martes, 5 de febrero de 2013

Te alabarán, Señor, los que te buscan


Santo(s) del día: Santa Águeda

Lectura de la carta a los Hebreos (12,1-4):
Una nube ingente de testigos nos rodea: por tanto, quitémonos lo que nos estorba y el pecado que nos ata, y corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Recordad al que soportó la oposición de los pecadores, y no os canséis ni perdáis el ánimo. Todavía no habéis llegado a la sangre en vuestra pelea contra el pecado.
Palabra de Dios + Te alabamos Señor 


Salmo: 21,26b-27.28.30.31-32 + R/. Te alabarán, Señor, los que te buscan 
Te alabaré ante la gran asamblea. Cumpliré mis votos delante de quienes le temen. R/
Los pobres comerán hasta saciarse, alabarán al Señor los que le buscan. ¡Que vuestro corazón viva por siempre! R/
Se acordarán y se convertirán al Señor los enteros confines de la tierra; se postrarán en su presencia todas las familias de las naciones, R/
porque del Señor es el Reino, Él domina a las naciones. R/
Ante Él solo se postrarán los que duermen en la tierra, ante Él doblarán la rodilla cuantos bajan al polvo. Pero mi alma vivirá para Él. R/
Mi descendencia le servirá, hablará del Señor a la generación venidera, R/
y proclamarán su justicia al pueblo que ha de nacer. «Así lo hará el Señor». R/


Lectura del santo evangelio según san Marcos (5,21-43): + Gloria a ti Señor
21 Y tras cruzar de nuevo Jesús en la barca hasta la orilla opuesta, se congregó una gran muchedumbre a su alrededor mientras él estaba junto al mar.
22 Viene uno de los jefes de la sinagoga, que se llamaba Jairo. Al verlo, se postra a sus pies
23 y le suplica con insistencia diciendo: -Mi hija está en las últimas. Ven, pon las manos sobre ella para que se salve y viva.
24 Se fue con él, y le seguía la muchedumbre, que le apretujaba.
25 Y una mujer que tenía un flujo de sangre desde hacía doce años,
26 y que había sufrido mucho a manos de muchos médicos y se había gastado todos sus bienes sin aprovecharle de nada, sino que iba de mal en peor,
27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la muchedumbre y le tocó el manto
28 -porque decía: «Con que toque su ropa, me curaré»-.
29 Y de repente se secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que estaba curada de la enfermedad.
30 Y al momento Jesús conoció en sí mismo la fuerza salida de él y, vuelto hacia la muchedumbre, decía: -¿Quién me ha tocado la ropa?
31 Y le decían sus discípulos: -Ves que la muchedumbre te apretuja y dices: «¿Quién me ha tocado?».
32 Y miraba a su alrededor para ver a la que había hecho esto.
33  La mujer, asustada y temblando, sabiendo lo que le había ocurrido, se acercó, se postró ante él y le dijo toda la verdad. 
34  Él entonces le dijo: -Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda curada de tu dolencia. 
35 Todavía estaba él hablando, cuando llegan desde la casa del jefe de la sinagoga, diciendo: -Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas ya al Maestro? 
36 Jesús, al oír lo que hablaban, le dice al jefe de la sinagoga: -No temas, tan sólo ten fe.
37 Y no permitió que nadie le siguiera, excepto Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago.
38 Llegan a la casa del jefe de la sinagoga, y ve el alboroto y a los que lloraban y a las plañideras.
39 Y al entrar, les dice: -¿Por qué alborotáis y estáis llorando? La niña no ha muerto, sino que duerme.
40 Y se burlaban de él. Pero él, haciendo salir a todos, toma consigo al padre y a la madre de la niña y a los que le acompañaban, y entra donde estaba la niña.
41 Y tomando la mano de la niña, le dice: -"Talitha qum" -que significa: «Niña, a ti te digo, levántate».
42 Y enseguida la niña se levantó y se puso a andar, pues tenía doce años. Y quedaron llenos de asombro.
43 Les insistió mucho en que nadie lo supiera, y dijo que le dieran a ella de comer.
Palabra del Señor + Gloria a ti Señor Jesús


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