.
14:9 Éste escuchó hablar a Pablo, el cual le miró fijamente y, viendo que tenía fe para ser salvado,
14:10 dijo con fuerte voz: -¡Ponte de pie! ¡Derecho! Él dio un salto y empezó a caminar.
14:11 La muchedumbre, al ver lo que Pablo había hecho, levantó la voz diciendo en licaónico: -Los dioses han bajado hasta nosotros en forma humana.
14:12 Y llamaban a Bernabé Zeus y Hermes a Pablo, porque éste era el que llevaba la palabra.
14:13 Entonces el sacerdote del templo de Zeus que estaba situado a la entrada de la ciudad, acompañado de la gente, trajo toros y guirnaldas ante las puertas y pretendía ofrecerles un sacrificio.
14:14 Cuando los apóstoles Bernabé y Pablo lo oyeron, se rasgaron la ropa y corrieron hacia la multitud
14:15 diciendo a voces: -¡Hombres!, ¿qué es lo que hacéis? También nosotros somos hombres mortales como vosotros y os predicamos que os convirtáis de estas cosas falsas al Dios vivo, "el que hizo el cielo y la tierra y el mar y cuanto hay en ellos";
14:16 que en las generaciones pasadas permitió que cada nación siguiera su propio camino;
14:17 aunque Él no ha dejado de dar testimonio de Sí mismo, derramando bienes al enviaros desde el cielo lluvias y estaciones repletas de fruto, y llenándoos de alimento y de alegría el corazón.
14:18 Con estas palabras, a duras penas disuadieron a la multitud de ofrecerles sacrificios.
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor. 

Salmo (113 B, 1-4. 15-16) + R. ¡Glorifica tu Nombre, Señor! 
No nos glorifiques a nosotros, Señor: glorifica solamente a tu Nombre, por tu amor y tu fidelidad. ¿Por qué han de decir las naciones: «¿Dónde está su Dios?» R.
Nuestro Dios está en el cielo y en la tierra, El hace todo lo que quiere. Los ídolos, en cambio, son plata y oro, obra de las manos de los hombres. R.
Sean bendecidos por el Señor, que hizo el cielo y la tierra. El cielo pertenece al Señor, y la tierra la entregó a los hombres. R.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (14, 21-26) + Gloria a ti Señor 
14:21 El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. Y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y yo mismo me manifestaré a él.
14:22 Judas, no el Iscariote, le dijo: -Señor, ¿y qué ha pasado para que tú te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?
14:23 Jesús le respondió: -Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
14:24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que escucháis no es mía sino del Padre que me ha enviado.
14:25 Os he hablado de todo esto estando con vosotros;
14:26 pero el Paráclito, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todo y os recordará todas las cosas que os he dicho.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús.


sábado, 27 de abril de 2013

Sepan que nos dedicamos a los gentiles


Santo(s) del día: San Toribio de Mogrovejo

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (13,44-52):
13:44 El sábado siguiente se congregó casi toda la ciudad para oír la palabra del Señor.
13:45 Cuando los judíos vieron la muchedumbre se llenaron de envidia y contradecían con injurias las afirmaciones de Pablo.
13:46 Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía: -Era necesario anunciaros en primer lugar a vosotros la palabra de Dios, pero ya que la rechazáis y os juzgáis indignos de la vida eterna, nos volvemos a los gentiles.
13:47 Pues así nos lo mandó el Señor: "Te he puesto como luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta los confines de la tierra".
13:48 Al oír esto los gentiles se alegraban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban destinados a la vida eterna.
13:49 Y la palabra del Señor se propagaba por toda la región.
13:50 Pero los judíos incitaron a mujeres piadosas y distinguidas y a los principales de la ciudad, promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron de su territorio.
13:51 Éstos se sacudieron el polvo de los pies contra ellos y se dirigieron a Iconio.
13:52 Los discípulos quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.
Palabra de Dios + Te alabamos Señor.


Salmo (97,1-2ab.2cd.3ab.3cd-4)  R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R/.
El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R/.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad. R/.


Lectura del santo evangelio según san Juan (14,7-14) + Gloria a ti Señor. 
14:7 Si me habéis conocido a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora le conocéis y le habéis visto.
14:8 Felipe le dijo: -Señor, muéstranos al Padre y nos basta.
14:9 -Felipe -le contestó Jesús-, ¿tanto tiempo como llevo con vosotros y no me has conocido? El que me ha visto a mí ha visto al Padre; ¿cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»?
14:10 ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las palabras que yo os digo no las hablo por mí mismo. El Padre, que está en mí, realiza sus obras.
14:11 Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí; y si no, creed por las obras mismas.
14:12 En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y las hará mayores que éstas porque yo voy al Padre.
14:13 Y lo que pidáis en mi nombre eso haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14:14 Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
Palabra del Señor + Gloria a ti Señor Jesús.


viernes, 26 de abril de 2013

nadie va al Padre si no es a través de mí.


Santo(s) del día: San Rafael Arnaíz Barón

Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles (13,26-33).
13:26 »Hermanos, hijos de Abrahán y los que entre vosotros sois temerosos de Dios: a nosotros se nos ha enviado esta palabra de Salvación.
13:27 Los habitantes de Jerusalén y sus jefes le ignoraron y, al condenarle, cumplieron las palabras de los Profetas que se leen todos los sábados.
13:28 Y sin haber encontrado causa alguna de muerte, pidieron a Pilato que le hiciera morir.
13:29 Cuando cumplieron todo lo que sobre él estaba escrito, le bajaron del madero y lo pusieron en el sepulcro.
13:30 Pero Dios le resucitó de entre los muertos:
13:31 se apareció muchos días a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén, los mismos que ahora son sus testigos ante el pueblo.
13:32 »También nosotros os anunciamos la buena nueva de que la promesa hecha a nuestros padres
13:33 la ha cumplido Dios en nosotros, sus hijos, al resucitar a Jesús, como estaba escrito en el Salmo segundo: "Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy".
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor. 


Salmo (2,6-7.8-9.10-11) + R/. «Yo soy quien ha consagrado a mi rey en Sión, mi monte santo.» 
Voy a comunicar el decreto del Señor: Él me ha dicho: «Tú eres hijo mío, yo te he engendrado hoy.
Pídeme y serán tu herencia las naciones, tu propiedad, los confines de la tierra.
Las regirás con un cetro de hierro y quebrarás como cántaro de arcilla.»
Pues bien, reyes, entiendan, recapaciten, jueces de la tierra.
Sirvan con temor al Señor, besen, temblando, sus pies;


Lectura del santo Evangelio según San Juan 14,1-6. + Gloria ti Señor. 
14:1 »No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios, creed también en mí.
14:2 En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De lo contrario, ¿os hubiera dicho que voy a prepararos un lugar?
14:3 Cuando me haya marchado y os haya preparado un lugar, de nuevo vendré y os llevaré junto a mí, para que, donde yo estoy, estéis también vosotros.
14:4 Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.
14:5 Tomás le dijo: -Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podremos saber el camino?
14:6 -Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida -le respondió Jesús-; nadie va al Padre si no es a través de mí.
Palabra del Señor. + Gloria ti Señor Jesús.


jueves, 25 de abril de 2013

Os saluda Marcos, mi hijo


Santo(s) del día: San Marcos Evangelista, Beato Andrés Solá y Molist, San Giovanni Piamarta 

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (5,5b-14) 
5:5 De la misma forma vosotros, los jóvenes, estad sujetos a los presbíteros. Y todos, revestíos de humildad en el trato mutuo, porque "Dios resiste a los soberbios y a los humildes da la gracia".
5:6 Humillaos, por eso, bajo la mano poderosa de Dios, para que a su tiempo os exalte.
1Pe 5:7 Descargad sobre Él todas vuestras preocupaciones, porque Él cuida de vosotros.
5:8 Sed sobrios y vigilad, porque vuestro adversario, el diablo, como un león rugiente, ronda buscando a quien devorar.
5:9 Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos dispersos por el mundo soportan los mismos padecimientos.
5:10 Y, después de haber sufrido un poco, el Dios de toda gracia, que os ha llamado en Cristo a su eterna gloria, os hará idóneos y os consolidará, os dará fortaleza y estabilidad.
5:11 A él el poder por los siglos de los siglos. Amén.
5:12 Por medio de Silvano, a quien juzgo hermano fiel, os he escrito brevemente, para exhortaros y atestiguaros que ésta es la verdadera gracia de Dios. Perseverad en ella.
5:13 Os saluda la Iglesia de Babilonia -elegida como vosotros- y, en particular, Marcos, mi hijo.
5:14 Saludaos mutuamente con el beso de la caridad. La paz esté con todos vosotros que estáis en Cristo.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.

Salmo responsorial: 88 + R/.Cantaré eternamente tus misericordias, Señor. 
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad por todas las edades. Porque dije: "Tu misericordia es un edificio eterno, más que el cielo has afianzado tu fidelidad." R.
El cielo proclama tus maravillas, Señor, y tu fidelidad, en la asamblea de los ángeles. ¿Quién sobre las nubes se compara a Dios? ¿Quién como el Señor entre los seres divinos? R.
Dichoso el pueblo que sabe aclamarte: caminará, oh Señor, a la luz de tu rostro; tu nombre es su gozo cada día, tu justicia es su orgullo. R.


Lectura del santo Evangelio según san Marcos (16,15-20) + Gloria a ti Señor
16:15 Y les dijo: -Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda criatura.
16:16 El que crea y sea bautizado se salvará; pero el que no crea se condenará.
16:17 A los que crean acompañarán estos milagros: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas,
16:18 agarrarán serpientes con las manos y, si bebieran algún veneno, no les dañará; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán curados.
16:19 El Señor, Jesús, después de hablarles, se elevó al cielo y está sentado a la derecha de Dios.
16:20 Y ellos, partiendo de allí, predicaron por todas partes, y el Señor cooperaba y confirmaba la palabra con los milagros que la acompañaban.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús.


miércoles, 24 de abril de 2013

Resérvame a Saulo y a Bernabé


Santo(s) del día: San Fidel de Sigmaringa

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (12, 24—13, 5)
12:24 La palabra de Dios crecía y se multiplicaba.
12:25 Bernabé y Saulo volvieron a Jerusalén una vez cumplido su ministerio, y se trajeron a Juan, llamado Marcos.
13:1 En la iglesia de Antioquía había profetas y maestros: Bernabé y Simón, que era llamado el Negro, Lucio, el de Cirene, y Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo.
13:2 Mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, dijo el Espíritu Santo: -Separadme a Bernabé y a Saulo para la obra que les he destinado.
13:3 Y después de ayunar, orar e imponerles las manos, los despidieron.
13:4 Entonces ellos, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia, y de allí navegaron rumbo a Chipre.
13:5 Al llegar a Salamina se pusieron a predicar la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos, y tenían a Juan como colaborador.
Palabra de Dios Te alabamos Señor.


Salmo (66, 2-3. 5-6. 8) + R. ¡Que todos los pueblos te den gracias, Señor! 
El Señor tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro sobre nosotros, para que en la tierra se reconozca su dominio, y su victoria entre las naciones. R.
Que canten de alegría las naciones, porque gobiernas a los pueblos con justicia y guías a las naciones de la tierra. ¡Que los pueblos te den gracias, Señor! R.
¡Que todos los pueblos te den gracias! Que Dios nos bendiga, y lo teman todos los confines de la tierra. ¡Que los pueblos te den gracias, Señor! R.


Lectura del santo Evangelio según san Juan (12, 44-50) + Gloria a ti Señor
12:44 Jesús clamó y dijo: -El que cree en mí, no cree en mí, sino en Aquel que me ha enviado;
12:45 y el que me ve a mí, ve al que me ha enviado.
12:46 Yo soy la luz que ha venido al mundo para que todo el que cree en mí no permanezca en tinieblas.
12:47 Y si alguien escucha mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
12:48 Quien me desprecia y no recibe mis palabras tiene quien le juzgue: la palabra que he hablado, ésa le juzgará en el último día.
12:49 Porque yo no he hablado por mí mismo, sino que el Padre que me envió, Él me ha ordenado lo que tengo que decir y hablar.
12:50 Y sé que su mandato es vida eterna; por tanto, lo que yo hablo, según me lo ha dicho el Padre, así lo hablo.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús.


martes, 23 de abril de 2013

También anunciaron a los paganos al Señor Jesús


Santo(s) del día: San Adalberto de Praga

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (11, 19-26) 
11:19 Los que se habían dispersado por la tribulación surgida por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, predicando la palabra sólo a los judíos.
11:20 Entre ellos había algunos chipriotas y cirenenses, que, cuando entraron en Antioquía, hablaban también a los griegos, anunciándoles el Evangelio del Señor Jesús.
11:21 La mano del Señor estaba con ellos y un gran número creyó y se convirtió al Señor.
11:22 Llegó esta noticia a oídos de la iglesia que había en Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía.
11:23 Cuando llegó y vio la gracia de Dios se alegró, y a todos les exhortaba a permanecer en el Señor con un corazón firme,
11:24 porque era un hombre bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran muchedumbre se adhirió al Señor.
11:25 Marchó Bernabé a Tarso para buscar a Saulo,
11:26 lo encontró y lo condujo a Antioquía. Estuvieron juntos en aquella iglesia un año entero y adoctrinaron a una gran muchedumbre. Fue en Antioquía donde los discípulos recibieron por primera vez el nombre de cristianos.
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor. 

Salmo (86, 1-7) + R. ¡Alaben al Señor, todas las naciones!
¡Ésta es la ciudad que fundó el Señor sobre las santas Montañas! Él ama las puertas de Sión más que a todas las moradas de Jacob. Cosas admirables se dicen de ti, Ciudad de Dios. R.
«Contaré a Egipto y a Babilonia entre aquéllos que me conocen; filisteos, tirios y etíopes han nacido en ella». Así se hablará de Sión: «Éste, y también aquél, han nacido en ella, y el Altísimo en persona la ha fundado». R.
Al registrar a los pueblos, el Señor escribirá: «Éste ha nacido en ella». y todos cantarán, mientras danzan: «Todas mis fuentes de vida están en ti». R.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (10, 22-30) Gloria a ti Señor. 
10:22 Se celebraba por aquel tiempo en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno.
10:23 Paseaba Jesús por el Templo, en el pórtico de Salomón.
10:24 Entonces le rodearon los judíos y comenzaron a decirle: -¿Hasta cuándo nos vas a tener en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo claramente.
10:25 Les respondió Jesús: -Os lo he dicho y no lo creéis; las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí.
10:26 Pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas.
10:27 Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y me siguen.
10:28 Yo les doy vida eterna; no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mi mano.
10:29 Mi Padre, que me las dio, es mayor que todos; y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre.
10:30 Yo y el Padre somos uno.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús. 


lunes, 22 de abril de 2013

También a los paganos ha concedido Dios el don de la conversión que conduce a la vida


Santo(s) del día: San Sotero

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (11, 1-18)
11:1 Los apóstoles y los hermanos que estaban en Judea oyeron que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios.
11:2 Y cuando Pedro subió a Jerusalén, los de la circuncisión le reprochaban:
11:3 -¡Has entrado en casa de incircuncisos y has comido con ellos! -le decían.
11:4 Pedro comenzó a explicarles de forma ordenada lo sucedido:
11:5 -Estaba yo orando en la ciudad de Jope cuando tuve en éxtasis una visión: cierto objeto como un gran mantel bajaba del cielo sujeto por sus cuatro puntas y llegó hasta mí.
11:6 Lo miré con atención y vi en él cuadrúpedos de la tierra, fieras, reptiles y aves del cielo.
11:7 Oí entonces una voz que me decía: «Levántate, Pedro, mata y come».
11:8 Yo respondí: «De ningún modo, Señor, porque jamás ha entrado en mi boca nada profano o impuro».
11:9 Pero la voz venida del cielo me dijo por segunda vez: «Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano».
11:10 Esto ocurrió tres veces; y al fin todo fue arrebatado al cielo.
11:11 Inmediatamente después se presentaron tres hombres en la casa donde estábamos, enviados a mí desde Cesarea.
11:12 Y me dijo el Espíritu que fuese con ellos sin ningún reparo. Vinieron también conmigo estos seis hermanos y entramos en la casa de aquel hombre.
11:13 Él nos contó cómo había visto en su casa un ángel que, de pie, le decía: «Manda aviso a Jope y haz venir a Simón, llamado Pedro,
11:14 quien te dirá palabras por las que seréis salvados tú y toda tu casa».
11:15 Y cuando comencé a hablar, descendió sobre ellos el Espíritu Santo, igual que al principio lo hizo sobre nosotros.
11:16 Entonces recordé la palabra del Señor cuando decía: «Juan bautizó en agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo».
11:17 Si Dios les concedió el mismo don que a nosotros, que creímos en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para estorbar a Dios?
11:18 Al oír esto se tranquilizaron y glorificaron a Dios diciendo: -Luego también a los gentiles les ha concedido Dios la conversión para la Vida.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor 


Salmo (41, 2-3; 42, 3-4) + R. ¡Mi alma tiene sed de ti, Dios viviente!
Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente: ¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios? R.
Envíame tu luz y tu verdad: que ellas me encaminen' y me guíen a tu santa Montaña, hasta el lugar donde habitas. R.
Y llegaré al altar de Dios, el Dios que es la alegría de mi vida; y te daré gracias con la cítara, Señor, Dios mío. R.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (10, 11-18) + Gloria a ti Señor 
10:11 »Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas.
10:12 El asalariado, el que no es pastor y al que no le pertenecen las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye -y el lobo las arrebata y las dispersa-,
10:13 porque es asalariado y no le importan las ovejas.
10:14 Yo soy el buen pastor, conozco las mías y las mías me conocen.
10:15 Como el Padre me conoce a mí, así yo conozco al Padre, y doy mi vida por las ovejas.
10:16 Tengo otras ovejas que no son de este redil, a ésas también es necesario que las traiga, y oirán mi voz y 10:17 Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida para tomarla de nuevo.
10:18 Nadie me la quita, sino que yo la doy libremente. Tengo potestad para darla y tengo potestad para recuperarla. Éste es el mandato que he recibido de mi Padre.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús.


sábado, 20 de abril de 2013

¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?


Santo(s) del día: Santa Inés Montepulciano

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (9, 31-42)
9:31 La Iglesia gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaría. Se consolidaba y caminaba en el temor del Señor y crecía con el consuelo del Espíritu Santo.
9:32 Mientras recorría Pedro todos los lugares, llegó hasta los santos que vivían en Lida.
9:33 Encontró allí a un hombre llamado Eneas, que era paralítico y llevaba ocho años postrado en cama.
9:34 Pedro le dijo: -¡Eneas!, Cristo Jesús te cura. Levántate y deja listo tu lecho. Inmediatamente se levantó.
9:35 Lo vieron todos los que vivían en Lida y Sarón y se convirtieron al Señor.
9:36 Había en Jope una discípula llamada Tabita -que traducido significa «Gacela»-, que hacía muchísimas buenas obras y limosnas.
9:37 Aconteció por aquellos días que cayó enferma y murió. Después de lavarla, la colocaron en la estancia superior.
9:38 Como Lida está cerca de Jope, al oír los discípulos que Pedro se encontraba allí, enviaron a dos hombres para rogarle: -No tardes en venir junto a nosotros.
9:39 Pedro se levantó y fue con ellos. En cuanto llegó, le condujeron a la estancia superior y le rodearon todas las viudas, que lloraban y mostraban las túnicas y los mantos que Gacela les había confeccionado cuando vivía con ellas.
9:40 Pedro hizo salir a todos, se puso de rodillas y oró. Después, vuelto hacia el cuerpo, dijo: -Tabita, levántate. Ella abrió los ojos y al ver a Pedro se incorporó.
9:41 Dándole la mano la levantó, llamó a los santos y a las viudas, y se la presentó con vida.
9:42 El hecho se supo en toda Jope y muchos creyeron en el Señor.
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor 

Salmo (115, 12-17) + R. ¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo? 
¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo? Alzaré la copa de la salvación e invocaré el Nombre del Señor. R.
Cumpliré mis votos al Señor, en presencia de todo su pueblo. ¡Qué penosa es para el Señor la muerte de sus amigos! R.
Yo, Señor, soy tu servidor, tu servidor, lo mismo que mi madre: por eso rompiste mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio dé alabanza, e invocaré el Nombre del Señor. R.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (6, 60-69) + Gloria a ti Señor
6:60 Al oír esto, muchos de sus discípulos dijeron: -Es dura esta enseñanza, ¿quién puede escucharla?
6:61 Jesús, conociendo en su interior que sus discípulos estaban murmurando de esto, les dijo: -¿Esto os escandaliza?
6:62 Pues, ¿si vierais al Hijo del Hombre subir adonde estaba antes?
6:63 El espíritu es el que da vida, la carne no sirve de nada: las palabras que os he hablado son espíritu y son vida.
6:64 Sin embargo, hay algunos de vosotros que no creen. En efecto, Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién era el que le iba a entregar.
6:65 Y añadía: -Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí si no se lo ha concedido el Padre.
6:66 Desde ese momento muchos discípulos se echaron atrás y ya no andaban con él.
6:67 Entonces Jesús les dijo a los doce: -¿También vosotros queréis marcharos?
6:68 Le respondió Simón Pedro: -Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna;
6:69 nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús.


viernes, 19 de abril de 2013

Mi carne es la verdadera comida, y mi sangre, la verdadera bebida


Santo(s) del día: San Expedito

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (9, 1-20)
9:1 Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, se presentó ante el sumo sacerdote
9:2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, con el fin de llevar detenidos a Jerusalén a cuantos encontrara, hombres y mujeres, seguidores del Camino.
9:3 Pero mientras se dirigía allí, al acercarse a Damasco, de repente le envolvió de resplandor una luz del cielo.
9:4 Cayó al suelo y oyó una voz que le decía: -Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
9:5 Respondió: -¿Quién eres tú, Señor? Y él: -Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
9:6 Levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que tienes que hacer.
9:7 Los hombres que le acompañaban se detuvieron estupefactos, puesto que oían la voz pero no veían a nadie.
9:8 Se levantó Saulo del suelo y, aunque tenía abiertos los ojos, no veía nada. Le condujeron de la mano a Damasco,
9:9 donde estuvo tres días sin vista y sin comer ni beber.
9:10 Había en Damasco un discípulo, de nombre Ananías, a quien el Señor habló en una visión: -¡Ananías! Él respondió: -Aquí estoy, Señor.
9:11 El Señor le dijo: -Levántate y vete a la calle que se llama Recta, y busca en casa de Judas a uno de Tarso, de nombre Saulo, que está orando
9:12 -y vio Saulo en una visión que un hombre llamado Ananías entraba y le imponía las manos, para que recobrase la vista.
9:13 -Señor -respondió Ananías-, he oído a muchos cuánto mal ha causado este hombre a tus santos en Jerusalén,
9:14 y que tiene aquí poderes de los príncipes de los sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.
9:15 El Señor le dijo: -Vete, porque éste es mi instrumento elegido para llevar mi nombre ante los gentiles, los reyes y los hijos de Israel.
9:16 Yo le mostraré lo que deberá sufrir a causa de mi nombre.
9:17 Marchó Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y dijo: -Saulo, hermano, me ha enviado el Señor Jesús, el que se te apareció en el camino por donde venías, para que recobres la vista y te llenes del Espíritu Santo.
9:18 Al instante cayeron de sus ojos una especie de escamas y recobró la vista; se levantó y fue bautizado,
9:19 y tomando algo de comer recuperó las fuerzas. Estuvo algunos días con los discípulos que había en Damasco,
9:20 y enseguida empezó a predicar a Jesús en las sinagogas: -Éste es el Hijo de Dios.
Palabra de Dios + Te alabamos Señor. 


Salmo 116 + R. ¡Vayan y anuncien la Buena Noticia! 
¡Aleluya! Alabad al Señor todas las naciones, aclamadlo todos los pueblos.
Porque firme es con nosotros su misericordia, la fidelidad del Señor permanece para siempre.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (6, 51-59) + Gloria a ti Señor 
6:52 Los judíos se pusieron a discutir entre ellos: -¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
6:53 Jesús les dijo: -En verdad, en verdad os digo que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros.
6:54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré en el último día.
6:55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.
6:56 El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
6:57 Igual que el Padre que me envió vive y yo vivo por el Padre, así, aquel que me come vivirá por mí.
6:58 Éste es el pan que ha bajado del cielo, no como el que comieron los padres y murieron: quien come este pan vivirá eternamente.
6:59 Estas cosas dijo en la sinagoga, enseñando en Cafarnaún.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús


jueves, 18 de abril de 2013

Nadie puede venir a mí si no le atrae el Padre que me ha enviado


Santo(s) del día: San Francisco Solano

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (8, 26-40) Siguió su viaje lleno de alegría
8:26 Un ángel del Señor le habló a Felipe: -Levántate y vete hacia el sur, a la ruta que baja de Jerusalén a Gaza y que está desierta.
8:27 Se levantó y se puso en camino. En esto, un hombre de Etiopía, eunuco, dignatario de Candace -la reina de Etiopía- y superintendente de su tesoro, que había venido a Jerusalén para adorar a Dios,
8:28 volvía sentado en su carro leyendo al profeta Isaías.
8:29 Le dijo entonces el Espíritu a Felipe: -Acércate y ponte al lado de ese carro.
8:30 Corrió Felipe a su lado y oyó que leía al profeta Isaías. Entonces le dijo: -¿Entiendes lo que lees?
8:31 Él respondió: -¿Cómo lo voy a entender si no me lo explica alguien? Rogó entonces a Felipe que subiera y se sentase junto a él.
8:32 El pasaje de la Escritura que iba leyendo era el siguiente: "Como oveja fue llevado al matadero, y como mudo cordero ante el esquilador, así no abrió la boca."
8:33 "En su humillación se le negó la justicia. ¿Quién hablará de su posteridad?, ya que su vida es arrebatada de la tierra".
8:34 El eunuco le dijo a Felipe: -Te ruego que me digas de quién dice esto el profeta: ¿de sí mismo o de algún otro?
8:35 Entonces Felipe tomó la palabra y, comenzando por este pasaje, le anunció el Evangelio de Jesús.
8:36 Mientras iban por el camino llegaron a un lugar donde había agua, y le dijo el eunuco: -Aquí hay agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?
8:38 Mandó detener el carro y bajaron los dos, Felipe y el eunuco, hasta el agua. Y le bautizó.
8:39 Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y no le vio más el eunuco, que siguió alegre su camino.
8:40 Felipe se encontró en Azoto y anunciaba el Evangelio a todas las ciudades por donde pasaba, hasta que llegó a Cesarea.
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor 


Salmo (65) + R/.Aclamad al Señor, tierra entera. 
Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, haced resonar sus alabanzas, porque él nos ha devuelto la vida y no dejó que tropezaran nuestros pies. R.
Fieles de Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo: a él gritó mi boca y lo ensalzó mi lengua. R.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica ni me retiró su favor. R.


Lectura del santo Evangelio según san Juan (6,44-51) + Gloria a ti Señor
6:44 Nadie puede venir a mí si no le atrae el Padre que me ha enviado, y yo le resucitaré en el último día.
6:45 Está escrito en los Profetas: "Y serán todos enseñados por Dios". Todo el que ha escuchado al que viene del Padre, y ha aprendido, viene a mí.
6:46 No es que alguien haya visto al Padre, sino que aquel que procede de Dios, ése ha visto al Padre.
6:47 En verdad, en verdad os digo que el que cree tiene vida eterna.
6:48 »Yo soy el pan de vida.
6:49 Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron.
6:50 Éste es el pan que baja del cielo, para que si alguien lo come no muera.
6:51 Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguno come este pan vivirá eternamente; y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús.


miércoles, 17 de abril de 2013

Esta es la voluntad de mi Padre, que el que ve al Hijo tenga Vida eterna


Santo(s) del día: Santa Kateri Tekakwitha

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (8, 1b-8)
8:1 Se desató aquel día una gran persecución contra la iglesia de Jerusalén, y todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaría.
8:2 Unos varones piadosos enterraron a Esteban e hicieron un gran duelo por él.
8:3 Por su parte, Saulo hacía estragos en la Iglesia, iba de casa en casa, apresaba a hombres y mujeres y los metía en la cárcel.
8:4 Los que se habían dispersado iban de un lugar a otro anunciando la palabra del Evangelio.
8:5 Felipe bajó a la ciudad de Samaría y les predicaba a Cristo.
8:6 La muchedumbre atendía unánime a lo que decía Felipe, al oír y ver los signos milagrosos que realizaba,
8:7 pues los espíritus impuros salían, con grandes voces, de muchos que estaban poseídos por ellos, y muchos paralíticos y cojos eran curados.
8:8 Hubo gran alegría en aquella ciudad.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor 


Salmo (65, 1-3a. 4-7ª) + R. ¡Aclame al Señor toda la tierra! 
¡Aclame al Señor toda la tierra! ¡Canten la gloria de su Nombre! Tribútenle una alabanza gloriosa, digan al Señor: «¡Qué admirables son tus obras!» R.
Toda la tierra se postra ante ti, y canta en tu honor, en honor de tu Nombre. Vengan a ver las obras del Señor, las cosas admirables que hizo por los hombres. R.
Él convirtió el Mar en tierra firme, a pie atravesaron el Río. Por eso, alegrémonos en Él,
que gobierna eternamente con su fuerza. R.


Lectura del santo Evangelio según san Juan (6, 35-40) + Gloria a ti Señor
6:35 Jesús les respondió: -Yo soy el pan de vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá nunca sed.
6:36 Pero os lo he dicho: me habéis visto y no creéis.
6:37 Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que viene a mí no lo echaré fuera,
6:38 porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad sino la voluntad de Aquel que me ha enviado.
6:39 Ésta es la voluntad de Aquel que me ha enviado: que no pierda nada de lo que Él me ha dado, sino que lo resucite en el último día.
6:40 Porque ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo le resucitaré en el último día.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.

martes, 16 de abril de 2013

Señor Jesús, recibe mi espíritu


Santo(s) del día: Santa Bernardita 

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (7, 51--8, 1)
7:51 »¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! ¡Vosotros os estáis siempre resistiendo al Espíritu Santo: como vuestros padres así también vosotros!
7:52 ¿A qué profeta no persiguieron vuestros padres? Asesinaron a los que anunciaban la venida del Justo, del que ahora vosotros habéis sido traidores y asesinos,
7:53 los que recibisteis la Ley por ministerio de ángeles y no la guardasteis.
7:54 Al oír esto ardían de ira en sus corazones y rechinaban los dientes contra él.
7:55 Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios,
7:56 y dijo: -Mirad, veo los cielos abiertos y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios.
7:57 Entonces clamaron a voz en grito, se taparon los oídos y se lanzaron a una contra él.
7:58 Lo sacaron fuera de la ciudad y le lapidaron. Los testigos dejaron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo,
7:59 y se pusieron a lapidar a Esteban, que oraba diciendo: -Señor Jesús, recibe mi espíritu.
7:60 Puesto de rodillas clamó con fuerte voz: -Señor, no les tengas en cuenta este pecado. Y con estas palabras murió.
8:1 Se desató aquel día una gran persecución contra la iglesia de Jerusalén, y todos, excepto los apóstoles, se dispersaron por las regiones de Judea y Samaría.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor 

Salmo (30, 3cd-4. 6. 7b. 8a. 17. 21ab) + R. ¡Pongo mi vida en tus manos, Señor!
Sé para mí una roca protectora, un baluarte donde me encuentre a salvo, porque Tú eres mi Roca y mi baluarte: por tu Nombre, guíame y condúceme. R.
Yo pongo mi vida en tus manos: Tú me rescatarás, Señor, Dios fiel. Confío en el Señor.
¡Tu amor será mi gozo y mi alegría! R.
Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia; al amparo de tu rostro ocultas a tus fieles de las intrigas de los hombres. R.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (6, 30-35)
6:30 Le dijeron: -¿Y qué signo haces tú, para que lo veamos y te creamos? ¿Qué obras realizas tú?
6:31 Nuestros padres comieron en el desierto el maná, como está escrito: "Les dio a comer pan del cielo".
6:32 Les respondió Jesús: -En verdad, en verdad os digo que Moisés no os dio el pan del cielo, sino que mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
6:33 Porque el pan de Dios es el que ha bajado del cielo y da la vida al mundo.
6:34 -Señor, danos siempre de este pan -le dijeron ellos.
6:35 Jesús les respondió: -Yo soy el pan de vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá nunca sed.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.


lunes, 15 de abril de 2013

Trabajen no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la vida eterna


Santo(s) del día: Santa Basilisa Anastasia

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (6, 8-15)
6:8 Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.
6:9 Se levantaron a discutir con Esteban algunos de la sinagoga llamada de los libertos, de los cirenenses y alejandrinos, con otros de Cilicia y Asia.
6:10 Pero no podían resistir la sabiduría y el Espíritu con que hablaba.
6:11 Sobornaron entonces a unos hombres que dijeron: -Nosotros le hemos oído proferir palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios.
6:12 Amotinaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y se presentaron de improviso para prenderle y llevarlo ante el Sanedrín.
6:13 Presentaron testigos falsos que decían: -Este hombre no deja de proferir palabras contra este lugar santo y contra la Ley.
6:14 Porque le hemos oído decir que ese Jesús, el Nazareno, destruirá este lugar y cambiará las costumbres que nos ha transmitido Moisés.
6:15 Y al fijarse en él todos los que estaban sentados en el Sanedrín vieron que su rostro era como el de un ángel.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor 

Salmo (118, 23-24. 26-27. 29-30) + R. ¡Feliz el que sigue la ley del Señor!
Aunque los poderosos se confabulen contra mí, yo meditaré tus preceptos. Porque tus prescripciones son todo mi deleite, Y tus preceptos, mis consejeros. R.
Te expuse mi conducta y Tú me escuchaste: enséñame tus preceptos. Instrúyeme en el camino de tus leyes, y yo meditaré tus maravillas. R.
Apártame del camino de la mentira, y dame la gracia de conocer tu ley. Elegí el camino de la verdad, puse tus decretos delante de mí. R.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (6, 22-29) + Gloria a ti Señor 
6:22 Al día siguiente, la multitud que estaba al otro lado del mar vio que no había allí más que una sola barca, y que Jesús no había subido a ella con sus discípulos, sino que éstos se habían marchado solos.
6:23 De Tiberíades otras barcas llegaron cerca del lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias al Señor.
6:24 Cuando la multitud vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún buscando a Jesús.
6:25 Y al encontrarle en la otra orilla del mar, le preguntaron: -Maestro, ¿cuándo has llegado aquí?
6:26 Jesús les respondió: -En verdad, en verdad os digo que vosotros me buscáis no por haber visto los signos, sino porque habéis comido los panes y os habéis saciado.
6:27 Obrad no por el alimento que se consume sino por el que perdura hasta la vida eterna, el que os dará el Hijo del Hombre, pues a éste lo confirmó Dios Padre con su sello.
6:28 Ellos le preguntaron: -¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?
6:29 Jesús les respondió: -Ésta es la obra de Dios: que creáis en quien Él ha enviado.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.


sábado, 13 de abril de 2013

Vieron a Jesús caminando sobre el agua


Santo(s) del día: San Martín I

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (6, 1-7)
En aquellos días, como el número de discípulos aumentaba, los helenistas comenzaron a murmurar contra los hebreos porque se desatendía a sus viudas en la distribución diaria de los alimentos.
Entonces los Doce convocaron a todos los discípulos y les dijeron: «No es justo que descuidemos el ministerio de la Palabra de Dios para ocupamos de servir las mesas. Es preferible, hermanos, que busquen entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encargaremos esta tarea. De esa manera, podremos dedicamos a la oración y al ministerio de la Palabra».
La asamblea aprobó esta propuesta y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe y a Prócoro, a Nicanor ya Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía. Los presentaron a los Apóstoles, y éstos, después de orar, les impusieron las manos.
Así la Palabra de Dios se extendía cada vez más, el número de discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén y muchos sacerdotes abrazaban la fe.
Palabra de Dios. + TE alabamos Señor

Salmo (32, 1-2. 4-5. 18-19) + R. ¡Que tu amor descienda sobre nosotros, Señor!
Aclamen, justos, al Señor: es propio de los buenos alabarlo. Alaben al Señor con la cítara, toquen en su honor el arpa de diez cuerdas. R.
Porque la palabra del Señor es recta y Él obra siempre con lealtad; Él ama la justicia y el derecho, y la tierra está llena de su amor. R.
Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y sustentarlos en el tiempo de indigencia. R.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (6, 16-21) + Gloria a ti Señor 
Al atardecer de ese mismo día, en que Jesús había multiplicado los panes, los discípulos bajaron a la orilla del mar y se embarcaron, para dirigirse a Cafarnaúm, que está en la otra orilla. Ya era de noche y Jesús aún no se había reunido con ellos. El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento.
Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. Él les dijo: «Soy Yo, no teman».
Ellos quisieron subirlo a la barca, pero ésta tocó tierra en seguida en el lugar adonde iban.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús


viernes, 12 de abril de 2013

Salieron dichosos, de haber sido considerados dignos de padecer por el Nombre de Jesús


Santo(s) del día: San José Moscati 

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (5, 34-42)
Un fariseo, llamado Gamaliel, que era doctor de la Ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en medio del Sanedrín. Después de hacer salir por un momento a los Apóstoles, dijo a los del Sanedrín:
«Israelitas, cuídense bien de lo que van a hacer con esos hombres. Hace poco apareció Teudas, que pretendía ser un personaje, y lo siguieron unos cuatrocientos hombres; sin embargo, lo mataron, sus partidarios se dispersaron, y ya no queda nada.
Después de él, en la época del censo, apareció Judas de Galilea, que también arrastró mucha gente: igualmente murió, y todos sus partidarios se dispersaron. Por eso, ahora les digo: No se metan con esos hombres y déjenlos en paz, porque si lo que ellos intentan hacer viene de los hombres, se destruirá por sí mismo, pero si verdaderamente viene de Dios, ustedes no podrán destruirlos y correrán el riesgo de embarcarse en una lucha contra Dios».
Los del Sanedrín siguieron su consejo: llamaron a los Apóstoles, y después de hacerlos azotar, les prohibieron hablar en el Nombre de Jesús y los soltaron.
Los Apóstoles, por su parte, salieron del Sanedrín, dichosos de haber sido considerados dignos de padecer por el Nombre de Jesús. Y todos los días, tanto en el Templo como en las casas, no cesaban de enseñar y de anunciar la Buena Noticia de Cristo Jesús.
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor 

Salmo (26, 1. 4. 13-14) R. El Señor es mi luz y mi salvación. 
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? R.
Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la Casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y contemplar su Templo. R.
Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor. R.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (6, 1-15) Gloria a ti señor 
Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía sanando a los enfermos. Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos.
Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a Él y dijo a Felipe: «¿Dónde compraremos pan para darles de comer?»
Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer.
Felipe le respondió: «Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: «Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?»
Jesús le respondió: «Háganlos sentar».
Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran uno cinco mil hombres. Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron.
Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: «Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada».
Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada.
Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía: «Éste es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo».
Jesús, sabiendo que querían apoderarse de Él para hacerla rey, se retiró otra vez solo a la montaña.
Palabra del Señor. + Gloria a ti señor Jesús


jueves, 11 de abril de 2013

El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos


Santo(s) del día: San Estanilao Cracovia, San Antipas

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (5, 27-33)
5:27 Los condujeron y presentaron al Sanedrín. El sumo sacerdote les interrogó:
5:28 -¿No os habíamos mandado expresamente que no enseñaseis en ese nombre? En cambio, vosotros habéis llenado Jerusalén con vuestra doctrina y queréis hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre.
5:29 Pedro y los apóstoles respondieron: -Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.
5:30 El Dios de nuestros padres ha resucitado a Jesús, al que vosotros matasteis colgándolo de un madero.
5:31 A éste lo exaltó Dios a su derecha, como Príncipe y Salvador, para otorgar a Israel la conversión y el perdón de los pecados.
5:32 Y de estas cosas somos testigos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios ha dado a todos los que le obedecen.
5:33 Al oír esto se enfurecieron y querían matarlos.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor 

Salmo (33, 2. 9. 17-20) + R. El Señor escucha al pobre que lo invoca.
Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en Él se refugian! R.
El Señor rechaza a los que hacen el mal para borrar su recuerdo de la tierra. Cuando ellos claman, el Señor los escucha y los libra de todas sus angustias. R.
El Señor está cerca del que sufre y salva a los que están abatidos. El justo padece muchos males, pero el Señor lo libra de ellos. R.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (3, 31-36) + Gloria a ti Señor 
3:31 El que viene de lo alto está sobre todos. El que es de la tierra, de la tierra es y de la tierra habla. El que viene del cielo está sobre todos,
3:32 y da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio.
3:33 El que recibe su testimonio confirma que Dios es veraz;
3:34 pues aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque da el Espíritu sin medida.
3:35 El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en sus manos.
3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero quien rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús.


miércoles, 10 de abril de 2013

El Señor escucha al pobre que lo invoca.


Santo(s) del día: San Ezequiel

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (5, 17-26)
5:17 El sumo sacerdote y todos los que le acompañaban, que eran de la secta de los saduceos, se levantaron llenos de envidia.
5:18 Prendieron a los apóstoles y los metieron en la prisión pública.
5:19 Pero un ángel del Señor abrió de noche las puertas de la cárcel, los sacó y les dijo:
5:20 -Salid, presentaos en el Templo y predicad al pueblo toda la doctrina que concierne a esta Vida.
5:21 Después de haberlo escuchado, entraron de madrugada en el Templo y comenzaron a enseñar. En cuanto llegaron el sumo sacerdote y los que le acompañaban, convocaron el Sanedrín y todo el consejo de ancianos de los hijos de Israel y enviaron a buscarlos a la prisión.
5:22 Pero al llegar los alguaciles no los encontraron en la cárcel, y regresaron y comunicaron la noticia:
5:23 -Hemos encontrado la cárcel cerrada, bien custodiada, y a los centinelas firmes ante las puertas; pero al abrir no hemos encontrado a nadie dentro.
5:24 Cuando oyeron estas palabras el oficial del Templo y los príncipes de los sacerdotes, se quedaron perplejos por lo que habría sido de ellos.
5:25 Llegó uno y les anunció: -Los hombres que metisteis en la cárcel están en el Templo y siguen enseñando al pueblo.
5:26 Entonces fue el oficial con los alguaciles y los trajo, no por la fuerza, porque tenían miedo de que el pueblo les apedrease. 
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor. 


SALMO (33, 2-9) + R. El Señor escucha al pobre que lo invoca.
Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. Mi alma se gloría en el Señor: que lo oigan los humildes y se alegren. R.
Glorifiquen conmigo al Señor, alabemos su Nombre todos juntos. Busqué al Señor: Él me respondió y me libró de todos mis temores. R.
Miren hacia Él y quedarán resplandecientes, y sus rostros no se avergonzarán. Este pobre hombre invocó al Señor: Él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R.
El Ángel del Señor acampa en tomo de sus fieles, y los libra. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en Él se refugian! R.


Lectura del santo Evangelio según san Juan (3, 16-21) Gloria a ti Señor
3:16 Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
3:17 Pues Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
3:18 El que cree en él no es juzgado; pero quien no cree ya está juzgado, porque no cree en el nombre del Hijo Unigénito de Dios.
3:19 Éste es el juicio: que vino la luz al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
3:20 Pues todo el que obra mal odia la luz y no viene a la luz, para que sus obras no le acusen.
3:21 Pero el que obra según la verdad viene a la luz, para que sus obras se pongan de manifiesto, porque han sido hechas según Dios.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús.


martes, 9 de abril de 2013

Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre


Santo(s) del día: San Lorenzo de Irlanda

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (4, 32-37)
La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos.
Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima.
Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades.
Y así José, llamado por los Apóstoles Bernabé -que quiere decir hijo del consuelo-, un levita nacido en Chipre que poseía un campo, lo vendió, y puso el dinero a disposición de los Apóstoles.
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor 


Salmo (92, 1-2. 5) + R. ¡Reina el Señor, revestido de majestad!
¡Reina el Señor, revestido de majestad! El Señor se ha revestido, se ha ceñido de poder.
El mundo está firmemente establecido: ¡no se moverá jamás! R.
Tu trono está firme desde siempre, Tú existes desde la eternidad. Tus testimonios, Señor, son dignos de fe, la santidad embellece tu Casa a lo largo de los tiempos. R.


Lectura del santo Evangelio según san Juan (3, 7b-15) Gloria a ti Señor 
Jesús dijo a Nicodemo:
«Ustedes tienen que renacer de lo alto.
El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu».
«¿Cómo es posible todo esto?», le volvió a preguntar Nicodemo.
Jesús le respondió: «¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas?
Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo?
Nadie ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que está en el cielo.
De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en Él tengan Vida eterna».
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús. 


lunes, 8 de abril de 2013

Está escrito de mí en el libro: Aquí estoy, yo vengo para hacer, Dios, tu voluntad


Santo(s) del día: Pedro Bienvenido Noailles 

Solemnidad de la Anunciación

Lectura del libro de Isaías (7, 10-14; 8, 10) 
El Señor habló a Ajaz en estos términos:
«Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas».
Pero Ajaz respondió: «No lo pediré ni tentaré al Señor».
Isaías dijo: «Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la virgen está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel, que significa Dios está con nosotros».
Palabra de Dios. Te alabamos Señor

Salmo 39, 7-11 + R. ¡Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad! 
Tú no quisiste víctima ni oblación, pero me diste un oído atento; no pediste holocaustos ni sacrificios, entonces dije: «Aquí estoy». R.
«En el libro de la Ley está escrito lo que tengo que hacer: yo amo, Dios mío, tu voluntad, y tu ley está en mi corazón». R.
Proclamé gozosamente tu justicia en la gran asamblea; no, no mantuve cerrados mis labios, Tú lo sabes, Señor. R.
No escondí tu justicia dentro de mí, proclamé tu fidelidad y tu salvación, y no oculté a la gran asamblea tu amor y tu fidelidad. R.

Lectura de la carta a los Hebreos (10, 4-10) 
Hermanos:
Es imposible que la sangre de toros y chivos quite los pecados. Por eso, Cristo, al entrar en el mundo, dijo:
«Tú no has querido sacrificio ni oblación; en cambio, me has dado un cuerpo.
No has mirado con agrado los holocaustos ni los sacrificios expiatorios.
Entonces dije: Dios, aquí estoy, yo vengo -como está escrito de mí en el libro de la Ley- para hacer tu voluntad».
Él comienza diciendo: «Tú no has querido ni has mirado con agrado los sacrificios, los holocaustos, ni los sacrificios expiatorios», a pesar de que están prescritos por la Ley". Y luego añade: «Aquí estoy, yo vengo para hacer tu voluntad». Así declara abolido el primer régimen para establecer el segundo.
Y en virtud de esta voluntad quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor 

Lectura del santo Evangelio según san Lucas (1, 26-38) Gloria a ti Señor 
El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Ángel entró en su casa y la saludo, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo».
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin».
María dijo al Ángel:
«¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?»
El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios».
María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra».
Y el Ángel se alejó.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.


sábado, 6 de abril de 2013

Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.


Santo(s) del día: Los Mártires de Persia

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (4, 13-21)
Los miembros del Sanedrín estaban asombrados de la seguridad con que Pedro y Juan hablaban, a pesar de ser personas poco instruidas y sin cultura. Reconocieron que eran los que habían acompañado a Jesús, pero no podían replicarles nada, porque el hombre que había sido sanado estaba de pie, al lado de ellos.
Entonces les ordenaron salir del Sanedrín y comenzaron a deliberar, diciendo: «¿Qué haremos con estos hombres? Porque no podemos negar que han realizado un signo bien patente, que es notorio para todos los habitantes de Jerusalén. A fin de evitar que la cosa se divulgue más entre el pueblo, debemos amenazarlos, para que de ahora en adelante no hablen de ese Nombre».
Los llamaron y les prohibieron terminantemente que dijeran una sola palabra o enseñaran en el Nombre de Jesús. Pedro y Juan les respondieron: «Juzguen si está bien a los ojos del Señor que les obedezcamos a ustedes antes que a Dios. Nosotros no podemos callar lo que hemos visto y oído».
Después de amenazarlos nuevamente, los dejaron en libertad, ya que no sabían cómo castigarlos, por temor al pueblo que alababa a Dios al ver lo que había sucedido.
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor 

Salmo (117, 1.14-16. 18-21) + R. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste. 
¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! El Señor es mi fuerza mi protección; Él fue mi salvación.Un grito de alegría y de victoria resuena en las carpas de los justos. R
«La mano del Señor hace proezas, la mano del Señor es sublime, la mano del Señor hace proezas». El Señor me castigó duramente, pero no me entregó a la muerte. R.
«Abran las puertas de la justicia y entraré para dar gracias al Señor». «Ésta es la puerta del Señor: sólo los justos entran por ella». Yo te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación. R.

Lectura del santo Evangelio según san Marcos (16, 9-15) + Gloria a ti Señor 
Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquélla de quien había echado siete demonios. Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban. Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron.
Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado. y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron.
En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado. Entonces les dijo: «Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación».
Palabra del Señor + Gloria a ti Señor Jesús.


viernes, 5 de abril de 2013

Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado


Santo(s) del día: San Vicente Ferrer

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (4, 1-12)
Mientras los Apóstoles hablaban al pueblo, se presentaron ante ellos los sacerdotes, el jefe de los guardias del Templo y los saduceos, irritados de que predicaran y anunciaran al pueblo la resurrección de los muertos cumplida en la persona de Jesús. Éstos detuvieron a los Apóstoles y los encarcelaron hasta el día siguiente, porque ya era tarde.
Muchos de los que habían escuchado la Palabra abrazaron la fe, y así el número de creyentes, contando sólo los hombres, se elevó a unos cinco mil.
Al día siguiente, se reunieron en Jerusalén los jefes de los judíos, los ancianos y los escribas, con Anás, el Sumo Sacerdote, Caifás, Juan, Alejandro y todos los miembros de las familias de los sumos sacerdotes. Hicieron comparecer a los Apóstoles y los interrogaron: «¿Con qué poder o en nombre de quién ustedes hicieron eso?»
Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, ya que hoy se nos pide cuenta del bien que hicimos a un enfermo y de cómo fue sanado, sepan ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre está aquí sano delante de ustedes por el nombre de nuestro Señor Jesucristo de Nazaret, al que ustedes crucificaron y Dios resucitó de entre los muertos. El es la piedra que ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular. Porque en ningún otro existe la salvación, ni hay bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos salvamos».
Palabra de Dios. Te alabamos Señor. 


Salmo (117, 1-2. 4. 22-27ª) + R. ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es terno su amor!
Que lo diga el pueblo de Israel: ¡es eterno su amor! Que lo digan los que temen al Señor: ¡es eterno su amor! R.
La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a nuestros ojos. Éste es el día que hizo el Señor: alegrémonos y regocijémonos en él. R.
Sálvanos, Señor, asegúranos la prosperidad. ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Nosotros los bendecimos desde la Casa del Señor: el Señor es Dios, y Él nos ilumina. R.


Lectura del santo Evangelio según san Juan (21, 1-14) Gloria ti Señor.
Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades.
Sucedió así: estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos.
Simón Pedro les dijo: «Voy a pescar».
Ellos le respondieron: «Vamos también nosotros». Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada.
Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era Él. Jesús les dijo: «Muchachos, ¿tienen algo para comer?»
Ellos respondieron: «No».
Él les dijo: «Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán». Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: «¡Es el Señor! »
Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua. Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de la orilla.
Al bajar a tierra vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y pan. Jesús les dijo: «Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar».
Simón Pedro subió a la barca y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo: «Vengan a comer».
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres?», porque sabían que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos.
Palabra del Señor. + Gloria ti Señor Jesús


jueves, 4 de abril de 2013

Así estaba escrito: el Mesías padecerá y resucitará de entre los muertos al tercer día


Santo(s) del día: San Isidoro de Sevilla 

Lectura de Hechos 3,11-26
En aquellos días, mientras el paralítico curado seguía aún con Pedro y Juan, la gente, asombrada, acudió corriendo al pórtico de Salomón, donde ellos estaban. Pedro, al ver a la gente, les dirigió la palabra: "Israelitas, ¿por qué os extrañáis de esto? ¿Por qué nos miráis como si hubiéramos hecho andar a éste con nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Rechazasteis al santo, al justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos. Como éste que veis aquí y que conocéis ha creído en su nombre, su nombre le ha dado vigor; su fe le ha restituido completamente la salud, a vista de todos vosotros.
Sin embargo, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, y vuestras autoridades lo mismo; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer. Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados; a ver si el Señor manda tiempos de consuelo, y envía a Jesús, el Mesías que os estaba destinado. Aunque tiene que quedarse en el cielo hasta la restauración universal que Dios anunció por boca de los santos profetas antiguos.
Moisés dijo: "El Señor Dios sacará de entre vosotros un profeta como yo: escucharéis todo lo que os diga; y quien no escuche al profeta será excluido del pueblo." Y, desde Samuel, todos los profetas anunciaron también estos días. Vosotros sois los hijos de los profetas, los hijos de la alianza que hizo Dios con vuestros padres, cuando le dijo a Abrahán: "Tu descendencia será la bendición de todas las razas de la tierra." Dios resucitó a su siervo y os lo envía en primer lugar a vosotros, para que os traiga la bendición, si os apartáis de vuestros pecados."
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor 

Salmo: 8 + R/.Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra! 
¡Señor, dueño nuestro, ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle poder? R.
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad, le diste el mando sobre las obras de tus manos, todo lo sometiste bajo sus pies. R.
Rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del cielo, los peces del mar, que trazan sendas por el mar. R.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 24,35-48 + Gloria a ti Señor.
En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan. Estaban hablando de estas cosas, cuando se presenta Jesús en medio de ellos y les dice: "Paz a vosotros." Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. Él les dijo: "¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo."
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: "¿Tenéis ahí algo de comer?" Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo: "Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse." Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió: "Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto."
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús. 

miércoles, 3 de abril de 2013

Lo reconocieron al partir el pan


Lectura de los Hechos de los Apóstoles (3, 1-10) 
En una ocasión, Pedro y Juan subían al Templo para la oración de la tarde. Allí encontraron a un paralítico de nacimiento, que ponían diariamente junto a la puerta del Templo llamada «la Hermosa», para pedir limosna a los que entraban. Cuando él vio a Pedro y a Juan entrar en el Templo, les pidió una limosna.
Entonces Pedro, fijando la mirada en él, lo mismo que Juan, le dijo: «Míranos».
El hombre los miró fijamente esperando que le dieran algo. Pedro le dijo: «No tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en el Nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y camina». Y tomándolo de la mano derecha, lo levantó; de inmediato, se le fortalecieron los pies y los tobillos.
Dando un salto, se puso de pie y comenzó a caminar; y entró con ellos en el Templo, caminando, saltando y glorificando a Dios. Toda la gente lo vio caminar y alabar a Dios. Reconocieron que era el mendigo que pedía limosna sentado a la puerta del Templo llamada «la Hermosa», y quedaron asombrados y llenos de admiración por lo que le había sucedido.
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor.

SALMO (104, 1-4. 6-9) + R. Alégrense los que buscan al Señor 
¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, hagan conocer entre los pueblos sus proezas; canten al Señor con instrumentos musicales, pregonen todas sus maravillas! R.
¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor! ¡Recurran al Señor y a su poder, busquen constantemente su rostro! R.
Descendientes de Abraham, su servidor, hijos de Jacob, su elegido: el Señor es nuestro Dios, en toda la tierra rigen sus decretos. R.
Él se acuerda eternamente de su alianza, de la palabra que dio por mil generaciones, del pacto que selló con Abraham, del juramento que hizo a Isaac. R.

Lectura del santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas (24, 13-35) + Gloria a ti Señor 
El primer día de la semana, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén. En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido.
Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos. Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran. Él les dijo: «¿Qué comentaban por el camino?»
Ellos se detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: «¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!»
«¿Qué cosa?», les preguntó.
Ellos respondieron: «Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo, y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que fuera El quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas. Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro y al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles, asegurándoles que Él está vivo. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a Él no lo vieron».
Jesús les dijo: «¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?» y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a Él.
Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba».
Él entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero Él había desaparecido de su vista. Y se decían: «¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?»
En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás: que estaban con ellos, y éstos les dijeron: «Es verdad, ¡el Señor; ha resucitado y se apareció a Simón!»
Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Palabra del Señor. + Gloria a ti Señor Jesús.

martes, 2 de abril de 2013

He visto al Señor y me ha dicho estas palabras


Santo(s) del día: San Francisco de Paula, Pedro Calungsod

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 2, 36-41
El día de Pentecostés, Pedro dijo a los judíos:
«Todo el pueblo de Israel debe reconocer que a ese Jesús que ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Mesías».
Al oír estas cosas, todos se conmovieron profundamente, y dijeron a Pedro y a los otros Apóstoles: «Hermanos, ¿qué debemos hacer?»
Pedro les respondió: «Que cada uno de ustedes se convierta y se haga bautizar en el Nombre de Jesucristo para que les sean perdonados los pecados, y así recibirán el don del Espíritu Santo. Porque la promesa ha sido hecha a ustedes y a sus hijos, y a todos aquéllos que están lejos: a cuantos el Señor, nuestro Dios, quiera llamar».
Y con muchos otros argumentos les daba testimonio y los exhortaba a que se pusieran a salvo de esta generación perversa.
Los que recibieron su palabra se hicieron bautizar; y ese día se unieron a ellos alrededor de tres mil.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor 

SALMO (32, 4-5. 18-20. 22) + R. La tierra está llena del amor del Señor. 
La palabra del Señor es recta y Él obra siempre con lealtad; Él ama la justicia y el derecho, y la tierra está llena de su amor. R.
Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y sustentarlos en el tiempo de indigencia. R.
Nuestra alma espera en el Señor; Él es nuestra ayuda y nuestro escudo. Señor, que tu amor descienda sobre nosotros, conforme a la esperanza que tenemos en Ti. R.


Lectura del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan (20, 11-18) Gloria a ti Señor
María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies del lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús. Ellos le dijeron: «Mujer, ¿por qué lloras?»
María respondió: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Al decir esto se dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció.
Jesús le preguntó: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el cuidador del huerto, le respondió: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo».
Jesús le dijo: «¡María!»
Ella lo reconoció y le dijo en hebreo: «¡Raboní!», es decir, «¡Maestro!» Jesús le dijo: «No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: "Subo a mi Padre y Padre de ustedes; a mi Dios y Dios de ustedes"».
María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que Él le había dicho esas palabras.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.


lunes, 1 de abril de 2013

“Id, avisad a mis hermanos (...). Allí me verán.”


Lectura de los Hechos de los Apóstoles 2, 14. 22-33 
El día de Pentecostés, Pedro poniéndose de pie con los Once, levantó la voz y dijo:
«Hombres de Judea y todos los que habitan en Jerusalén, presten atención, porque voy a explicarles lo que ha sucedido.
A Jesús de Nazaret, el hombre que Dios acreditó ante ustedes realizando por su intermedio los milagros, prodigios y signos que todos conocen, a ese hombre que había sido entregado conforme al plan y a la previsión de Dios, ustedes lo hicieron morir, clavándolo en la cruz por medio de los infieles. Pero Dios lo resucitó, librándolo de las angustias de la muerte, porque no era posible que ella tuviera dominio sobre Él.
En efecto, refiriéndose a Él, dijo David:
"Veía sin cesar al Señor delante de mí, porque Él está a mi derecha para que yo no vacile.
Por eso se alegra mi corazón y mi lengua canta llena de gozo.
También mi cuerpo descansará en la esperanza, porque Tú no entregarás mi alma al Abismo, ni dejarás que tu servidor sufra la corrupción.
Tú me has hecho conocer los caminos de la vida y me llenarás de gozo en tu presencia".
Hermanos, permítanme decirles con toda franqueza que el patriarca David murió y fue sepultado, y su tumba se conserva entre nosotros hasta el día de hoy. Pero como él era profeta, sabía que Dios le había jurado que un descendiente suyo se sentaría en su trono. Por eso previó y anunció la resurrección del Mesías, cuando dijo que "no fue entregado al Abismo ni su cuerpo sufrió la corrupción". A este Jesús, Dios lo resucitó, y todos nosotros somos testigos. Exaltado por el poder de Dios, Él recibió del Padre el Espíritu Santo prometido, y lo ha comunicado como ustedes ven y oyen».
Palabra de Dios. + Te alabamos Señor 


SALMO (15, 1-2a. 5. 7-11) R. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti. 
Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti. Yo digo al Señor: «Señor, Tú eres mi bien».
El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz, ¡Tú decides mi suerte! R.
Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche me instruye mi conciencia! Tengo siempre presente al Señor: Él está a mi lado, nunca vacilaré. R.
Por eso mi corazón se alegra, se regocijan mis entrañas y todo mi ser descansa seguro: porque no me entregarás a la Muerte ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro. R.
Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha. R.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo (28, 8-15) Gloria a ti Señor 
Las mujeres, que habían ido al sepulcro, después de oír el anuncio del Ángel, se alejaron rápidamente de allí, atemorizadas pero llenas de alegría, y fueron a dar la noticia a los discípulos.
De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: «Alégrense». Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de Él. Y Jesús les dijo: «No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán».
Mientras ellas se alejaban, algunos guardias fueron a la ciudad para contar a los sumos sacerdotes todo lo que había sucedido. Éstos se reunieron con los ancianos y, de común acuerdo, dieron a los soldados una gran cantidad de dinero, con esta consigna: «Digan así: "Sus discípulos vinieron durante la noche y robaron su cuerpo, mientras dormíamos". Si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros nos encargaremos de apaciguarlo y de evitarles a ustedes cualquier contratiempo».
Ellos recibieron el dinero y cumplieron la consigna. Esta versión se ha difundido entre los judíos hasta el día de hoy.
Palabra del Señor. Gloria ti Señor