sábado, 30 de junio de 2012

Tengo los ojos puestos en el Señor


Santo(s) del día: Mártires de Roma

Oremos:
Nos acogemos, Señor, a tu providencia, que nunca se equivoca, y te pedimos humildemente que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquello que pueda contribuir a nuestro bien.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro de las Lamentaciones (2, 2. 10-14. 18-19)
El Señor ha destruido sin piedad todas las moradas de Jacob; en su furor ha destruido las fortalezas de Judá; ha echado por tierra y deshonrado al rey y a sus príncipes.
En el suelo están sentados, en silencio, los ancianos de Sión; se han echado ceniza en la cabeza y se han vestido de sayal. Humillan su cabeza hasta la tierra las doncellas de Jerusalén.
Mis ojos se consumen de tanto llorar y el dolor me quema las entrañas; la bilis me amarga la boca por el desastre de mi pueblo, al ver que los niños y lactantes desfallecen en las plazas de la ciudad.
Los niños les preguntan a sus madres:
“¿Dónde hay pan?” Y caen sin fuerzas, como heridos, en las plazas de la ciudad, y expiran en brazos de sus madres. ¿Con quién podré compararte, Jerusalén? ¿Con quién te podré asemejar? ¿O qué palabras te podré decir para consolarte, virgen, hija de Sión? Inmensa como el mar es tu desgracia.
¿Quién podrá curarte? Tus profetas te engañaron con sus visiones falsas e insensatas. No te hicieron ver tus pecados para evitarte así el cautiverio, y sólo te anunciaron falsedades e ilusiones.
Clama, pues, al Señor con toda el alma; gime, Jerusalén; deja correr a torrentes tus lágrimas de día y de noche; no te concedas descanso; que no dejen de llorar las niñas de tus ojos.
Levántate y clama al Señor durante toda la noche; derrama como agua tu corazón en la presencia de Dios; alza tus manos hacia él y ruega por la vida de tus pequeñuelos.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 73 → No te olvides, Señor, de nosotros.
¿Por qué, Dios nuestro, nos has abandonado y está ardiendo tu cólera contra las ovejas de tu rebaño? Acuérdate de la comunidad que adquiriste desde antiguo, de la tribu que rescataste para posesión tuya, del monte Sión, donde pusiste tu morada.
Ven a ver estas ruinas interminables: el enemigo ha arrasado todo el santuario; rugieron los agresores en medio de tu asamblea, levantaron sus estandartes.
Parecía que se abrían paso a hachazos en medio de la maleza. Con martillos y mazos destrozaron todas las puertas; prendieron fuego a tu santuario, derribaron y profanaron tu morada.
Acuérdate de tu alianza, Señor, pues todo el país está lleno de violencia. Que el humilde no salga defraudado, y los pobres y afligidos alaben tu nombre.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (8, 5-17) → Gloria a ti, Señor.
5 Al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión, suplicándole: 6 «Señor, mi muchacho está en cama, totalmente paralizado, y sufre terriblemente.» 7 Jesús le dijo: «Yo iré a sanarlo.» 8 El centurión contestó: «Señor, ¿quién soy yo para que entres en mi casa? Di no más una palabra y mi sirviente sanará. 9 Pues yo, que no soy más que un capitán, tengo soldados a mis órdenes, y cuando le digo a uno: Vete, él se va; y si le digo a otro: Ven, él viene; y si ordeno a mi sirviente: Haz tal cosa, él la hace.»
10 Jesús se quedó admirado al oír esto, y dijo a los que le seguían: «Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta fe. 11 Yo se lo digo: vendrán muchos del oriente y del occidente para sentarse a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los Cielos, 12 mientras que aquellos a quienes se destinaba el Reino serán echados a las tinieblas de afuera: allí será el llorar y rechinar de dientes.»
13 Luego Jesús dijo al capitán: «Vete a casa, hágase todo como has creído.» Y en ese mismo momento el muchacho quedó sano.
14 Jesús fue a casa de Pedro; allí encontró a la suegra de éste en cama, con fiebre. 15 Jesús le tocó la mano y se le pasó la fiebre. Ella se levantó y comenzó a atenderle.
16 Al atardecer le llevaron muchos endemoniados. Él expulsó a los espíritus malos con una sola palabra, y sanó también a todos los enfermos. 17 Así se cumplió lo que había anunciado el profeta Isaías: Él tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

viernes, 29 de junio de 2012

San Pedro y san Pablo, apóstoles - solemnidad


Santo(s) del día: Santos Pedro y Pablo

Oremos:
Dios nuestro, que nos llenas de santa alegría con la solemnidad de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, haz que tu Iglesia se mantenga siempre fiel a las enseñanzas de estos Apóstoles, de quienes recibió el primer anuncio de la fe.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (12, 1-11)
En aquellos días, el rey Herodes mandó apresar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos. Mandó pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan, y viendo que eso agradaba a los judíos, también hizo apresar a Pedro. Esto sucedió durante los días de la fiesta de los panes Azimos.
Después de apresarlo, lo hizo encarcelar y lo puso bajo la vigilancia de cuatro turnos de guardia, de cuatro soldados cada turno. Su intención era hacerlo comparecer ante el pueblo después de la Pascua.
Mientras Pedro estaba en la cárcel, la comunidad no cesaba de orar a Dios por él. La noche anterior al día en que Herodes iba a hacerlo comparecer ante el pueblo, Pedro estaba durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas y los centinelas cuidaban la puerta de la prisión.
De pronto apareció el ángel del Señor y el calabozo se llenó de luz. El ángel tocó a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo: “Levántate pronto”.
Entonces las cadenas que le sujetaban las manos se le cayeron. El ángel le dijo: “Cíñete la túnica y ponte las sandalias”, y Pedro obedeció. Después le dijo: “Ponte el manto y sígueme”. Pedro salió detrás de él, sin saber si era verdad o no lo que el ángel hacía, y le parecía más bien que estaba soñando.
Pasaron el primero y el segundo puesto de guardia y llegaron a la puerta de hierro que daba a la calle. La puerta se abrió sola delante de ellos. Salieron y caminaron hasta la esquina de la calle y de pronto el ángel desapareció.
Entonces, Pedro se dio cuenta de lo que pasaba y dijo:
“Ahora sí estoy seguro de que el Señor envió a su ángel para librarme de las manos de Herodes y de todo cuanto el pueblo judío esperaba que me hicieran”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 33 → El Señor me libró de todos mis temores.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su pueblo al escucharlo.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos su poder. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de todos mis temores.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los pobres y los libra de todas sus angustias.
Junto a aquellos que temen al Señor el ángel del Señor acampa y los protege. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugia en él.


Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4, 6-8. 17-18)
Querido hermano:
Ha llegado para mí la hora del sacrificio y se acerca el momento de mi partida. He luchado bien en el combate, he corrido hasta la meta, he perseverado en la fe. Ahora sólo espero la corona merecida, con la que el Señor, justo juez, me premiará en aquel día, y no solamente a mí, sino a todos aquellos que esperan con amor su glorioso advenimiento.
Cuando todos me abandonaron, el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara claramente el mensaje de salvación y lo oyeran todos los paganos.
Y fui librado de las fauces del león. El Señor me seguirá librando de todos los peligros y me llevará sano y salvo a su Reino celestial.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (16, 13-19) → Gloria a ti, Señor.
13 Jesús se fue a la región de Cesarea de Filipo. Estando allí, preguntó a sus discípulos: «Según el parecer de la gente, ¿quién es este Hijo del Hombre?» 14 Respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista, otros que eres Elías o Jeremías, o alguno de los profetas.»
15 Jesús les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» 16 Pedro contestó: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo.» 17 Jesús le replicó: «Feliz eres, Simón Barjona, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos.
18 Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. 19 Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.»
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.


jueves, 28 de junio de 2012

Socórrenos, Dios, salvador nuestro.


Santo(s) del día: San Irineo

Oremos:
Señor, tú que llamaste al obispo san Ireneo a defender tu verdad y a traer la paz a tu Iglesia, aumenta en nosotros la fe y la caridad a fin de que nos esforcemos siempre por fomentar la unidad y la concordia entre los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del segundo libro de los Reyes (24, 8-17)
Joaquín tenía dieciocho años cuando subió al trono, y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre se llamaba Nejustá, hija de Elnatán, de Jerusalén. Joaquín, igual que su padre, hizo lo que el Señor reprueba.
En aquel tiempo, subió contra Jerusalén el ejército de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y sitió la ciudad. Nabucodonosor llegó a la ciudad mientras sus hombres la sitiaban. Entonces Joaquín, rey de Judá, junto con su madre, sus servidores, sus jefes y sus funcionarios, se rindieron al rey de Babilonia y éste los hizo prisioneros.
Era el octavo año del reinado de Nabucodonosor. Nabucodonosor se llevó de Jerusalén todos los tesoros del templo del Señor y los del palacio real. Destrozó todos los objetos de oro que Salomón, rey de Israel, había hecho para el templo, conforme a las órdenes del Señor.
Nabucodonosor se llevó al cautiverio a toda Jerusalén, a todos los jefes y hombres de importancia, con todos los carpinteros y herreros, en número de diez mil, y sólo dejó a la gente pobre de la región. También llevó cautivos a Babilonia al rey Joaquín, con su madre, sus mujeres, los funcionarios de palacio y toda la gente valiosa, todos los soldados, en número de siete mil, los carpinteros y herreros, en número de mil; y todos los hombres aptos para la guerra fueron deportados a Babilonia.
Y en lugar de Joaquín, Nabucodonosor nombró rey a un tío de Joaquín, Matanías, a quien le puso el nombre de Sedecías.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.


Salmo 78 → Socórrenos, Dios, salvador nuestro.
Dios mío, los paganos han invadido tu propiedad, han profanado tu santo templo y han convertido a Jerusalén en ruinas.
Han echado los cadáveres de tus siervos a las aves de rapiña, y la carne de tus fieles, a los animales feroces.
Hemos sido el escarnio de nuestros vecinos, la irrisión y la burla de los que nos rodean. ¿Hasta cuándo, Señor, vas a estar enojado y va a arder como fuego tu ira?
No recuerdes, Señor, contra nosotros las culpas de nuestros padres. Que tu amor venga pronto a socorrernos, porque estamos totalmente abatidos.
Para que sepan quién eres, socórrenos, Dios y salvador nuestro. Para que sepan quién eres, sálvanos y perdona nuestros pecados.


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (7, 21-29) → Gloria a ti, Señor. 21 No bastará con decirme: ¡Señor!, ¡Señor!, para entrar en el Reino de los Cielos; más bien entrará el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo. 22 Aquel día muchos me dirán: ¡Señor, Señor!, hemos hablado en tu nombre, y en tu nombre hemos expulsado demonios y realizado muchos milagros. 23 Entonces yo les diré claramente: Nunca les conocí. ¡Aléjense de mí ustedes que hacen el mal!
24 Si uno escucha estas palabras mías y las pone en práctica, dirán de él: aquí tienen al hombre sabio y prudente, que edificó su casa sobre roca. 25 Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra aquella casa, pero la casa no se derrumbó, porque tenía los cimientos sobre roca. 26 Pero dirán del que oye estas palabras mías, y no las pone en práctica: aquí tienen a un tonto que construyó su casa sobre arena. 27 Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y se arrojaron contra esa casa: la casa se derrumbó y todo fue un gran desastre.»
28 Cuando Jesús terminó este discurso, la gente estaba admirada de cómo enseñaba, 29 porque lo hacía con autoridad y no como sus maestros de la Ley.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.


miércoles, 27 de junio de 2012

Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho


Santo(s) del día: San Cirilo de Alejandría

Oremos:
Concédenos, Señor, que el curso de los acontecimientos del mundo se desenvuelva, según tu voluntad, en la justicia y en la paz, y que tu Iglesia pueda servirte con tranquilidad y alegría.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del segundo libro de los Reyes (22, 8-13; 23, 1-3)
Por aquel entonces, el sumo sacerdote Jilquías dijo a Safán, delegado del rey Josías:
“He hallado en el templo el libro de la ley”. Jilquías entregó el libro a Safán, quien lo leyó. Luego, Safán fue a ver al rey y le rindió cuentas, diciendo:
“Tus siervos han fundido el dinero del templo y se lo han entregado a los encargados de las obras”. Y añadió:
“El sacerdote Jilquías me ha entregado un libro”. Y lo leyó en presencia del rey. Cuando el rey oyó las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestiduras y ordenó al sacerdote Jilquías; a Ajicam, hijo de Safán; a Akbor, hijo de Miqueas; al delegado Safán y a Asaías, ministro suyo:
“Vayan a consultar lo que dice el Señor acerca de mí, del pueblo y de todo Judá en este libro que se ha encontrado, pues el Señor está enfurecido con nosotros, porque nuestros padres no escucharon las palabras de este libro y no cumplieron lo que en él está escrito”.
Cuando ellos trajeron la respuesta, el rey convocó a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén y se dirigió hacia el templo, acompañado por los hombres de Judá y todos los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, desde el más pequeño hasta el más grande, y les leyó el libro de la alianza, hallado en el templo.
Después, de pie sobre el estrado y en presencia del Señor, renovó la alianza, comprometiéndose a seguir al Señor y a cumplir sus preceptos, normas y mandatos, con todo el corazón y toda el alma, y a poner en vigor las palabras de esta alianza, escritas en el libro. Y todo el pueblo renovó también la alianza.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 118 → Muéstranos, Señor, el camino de tus leyes.
Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes y yo lo seguiré con cuidado. Enséñame a cumplir tu voluntad y a guardarla de todo corazón.
Guíame por la senda de tu ley, que es lo que quiero. Inclina mi corazón a tus preceptos, y no a la avaricia.
Aparta mis ojos de las vanidades, dame vida con tu palabra. Mira cómo anhelo tus decretos: dame vida con tu justicia.


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (7, 15-20) → Gloria a ti, Señor.
15 Cuídense de los falsos profetas: se presentan ante ustedes con piel de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. 16 Ustedes los reconocerán por sus frutos. ¿Cosecha rían ustedes uvas de los espinos o higos de los cardos?
17 Lo mismo pasa con un árbol sano: da frutos buenos, mientras que el árbol malo produce frutos malos. 18 Un árbol bueno no puede dar frutos malos, como tampoco un árbol malo puede producir frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buenos frutos se corta y se echa al fuego. 20 Por lo tanto, ustedes los reconocerán por sus obras.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.


martes, 26 de junio de 2012

Recordamos, Señor, tu gran amor


Santo(s) del día: San Josemaría Escrivá de Balaguer

Oremos:
Concédenos, Señor, ser dóciles a las inspiraciones de tu Espíritu para que realicemos siempre en nuestra vida tu santa voluntad.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del segundo libro de los Reyes (19, 9-11. 14-21. 31-35. 36)
En aquellos días, Senaquerib, rey de Asiria, envió mensajeros para decir a Ezequías: “Díganle esto a Ezequías, rey de Judá:
‘Que no te engañe tu Dios, en el que confías, pensando que no será entregada Jerusalén en manos del rey de Asiria. Sabes bien que los reyes de Asiria han exterminado a todos los países, ¿y crees que sólo tú te vas a librar de mí?’ ”
Ezequías tomó la carta de manos de los mensajeros y la leyó. Luego se fue al templo, y desenrollando la carta delante del Señor, hizo esta oración:
“Señor, Dios de Israel, que estás sobre los querubines, tú eres el único Dios de todas las naciones del mundo, tú has hecho los cielos y la tierra. Acerca, Señor, tus oídos y escucha; abre, Señor, tus ojos y mira.
Oye las palabras con que Senaquerib te ha insultado a ti, Dios vivo. Es cierto, Señor, que los reyes de Asiria han exterminado a todas las naciones y han entregado sus dioses al fuego, porque ésos no son dioses, sino objetos de madera y de piedra, hechos por hombres, y por eso han sido aniquilados. Pero tú, Señor, Dios nuestro, sálvanos de su mano para que sepan todas las naciones que sólo tú, Señor, eres Dios”.
Entonces el profeta Isaías, hijo de Amós, mandó decir a Ezequías: “Esto dice el Señor, Dios de Israel:
‘He escuchado tu oración’. Esta es la palabra que el Señor pronuncia contra Senaquerib, rey de Asiria: ‘Te desprecia y se burla de ti la doncella, la ciudad de Sión; a tus espaldas se ríe de ti la ciudad de Jerusalén.
De Jerusalén saldrá un pequeño grupo y del monte Sión unos sobrevivientes. El celo del Señor de los ejércitos lo cumplirá’.
Por eso, esto dice el Señor contra el rey de Asiria:
‘No entrará en esta ciudad. No lanzará sus flechas contra ella. No se le acercará con escudos ni levantará terraplenes frente a ella. Por el camino por donde vino se volverá. No entrará en esta ciudad’. Palabra del Señor. ‘La protegeré y la salvaré por ser yo quien soy y por David, mi siervo’ ”.
Aquella misma noche salió el ángel del Señor e hirió a ciento ochenta y cinco mil hombres en el campamento asirio. Por la mañana, al contemplar los cadáveres, Senaquerib, rey de Asiria, levantó su campamento y regresó a Nínive.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 47 → Recordamos, Señor, tu gran amor.
Grande es el Señor y muy digno de alabanza, en la ciudad de nuestro Dios. Su monte santo, altura hermosa, es la alegría de toda la tierra.
El monte Sión, en el extremo norte, es la ciudad del rey supremo. Entre sus baluartes ha surgido Dios como una fortaleza inexpugnable.
Recordamos, Señor, tu gran amor en medio de tu templo. Tu renombre, Señor, y tu alabanza, llenan el mundo entero.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (7, 6. 12-14) → Gloria a ti, Señor. No den lo que es santo a los perros, ni echen sus perlas a los cerdos, pues podrían pisotearlas y después se volverían contra ustedes para destrozarlos.
12 Todo lo que ustedes desearían de los demás, háganlo con ellos: ahí está toda la Ley y los Profetas.
13 Entren por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que conduce a la ruina, y son muchos los que pasan por él. 14 Pero ¡qué angosta es la puerta y qué escabroso el camino que conduce a la salvación! y qué pocos son los que lo encuentran.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.


lunes, 25 de junio de 2012

Vino para dar testimonio de la luz, y prepararle al Señor un pueblo dispuesto a recibirlo.


Santo(s) del día: San Máximo de Torino

Oremos:
Dios nuestro, que enviaste a san Juan Bautista para prepararle a Cristo, el Señor, un pueblo dispuesto a recibirlo, alegra ahora a tu Iglesia con la abundancia de los dones del Espíritu y guíala por el camino de la salvación y de la paz.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del segundo libro de los Reyes (17, 5-8. 13-15a.18)
"El Señor arrojó de su presencia a Israel, y sólo quedó la tribu de Judá"
En aquellos días, Salmanasar, rey de Asiria, invadió el país y asedió a Samaria durante tres años.
El año noveno de Oseas, el rey de Asiria conquistó Samaria, deportó a los israelitas a Asiria y los instaló en Jalaj, junto al Jabor, río de Gozán, y en las poblaciones de Media.
Eso sucedió porque, sirviendo a otros dioses, los israelitas habían pecado contra el Señor, su Dios, que los había sacado de Egipto, del poder del Faraón, rey de Egipto; procedieron según las costumbres de las naciones que el Señor había expulsado ante ellos y que introdujeron los reyes nombrados por ellos mismos.
El Señor había advertido a Israel y Judá por medio de los profetas y videntes: "Volveos de vuestro mal camino, guardad mis mandatos y preceptos, siguiendo la ley que di a vuestros padres, que les comuniqué por medio de mis siervos, los profetas."
Pero no hicieron caso, sino que se pusieron tercos, como sus padres, que no confiaron en el Señor, su Dios.
Rechazaron sus mandatos y el pacto que había hecho el Señor con sus padres, y las advertencias que les hizo.
El Señor se irritó tanto contra Israel que los arrojó de su presencia.
Sólo quedó la tribu de Judá.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 59 → "Que tu mano salvadora, Señor, nos responda."
Oh Dios, nos rechazaste y rompiste nuestras filas; / estabas airado, pero restáuranos. R.
Has sacudido y agrietado el país: / repara sus grietas, que se desmorona. / Hiciste sufrir un desastre a tu pueblo, / dándole a beber un vino de vértigo. R.
Tú, oh Dios, nos has rechazado / y no sales ya con nuestras tropas. / Auxílianos contra el enemigo, / que la ayuda del hombre es inútil. / Con Dios haremos proezas, / él pisoteará a nuestros enemigos. R.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 7, 1-5 → Gloria a ti, Señor.
1 No juzguen a los demás y no serán juzgados ustedes. 2 Porque de la misma manera que ustedes juzguen, así serán juzgados, y la misma medida que ustedes usen para los demás, será usada para ustedes. 3 ¿Qué pasa? Ves la pelusa en el ojo de tu hermano, ¿y no te das cuenta del tronco que hay en el tuyo? 4 ¿Y dices a tu hermano: Déjame sacarte esa pelusa del ojo, teniendo tú un tronco en el tuyo? 5 Hipócrita, saca primero el tronco que tienes en tu ojo y así verás mejor para sacar la pelusa del ojo de tu hermano.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.


sábado, 23 de junio de 2012

Santa María en Sábado


Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a la luz al que te creó, y permaneces virgen para siempre.

Santo(s) del día: San José Cafasso

Oremos:
Fortalece, Dios misericordioso, nuestra debilidad, para que todos los que ahora recordamos con veneración a la santa Madre de Dios, podamos, por su intercesión y ayuda, levantarnos de nuestros pecados.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del segundo libro de las Crónicas (24, 17-25)
Después de la muerte del sacerdote Yehoyadá, vinieron los jefes de Judá a postrarse ante el rey; a éste, sobornado por sus regalos, le pareció bien lo que le propusieron. Entonces abandonaron el templo del Señor, Dios de sus padres, y dieron culto a los bosques sagrados y a los ídolos. Este pecado provocó la ira de Dios sobre Judá y Jerusalén. El Señor les envió profetas para que se arrepintieran, pero no hicieron caso a sus amonestaciones.
Entonces el espíritu de Dios inspiró a Zacarías, hijo del sacerdote Yehoyadá, para que se presentara ante el pueblo y le dijera: “Esto dice el Señor Dios:
‘¿Por qué quebrantan los preceptos de Dios? Van al fracaso. Han abandonado al Señor y él los abandonará a ustedes’ ”.
Pero el pueblo conspiró contra él y, por orden del rey, lo apedrearon en el atrio del templo. El rey Joás no tuvo en cuenta el bien que le había hecho Yehoyadá y mató a su hijo, Zacarías, quien exclamó al morir: “Que el Señor te juzgue y te pida cuentas”.
Al cabo de un año, el ejército sirio se dirigió contra Joás y penetró en Judá y en Jerusalén; mataron a todos los jefes del pueblo y enviaron todo el botín al rey de Damasco. Aunque no era muy numeroso el ejército sirio, el Señor le dio la victoria sobre el enorme ejército de los judíos, porque el pueblo había abandonado al Señor, Dios de sus padres. Así fue como se hizo justicia contra Joás. Al retirarse los sirios, lo dejaron gravemente herido y entonces sus cortesanos conspiraron contra él para vengar al hijo del sacerdote Yehoyadá, y lo asesinaron en su cama.
Lo enterraron en la ciudad de David, pero no le dieron sepultura en las tumbas de los reyes.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 88 → Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
“Un juramento hice a David, mi servidor, dice el Señor, una alianza pacté con mi elegido: ‘Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré tu trono eternamente’.
Yo jamás le retiraré mi amor ni violaré el juramento que le hice. Nunca se extinguirá su descendencia y su trono durará igual que el cielo.
Pero, si sus hijos abandonan mi ley y no cumplen mis mandatos, si violan mis preceptos y no guardan mi alianza, castigaré con la vara sus pecados y con el látigo sus culpas, pero no les retiraré mi favor.
No desmentiré mi fidelidad, no violaré mi alianza ni cambiaré mis promesas”.


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (6, 24-34) → Gloria a ti, Señor.

24 Nadie puede servir a dos patrones: necesariamente odiará a uno y amará al otro, o bien cuidará al primero y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero.
25 Por eso yo les digo: No anden preocupados por su vida con problemas de alimentos, ni por su cuerpo con problemas de ropa. ¿No es más importante la vida que el alimento y más valioso el cuerpo que la ropa? 26 Fíjense en las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, no guardan alimentos en graneros, y sin embargo el Padre del Cielo, el Padre de ustedes, las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que las aves?
27 ¿Quién de ustedes, por más que se preocupe, puede añadir algo a su estatura? 28 Y ¿por qué se preocupan tanto por la ropa? Miren cómo crecen las flores del campo, y no trabajan ni tejen. 29 Pero yo les digo que ni Salomón, con todo su lujo, se pudo vestir como una de ellas. 30 Y si Dios viste así el pasto del campo, que hoy brota y mañana se echa al fuego, ¿no hará mucho más por ustedes? ¡Qué poca fe tienen!
31 No anden tan preocupados ni digan: ¿tendremos alimentos?, o ¿qué beberemos?, o ¿tendremos ropas para vestirnos? 32 Los que no conocen a Dios se afanan por esas cosas, pero el Padre del Cielo, Padre de ustedes, sabe que necesitan todo eso. 33 Por lo tanto, busquen primero su reino y su justicia, y se les darán también todas esas cosas. 34 No se preocupen por el día de mañana, pues el mañana se preocupará por sí mismo. A cada día le bastan sus problemas.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.


viernes, 22 de junio de 2012

Aclamen al Señor todos los pueblos

Santo(s) del día: San Tomás Moro

Oremos:
Señor nuestro, que prometiste venir y hacer tu morada en los corazones rectos y sinceros, concédenos la rectitud y sinceridad de vida que nos hagan dignos de esa presencia tuya.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del segundo libro de los Reyes (11, 1-4. 9-18. 20)
Por aquel entonces, Atalía, madre del rey Ocozías, viendo que había muerto su hijo, decidió exterminar a toda la familia real. Pero Yehosebá, hija del rey Joram y hermana de Ocozías, tomó a su sobrino Joás y lo sacó a escondidas de entre los hijos del rey, cuando los estaban asesinando, para ocultarlo de Atalía. Escondió al niño y a su nodriza, y así el niño pudo escapar de la muerte. Seis años estuvo oculto con ella en el templo del Señor, y entre tanto Atalía reinó en el país.
El año séptimo, el sacerdote Yehoyadá mandó llamar a los oficiales del ejército y a los soldados de éstos, los introdujo en el templo del Señor, les mostró al hijo del rey e hizo con ellos un pacto con juramento, de cuidar al hijo del rey.
Los oficiales cumplieron el pacto que habían hecho con el sacerdote Yehoyadá. Cada cual se puso al frente de sus hombres, que entraban de guardia el sábado o terminaban su guardia el sábado, y se presentaron ante el sacerdote Yehoyadá. Este les entregó las lanzas y los escudos del rey David, que estaban en el templo del Señor.
Cuando los soldados de la guardia, con las armas en la mano, se pusieron en fila desde el lado sur hasta el lado norte del templo, rodeando el altar, Yehoyadá sacó al hijo del rey, le puso la diadema y las insignias reales y lo ungió. Entonces todos aplaudieron y gritaron: “¡Viva el rey!”
Cuando Atalía escuchó el clamor popular, fue al templo del Señor, donde estaba reunida la gente. Entonces vio al rey, que estaba de pie sobre el estrado, según la costumbre, a los oficiales del ejército y a los heraldos en torno al rey, y a todo el pueblo que daba muestras de gran alegría, mientras sonaban las trompetas. Entonces Atalía rasgó sus vestiduras y gritó: “¡Traición, traición!”
El sacerdote Yehoyadá dio esta orden a los oficiales:
“Sáquenla del templo y maten al que la siga”. El sacerdote les había dicho: “No podemos matarla en el templo del Señor”. Así pues, los guardias la llevaron hasta el palacio real y le dieron muerte en la puerta de los caballos.
Entonces el sacerdote Yehoyadá renovó la alianza entre el Señor, el rey y el pueblo, por la cual ellos serían el pueblo del Señor.
Todo el pueblo penetró en el templo de Baal y lo destrozaron; destruyeron completamente el altar y sus estatuas, y a Matán, sacerdote de Baal, le dieron muerte delante del altar.
El sacerdote Yehoyadá puso centinelas en el templo del Señor. Todo el pueblo se llenó de alegría y la ciudad quedó tranquila. Atalía había sido muerta en el palacio real.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 131 → Dios le dará el trono de su padre David.
Dios prometió a David y el Señor no revoca sus promesas—: “Pondré sobre tu trono a uno de tu propia descendencia.
Si tus hijos son fieles a mi alianza y cumplen los mandatos que yo enseñe, también ocuparán sus hijos tu trono para siempre”.
Esto es así, porque el Señor ha elegido a Sión como morada: “Aquí está mi reposo para siempre; porque así me agradó, será mi casa.
Aquí haré renacer el poder de David y encenderé una lámpara a mi ungido; pondré sobre su frente mi diadema, ignominia daré a sus enemigos”.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (6, 19-23) → Gloria a ti, Señor.
19 No junten tesoros y reservas aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido hacen estragos, y donde los ladrones rompen el muro y roban. 20 Junten tesoros y reservas en el Cielo, donde no hay polilla ni óxido para hacer estragos, y donde no hay ladrones para romper el muro y robar.
21 Pues donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón.
22 Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Si tus ojos están sanos, todo tu cuerpo tendrá luz; pero si tus ojos están malos, todo tu cuerpo estará en obscuridad. 23 Y si tu fuente de luz se ha obscurecido, ¡cuánto más tenebrosas serán tus tinieblas!
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.



jueves, 21 de junio de 2012

Hemos recibido un espíritu de hijos, que nos hace exclamar: ¡Padre! Aleluya.


Palabra de Dios:

http://pddios.blogspot.com/2012/06/el-que-tiene-manos-inocentes-y-puro-el.html

Comentario:

http://comentariospddios.blogspot.com/2012/06/que-se-alegren-los-justos-con-el-senor.html

Música:
http://www.youtube.com/watch?v=wd0I4BidOKI


Textos de san Josema ría E.:


El que tiene manos inocentes y puro el corazón, subirá al monte del Señor y permanecerá en su recinto sagrado.


Santo(s) del día: San Luis Gonzaga

Oremos:
Dios nuestro, que en la vida de san Luis Gonzaga quisiste dejarnos un modelo de pureza y en su muerte, un ejemplo heroico de servicio al prójimo, por sus méritos e intercesión, concede a quienes no hemos sabido imitar su inocencia, que podamos imitar su caridad.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácide) (48, 1-15)
En aquel tiempo, surgió Elías, un profeta de fuego; su palabra quemaba como una llama. El hizo caer sobre los israelitas el hambre y con celo los diezmó. En el nombre del Señor cerró las compuertas del cielo e hizo que descendiera tres veces fuego de lo alto.
¡Qué glorioso eres, Elías, por tus prodigios! ¿Quién puede jactarse de ser igual a ti? Tú resucitaste del sepulcro a un muerto, lo arrancaste de la muerte por la palabra del Altísimo. Tú llevaste la ruina a los reyes y la muerte a los príncipes en su lecho. Tú escuchaste las amenazas de Dios en el Sinaí y sus palabras de castigo en el Horeb. Tú ungiste a reyes vengadores y nombraste como sucesor tuyo a un profeta.
En un torbellino de llamas fuiste arrebatado al cielo, sobre un carro tirado por caballos de fuego. Escrito está de ti que volverás, cargado de amenazas, en el tiempo señalado, para aplacar la cólera antes de que estalle, para hacer que el corazón de los padres se vuelva hacia los hijos y congregar a las tribus de Israel.
Dichosos los que te vieron y murieron gozando de tu amistad; pero más dichosos los que estén vivos, cuando vuelvas.
Cuando Elías fue arrebatado por el torbellino, Eliseo quedó lleno de su espíritu. Ningún príncipe lo intimidó, nadie lo pudo dominar. Ninguna cosa le era imposible y aun estando en el sepulcro, resucitó a un muerto. En vida hizo prodigios y después de muerto, obras admirables.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.


Salmo 96 → Que se alegren los justos con el Señor.
Reina el Señor, alégrese la tierra; cante de regocijo el mundo entero. El trono del Señor se asienta en la justicia y el derecho.
Un fuego que devora a sus contrarios a nuestro Dios precede; deslumbran sus relámpagos el orbe y viéndolos, la tierra se estremece.
Los montes se derriten como cera ante el Señor de toda la tierra. Los cielos pregonan su justicia, su inmensa gloria ven todos los pueblos.
Los que adoran estatuas que se llenen de pena y se sonrojen, lo mismo el que se jacta de sus ídolos. Que caigan ante Dios todos los dioses.


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (6, 7-15) → Gloria a ti, Señor. 7 Cuando pidan a Dios, no imiten a los paganos con sus letanías interminables: ellos creen que un bombardeo de palabras hará que se los oiga. 8 No hagan como ellos, pues antes de que ustedes pidan, su Padre ya sabe lo que necesitan.
9 Ustedes, pues, recen así:
 Padre nuestro, que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre, 10 venga tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el Cielo.
11 Danos hoy el pan que nos corresponde; 12 y perdona nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores; 13 y no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno.
14 Porque si ustedes perdonan a los hombres sus ofensas, también el Padre celestial les perdonará a ustedes. 15 Pero si ustedes no perdonan a los demás, tampoco el Padre les perdonará a ustedes.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.


miércoles, 20 de junio de 2012

Amemos al Señor todos sus fieles


Santo(s) del día: Mártires Ingleses

Oremos:
Señor, que tu amor incansable cuide y proteja siempre a estos hijos tuyos, que han puesto en tu gracia toda su esperanza.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del segundo libro de los Reyes (2, 1. 6-14)
Esto fue lo que sucedió cuando el Señor iba a arrebatar a Elías en un remolino hacia el cielo. Ese día Elías y Eliseo habían salido de Guilgal. Al llegar a Jericó, Elías le dijo a Eliseo:
“Quédate aquí, porque el Señor me envía al Jordán”.
Respondió Eliseo: “Por Dios y por tu vida que no te dejaré ir solo”. Y se fueron los dos juntos.
Los acompañaban cincuenta hombres de la comunidad de los profetas, los cuales, al llegar Elías y Elíseo a la orilla del Jordán, se detuvieron a cierta distancia de ellos. Elías tomó su manto, lo enrolló y con él golpeó las aguas; éstas se separaron a un lado y a otro, y ambos pasaron el río sin mojarse. Después de cruzar, Elías le dijo a Eliseo: “Pídeme lo que quieras que haga por ti, antes de que sea arrebatado de tu lado”.
Respondió Eliseo: “Que sea el heredero principal de tu espíritu”.
Le dijo Elías: “Es difícil lo que pides; pero si alcanzas a verme, cuando sea arrebatado de tu lado, lo obtendrás; si no, no lo obtendrás”.
Siguieron caminando y conversando, cuando un carro de fuego, con caballos de fuego, se interpuso entre ellos, y Elías subió al cielo en un remolino.
Eliseo lo veía alejarse y le gritaba:
“¡Padre mío, padre mío, carro y auriga de Israel!” Y ya no lo volvió a ver.
Entonces se rasgó las vestiduras, recogió el manto que se le había caído a Elías, regresó y se detuvo en la orilla del Jordán. Tomó el manto de Elías y golpeó con él las aguas, y no se separaron. Entonces dijo: “¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?” Volvió a golpear las aguas y entonces se separaron a un lado y a otro, y pasó Eliseo.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.


Salmo 30 → Amemos al Señor todos sus fieles.
¡Qué grande es la bondad que has reservado, Señor, para tus fieles! Con quien se acoge a ti, Señor, ¡qué bueno eres!
Tu presencia lo ampara de todas las intrigas de los hombres, y lo pone a resguardo de las burlas y las murmuraciones.
Que amen al Señor todos sus fieles, pues protege a los leales y a los soberbios da lo que merecen.


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (6, 1-6. 16-18) → Gloria a ti, Señor.
1 Guárdense de las buenas acciones hechas a la vista de todos, a fin de que todos las aprecien. Pues en ese caso, no les quedaría premio alguno que esperar de su Padre que está en el cielo. 2 Cuando ayudes a un necesitado, no lo publiques al son de trompetas; no imites a los que dan espectáculo en las sinagogas y en las calles, para que los hombres los alaben. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio.
3 Tú, cuando ayudes a un necesitado, ni siquiera tu mano izquierda debe saber lo que hace la derecha: 4 tu limosna quedará en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará.
5 Cuando ustedes recen, no imiten a los que dan espectáculo; les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio. 6 Pero tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará.
16 Cuando ustedes hagan ayuno, no pongan cara triste, como los que dan espectáculo y aparentan palidez, para que todos noten sus ayunos. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio. 17 Cuando tú hagas ayuno, lávate la cara y perfúmate el cabello. 18 No son los hombres los que notarán tu ayuno, sino tu Padre que ve las cosas secretas, y tu Padre que ve en lo secreto, te premiará.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

martes, 19 de junio de 2012

Misericordia, Señor, hemos pecado


Santo(s) del día: San Lamberto (+ 304)

Oremos:
Concédenos, Señor, Dios nuestro, amarte con todo el corazón y, con el mismo amor, amar a nuestros prójimos.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del primer libro de los Reyes (21, 17-29)
Después de la muerte de Nabot, el Señor le dirigió la palabra al profeta Elías y le dijo:
“Levántate y ve al encuentro de Ajab, rey de Israel, que vive en Samaria. Se encuentra en la viña de Nabot, a donde ha ido para apropiársela. Dile lo siguiente:
‘Esto dice el Señor: ¿Así que, además de asesinar, estás robando?’
Dile también: ‘Por eso, dice el Señor, en el mismo lugar en que los perros han lamido la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu propia sangre’ ”.
Ajab le dijo a Elías: “¿Has vuelto a encontrarme, enemigo mío?”
Le respondió Elías: “Sí, te he vuelto a encontrar. ‘Porque te has prestado para hacer el mal ante mis ojos, dice el Señor, yo mismo voy a castigarte: voy a barrer a tu posteridad y a exterminar en Israel a todo varón de tu casa, libre o esclavo.
Haré con tu casa lo que hice con la de Jeroboam, hijo de Nebat, y con la de Basá, hijo de Ajías, porque has provocado mi cólera y has hecho pecar a Israel.
A los hijos de Ajab que mueran en la ciudad, los devorarán los perros; y a los que mueran en el campo, se los comerán los buitres’. También contra Jezabel ha hablado el Señor y ha dicho:
‘Los perros devorarán a Jezabel en el campo de Yezrael’ ”. (Y es que en realidad no hubo otro que se prestara tanto como Ajab para hacer el mal ante los ojos del Señor, instigado por su esposa Jezabel. Su proceder fue abominable, porque adoró a los ídolos que habían hecho los amorreos, a quienes el Señor expulsó del país para dárselo a los hijos de Israel).
Cuando Ajab oyó estas palabras, desgarró sus vestiduras, se puso un vestido de sayal y ayunó; se acostaba con el sayal puesto y andaba cabizbajo. Entonces el Señor le habló al profeta Elías y le dijo: “¿Has visto cómo se ha humillado Ajab en mi presencia? Por eso, no lo castigaré a él durante su vida, pero en vida de su hijo castigaré a su casa”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 50 → Misericordia, Señor, hemos pecado.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados.
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo.
Aleja de tu vista mis maldades y olvídate de todos mis pecados. Líbrame de la sangre, Dios, salvador mío, y aclamará mi lengua tu justicia.


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 43-48) → Gloria a ti, Señor.
43 Ustedes han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.» 44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, 45 para que así sean hijos de su Padre que está en los Cielos. Porque él hace brillar su sol sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores.
46 Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los cobradores de impuestos lo hacen. 47 Y si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de especial? También los paganos se comportan así. 48 Por su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está en el Cielo.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.


sábado, 16 de junio de 2012

El Corazón Inmaculado de María


Fiesta de la Iglesia: Inmaculado Corazón
Santo(s) del día: San Regis

Oremos:
Dios nuestro, que formaste en el corazón de la santísima Virgen María una digna morada al Espíritu Santo, ayúdanos, por su maternal intercesión, para que seamos cada vez menos indignos de que habites en nosotros.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del primer libro del profeta Isaías (61, 9-11)
"Desbordo de gozo con el Señor"
La estirpe de mi pueblo será célebre entre las naciones, y sus vástagos entre los pueblos.
Los que los vean reconocerán que son la estirpe que bendijo el Señor.
Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido con un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial Interleccional 1 Samuel 2, 1. 4-8 Mi corazón se regocija por el señor, mi poder se exalta por Dios; mi boca se ríe de mis enemigos, porque gozo con tu salvación.
Se rompen los arcos de tus valientes, mientras los cobardes se ciñen de valor; los hartos se contratan por el pan, mientras los hambrientos engordan; la mujer estéril da a luz siete hijos, mientras la madre de muchos queda baldía. El Señor da la muerte y la vida, hunde en el abismo y levanta; da la pobreza y la riqueza, humilla y enaltece.
Él levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para hacer que se siente entre príncipes y que herede un trono de gloria.


† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (2, 41-51) → Gloria a ti, Señor.
41 Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén para la fiesta de la Pascua. 42 Cuando Jesús cumplió los doce años, subió también con ellos a la fiesta, pues así había de ser. 43 Al terminar los días de la fiesta regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres lo supieran.
44 Seguros de que estaba con la caravana de vuelta, caminaron todo un día. Después se pusieron a buscarlo entre sus parientes y conocidos. 45 Como no lo encontraran, volvieron a Jerusalén en su búsqueda. 46 Al tercer día lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47 Todos los que le oían quedaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas.
48 Sus padres se emocionaron mucho al verlo; su madre le decía: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy angustiados mientras te buscábamos.» 49 El les contestó: «¿Y por qué me buscaban? ¿No saben que yo debo estar donde mi Padre?» 50 Pero ellos no comprendieron esta respuesta.
51 Jesús entonces regresó con ellos, llegando a Nazaret. Posteriormente siguió obedeciéndoles. Su madre, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.


viernes, 15 de junio de 2012

El Señor es mi Dios y mi salvador


Fiesta de la Iglesia: Sagrado Corazón de Jesús
Santo(s) del día: San Vito

Oremos:
Al celebrarse hoy la solemnidad del Corazón de Jesús, en la que recordamos el inmenso amor de tu Hijo hacia nosotros, te suplicamos, Padre todopoderoso, que nos concedas alcanzar de esa fuente inagotable la abundancia de tu gracia.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.


Lectura del libro del profeta Oseas (11, 1. 3-4. 8-9)
“Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo, dice el Señor. Yo fui quien enseñó a andar a Efraín; yo, quien lo llevaba en brazos; pero no comprendieron que yo cuidaba de ellos. Yo los atraía hacia mí con los lazos del cariño, con las cadenas del amor. Yo fui para ellos como un padre que estrecha a su creatura y se inclina hacia ella para darle de comer.
Mi corazón se conmueve dentro de mí y se inflama toda mi compasión. No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín, pues yo soy Dios y no hombre, santo en medio de ti y no enemigo a la puerta”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.


Isaías 12 → El Señor es mi Dios y mi salvador.
El Señor es mi Dios y salvador, con él estoy seguro y nada temo. El Señor es mi protección y mi fuerza, y ha sido mi salvación. Sacarán agua con gozo de la fuente de la salvación.
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, cuenten a los pueblos sus hazañas, proclamen que su nombre es sublime.
Alaben al Señor por sus proezas, anúncienlas a toda la tierra. Griten jubilosos, habitantes de Sión, porque el Dios de Israel ha sido grande con ustedes.


Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios (3, 8-12. 14-19)
Hermanos:
A mí, el más insignificante de todos los fieles, se me ha dado la gracia de anunciar a los paganos la incalculable riqueza que hay en Cristo, y dar a conocer a todos cómo va cumpliéndose este designio de salvación, oculto desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo.
El lo dispuso así, para que la multiforme sabiduría de Dios, sea dada a conocer ahora, por medio de la Iglesia, a los espíritus celestiales, según el designio eterno realizado en Cristo Jesús, nuestro Señor, por quien podemos acercarnos libre y confiadamente a Dios, por medio de la fe en Cristo.
Me arrodille ante el Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, para que, conforme a los tesoros de su bondad, les conceda que su Espíritu los fortalezca interiormente y que Cristo habite por la fe en sus corazones.
Así, arraigados y cimentados en el amor, podrán comprender con todo el pueblo de Dios, la anchura y la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo, y experimentar ese amor que sobrepasa todo conocimiento humano, para que así queden ustedes colmados con la plenitud misma de Dios.


† Lectura del santo Evangelio según san Juan (19, 31-37) → Gloria a ti, Señor.
31 Como era el día de la Preparación de la Pascua, los judíos no querían que los cuerpos quedaran en la cruz durante el sábado, pues aquel sábado era un día muy solemne. Pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas a los crucificados y retiraran los cuerpos. 32 Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas de los dos que habían sido crucificados con Jesús. 33 Pero al llegar a Jesús vieron que ya estaba muerto, y no le quebraron las piernas, 34 sino que uno de los soldados le abrió el costado con la lanza, y al instante salió sangre y agua.
35 El que lo vio da testimonio. Su testimonio es verdadero, y Aquél sabe que dice la verdad. Y da este testimonio para que también ustedes crean. 36 Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: No le quebrarán ni un solo hueso. 37 Y en otro texto dice: Contemplarán al que traspasaron.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.


jueves, 14 de junio de 2012

Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera


Santo(s) del día: San Basilio el Grande

Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, que con amor gobiernas los cielos y la tierra, escucha paternalmente las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del primer libro de los Reyes (18, 41-46)
En aquellos días, dijo Elías a Ajab:
“Vete a comer y a beber, pues ya se oye el ruido de la lluvia”. Ajab se fue a comer y a beber. Elías, mientras tanto, subió a la cumbre del monte Carmelo, se arrodilló y con su cabeza tocó la tierra.
Entonces le dijo a su criado: “Ve a divisar el mar”. El criado fue a ver y le dijo: “No se ve nada”.
Elías insistió: “Ve otra vez”. El criado volvió siete veces, y a la séptima le dijo: “Una nubecilla, como la palma de la mano, sube del mar”.
Entonces Elías le dijo: “Ve a decirle a Ajab que enganche su carro y se vaya, para que no lo detenga la lluvia”.
Y en un instante el cielo se oscureció de nubes, empezó a soplar el viento y cayó un fuerte aguacero.
Ajab montó en su carro y se fue a Yezrael, y Elías, por inspiración y con la fuerza del Señor, se ciñó la túnica y fue corriendo delante del carro de Ajab hasta la entrada de Yezrael.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.


Salmo 64 → Señor, danos siempre de tu agua.
Señor, tú cuidas de la tierra; la riegas y la colmas de riquezas. Las nubes del Señor van por los campos, rebosantes de agua, como acequias.
Tú preparas las tierras para el trigo: riegas los surcos, aplanas los terrenos, reblandeces el suelo con la lluvia, bendices los renuevos.
Tú coronas el año con tus bienes, tus senderos derraman abundancia, están verdes los pastos del desierto, las colinas con flores adornadas.
Los prados se visten de rebaños, de trigales los valles se engalanan. Todo aclama al Señor. Todo le canta.


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 20-26) → Gloria a ti, Señor.
20 Yo se lo digo: si no se proponen algo más perfecto que lo de los fariseos, o de los maestros de la Ley, ustedes no pueden entrar en el Reino de los Cielos.
21 Ustedes han escuchado lo que se dijo a sus antepasados: «No matarás; el homicida tendrá que enfrentarse a un juicio.» 22 Pero yo les digo: Si uno se enoja con su hermano, es cosa que merece juicio. El que ha insultado a su hermano, merece ser llevado ante el Tribunal Supremo; si lo ha tratado de renegado de la fe, merece ser arrojado al fuego del infierno. 23 Por eso, si tú estás para presentar tu ofrenda en el altar, y te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí mismo tu ofrenda ante el altar, y vete antes a hacer las paces con tu hermano; después vuelve y presenta tu ofrenda.
25 Trata de llegar a un acuerdo con tu adversario mientras van todavía de camino al juicio. ¿O prefieres que te entregue al juez, y el juez a los guardias, que te encerrarán en la cárcel? 26 En verdad te digo: no saldrás de allí hasta que hayas pagado hasta el último centavo.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

miércoles, 13 de junio de 2012

Memoria de san Antonio de Padua


Santo(s) del día: San Antonio de Padua

Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, que en san Antonio de Padua otorgaste a tu Iglesia un predicador insigne y un protector de los pobres y de los necesitados, concédenos, por su intercesión, que vivamos de verdad conforme al Evangelio y experimentemos siempre tu protección y ayuda.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.


Lectura del primer libro de los Reyes (18, 20-39)
En aquellos días, el rey Ajab envió mensajeros a todo Israel y reunió a los profetas de Baal en el monte Carmelo. Elías se acercó al pueblo y le dijo:
“¿Hasta cuándo van a andar indecisos? Si el Señor es el verdadero Dios, síganlo; y si lo es Baal, sigan a Baal”.
Pero el pueblo no supo qué responderle. Entonces Elías les dijo:
“Yo soy el único sobreviviente de los profetas del Señor; en cambio, los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta. Que nos den dos novillos; que ellos escojan uno, que lo descuarticen y lo pongan sobre la leña sin prenderle fuego. Yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña sin prenderle fuego. Ustedes invocarán a su dios y yo invocaré al Señor; y el Dios que responda enviando fuego, ése es el verdadero Dios”.
Todo el pueblo respondió:
“Está bien”. Elías dijo entonces a los profetas de Baal:
“Escojan un novillo y comiencen ustedes primero, pues son más numerosos. Invoquen a su dios, pero sin prender fuego”.
Ellos tomaron el novillo que les dieron, lo prepararon e invocaron a Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo: “Baal, respóndenos”. Pero no se oyó ninguna respuesta, y ellos seguían danzando y brincando junto al altar que habían hecho.
Llegado el mediodía, Elías comenzó a reírse de ellos, diciéndoles:
“Griten más fuerte, porque a lo mejor Baal, su dios, está muy entretenido conversando o tiene algún negocio o está de viaje. A lo mejor está dormido y así lo despiertan”.
Ellos gritaron más fuerte y empezaron a sangrarse, según su costumbre, con cuchillos y punzones, hasta que la sangre les chorreaba por todo el cuerpo. Cuando pasó el mediodía, se pusieron en trance hasta la hora de la ofrenda, pero no se escuchó respuesta alguna ni hubo nadie que atendiera sus ruegos.
Entonces Elías le dijo al pueblo: “Acérquense a mí”. Y todo el pueblo se le acercó.
Preparó el altar del Señor, que había sido demolido. Tomó doce piedras, según el número de las tribus de los hijos de Jacob (a quien el Señor había dicho: Tú te llamarás Israel). Con las piedras levantó un altar en honor del Señor e hizo alrededor del altar una zanja, del ancho de un surco. Acomodó la leña, descuartizó el novillo y lo puso sobre la leña.
Después dijo:
“Llenen cuatro cántaros de agua y derrámenla sobre el holocausto y sobre la leña”. Y lo hicieron así. Volvió a decirles: “Háganlo otra vez”. Y lo repitieron. De nuevo les dijo: “Háganlo por tercera vez” Y así lo hicieron. El agua corrió alrededor del altar y llenó la zanja por completo.
A la hora de la ofrenda se acercó el profeta Elías y dijo:
“Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; que se vea hoy que tú eres el Dios de Israel, que yo soy tu servidor y que por orden tuya he ejecutado todas estas cosas. Respóndeme, Señor, respóndeme, para que todo este pueblo sepa que tú, Señor, eres el Dios verdadero, que puede cambiar los corazones”.
Entonces bajó el fuego del Señor y consumió la víctima destinada al holocausto y la leña, y secó el agua de la zanja. Al ver esto, todo el pueblo tuvo miedo, y postrándose en tierra, dijo: “El Señor es el Dios verdadero. El Señor es el Dios verdadero”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.


Salmo 15 → Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio.
Protégeme, Dios mío, pues eres mi refugio. Yo siempre he dicho que tú eres mi Señor.
Los ídolos abundan y tras ellos se van todos corriendo; más yo no he de ofrecerles sacrificios, jamás invocaré sus nombres.
El Señor es la parte que me ha tocado en herencia: mi vida está en sus manos. Tengo siempre presente al Señor y con él a mi lado jamás tropezaré.
Enséñame el camino de la vida, sáciame de gozo en tu presencia y de alegría perpetua junto a ti.


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 17-19) → Gloria a ti, Señor.
17 No crean que he venido a suprimir la Ley o los Profetas. He venido, no para deshacer, sino para traer lo definitivo. 18 En verdad les digo: mientras dure el cielo y la tierra, no pasará una letra o una coma de la Ley hasta que todo se realice.
19 Por tanto, el que ignore el último de esos mandamientos y enseñe a los demás a hacer lo mismo, será el más pequeño en el Reino de los Cielos. En cambio el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los Cielos.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

martes, 12 de junio de 2012

Señor, no te alejes de nosotros


Santo(s) del día: Santo Domingo Savio

Oremos:
Escucha, Señor, con bondad, las súplicas de tu pueblo, y concédenos luz para conocer tu voluntad y fortaleza para cumplirla.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del primer libro de los Reyes (17, 7-16)
Al cabo de algún tiempo, el torrente donde el profeta Elías estaba escondido se secó, porque no había llovido en la región. Entonces el Señor le dijo a Elías:
“Anda y vete a Sarepta de Sidón y quédate ahí, pues le he ordenado a una viuda de esa ciudad que te dé de comer”.
El profeta Elías se levantó y se puso en camino hacia Sarepta. Al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí a una viuda que recogía leña.La llamó y le dijo:
“Tráeme, por favor, un poco de agua para beber”. Cuando ella se alejaba, el profeta le gritó: “Por favor, tráeme también un poco de pan”.
Ella le respondió: “Te juro por el Señor, tu Dios, que no me queda ni un pedazo de pan; tan sólo me queda un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija. Ya ves que estaba recogiendo unos cuantos leños. Voy a preparar un pan para mí y para mi hijo. Nos lo comeremos y luego moriremos”.
Elías le dijo: “No temas. Anda y prepáralo como has dicho; pero primero haz un panecillo para mí y tráemelo. Después lo harás para ti y para tu hijo, porque así dice el Señor de Israel: ‘La tinaja de harina no se vaciará, la vasija de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra’ ”.
Entonces ella se fue, hizo lo que el profeta le había dicho y comieron él, ella y el niño. Y tal como había dicho el Señor por medio de Elías, a partir de ese momento, ni la tinaja de harina se vació, ni la vasija de aceite se agotó.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.


Salmo 4 → Señor, no te alejes de nosotros.
Tú que conoces lo justo de mi causa, Señor, responde a mi clamor. Tú que me has sacado con bien de mis angustias, apiádate y escucha mi oración.
Y ustedes, humanos, ¿hasta cuándo ultrajarán mi honor? ¿Hasta cuándo amarán lo que es engaño y se irán tras lo falso con ardor?
Admirable en bondad ha sido el Señor para conmigo y siempre que lo invoco me ha escuchado, por eso en él confío. Así que tiemblen y no pequen; mediten en silencio en su lecho.
¿Quién nos hará dichosos, dicen muchos, si has querido, Señor, darnos la espalda? En cambio a mí, Señor, me has alegrado más que con trigo y vino en abundancia.


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 13-16) → Gloria a ti, Señor.
13 Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, ¿cómo podrá ser salada de nuevo? Ya no sirve para nada, por lo que se tira afuera y es pisoteada por la gente.
14 Ustedes son la luz del mundo: ¿cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte? 15 Nadie enciende una lámpara para taparla con un cajón; la ponen más bien sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. 16 Hagan, pues, que brille su luz ante los hombres; que vean estas buenas obras, y por ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

sábado, 9 de junio de 2012

Dios anuncia la paz a su pueblo


Santo(s) del día: San Efrén

Oremos:
Mueve, Señor, nuestros corazones para que correspondamos generosamente a la acción de tu gracia y recibamos, así, con abundancia, los dones de tu amor.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (4, 1-8)
Querido hermano:
En presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos, te pido encarecidamente, por su advenimiento y por su Reino, que anuncies la palabra; insiste a tiempo y a destiempo; convence, reprende y exhorta con toda paciencia y sabiduría.
Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se rodearán de maestros que les halaguen el oído; se harán sordos a la verdad y sólo escucharán las fábulas.
Tú, en cambio, sé siempre prudente, soporta los sufrimientos, cumple tu trabajo de evangelizador y desempeña a la perfección tu ministerio.
Para mí ha llegado la hora del sacrificio y se acerca el momento de mi partida. He luchado bien en el combate, he corrido hasta la meta, he perseverado en la fe. Ahora sólo espero la corona merecida, con la que el Señor, justo juez, me premiará en aquel día, y no solamente a mí, sino a todos aquellos que esperan con amor su glorioso advenimiento.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 70 → Mi boca, Señor, anunciará siempre tu salvación.
Mis labios no han cesado de alabarte y pregonan tu gloria todo el día. Señor, en la vejez no me rechaces ni me abandones, falto de energías.
En ti, Señor, yo seguiré confiando, y más y más te alabará mi boca. Yo proclamaré siempre tu justicia y a todas horas, tu misericordia.
Tus hazañas, Señor, alabaré; diré a todos que sólo tú eres justo. Me enseñaste a alabarte desde niño y seguir alabándote es mi orgullo.
La lealtad del Señor para conmigo celebrará mi lira. Al Santo de Israel, a ti, Dios mío, cantaré con mi cítara.


† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (12, 38-44) → Gloria a ti, Señor.
38 En su enseñanza Jesús les decía también: «Cuídense de esos maestros de la Ley 39 a quienes les gusta pasear con sus amplias vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar asientos reservados en las sinagogas y en los banquetes; 40 incluso devoran los bienes de las viudas, mientras se amparan detrás de largas oraciones. ¡Con qué severidad serán juzgados!»
41 Jesús se había sentado frente a las alcancías del Templo, y podía ver cómo la gente echaba dinero para el tesoro; pasaban ricos y daban mucho, 42 pero también se acercó una viuda pobre y echó dos moneditas de muy poco valor.
43 Jesús entonces llamó a sus discípulos y les dijo: «Yo les aseguro que esta viuda pobre ha dado más que todos los otros. 44 Pues todos han echado de lo que les sobraba, mientras ella ha dado desde su pobreza; no tenía más, y dio todos sus recursos.»
Palabra del Señor.→ Gloria a ti, Señor Jesús.

viernes, 8 de junio de 2012

Quienes aman tus leyes, de inmensa paz disfrutan


Santo(s) del día: San Medardo

Oremos:
Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (3, 10-17)
Querido hermano:
Tú has seguido de cerca mis enseñanzas y mi modo de vivir, mis planes, mi fe, mi paciencia, mi amor fraterno, mi constancia, mis persecuciones y sufrimientos, como los que soporté en Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué duras persecuciones tuve que sufrir! Pero de todas me libró el Señor.
Todos los que quieran vivir como buenos cristianos, también serán perseguidos. Por su parte, los malos y perversos irán de mal en peor, engañando a otros y engañándose a sí mismos.
Tú, en cambio, permanece firme en lo que has aprendido y se te ha confiado, pues bien sabes de quiénes lo aprendiste y desde tu infancia estás familiarizado con la Sagrada Escritura, la cual puede darte la sabiduría que, por la fe en Cristo Jesús, conduce a la salvación.
Toda la Sagrada Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, para reprender, para corregir y para educar en la virtud, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté enteramente preparado para toda obra buena.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 118 → Quienes aman tus leyes, de inmensa paz disfrutan.
Muchos son mis contrarios y mis perseguidores, pero yo no me aparto, Señor, de tus preceptos. Verdad es el compendio de todas tus palabras, y son eternas todas tus justas decisiones.
Aunque los poderosos sin razón me persiguen, sólo tus palabras hacen temblar mi corazón. Quienes aman tus leyes, de inmensa paz disfrutan; para ellos no hay tropiezos.
Espero que me salves, pues he puesto en práctica, Señor, tus mandamientos. Observo tus mandatos, obedezco tus órdenes; tú conoces mi vida.

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (12, 35-37) → Gloria a ti, Señor. 35 Mientras Jesús enseñaba en el Templo, preguntó: «¿Por qué los maestros de la Ley dicen que el Mesías será el hijo de David? 36 Porque el mismo David dijo, hablando por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies. 37 Si David mismo lo llama «Señor», ¿cómo puede entonces ser hijo suyo?» Mucha gente acudía a Jesús y lo escuchaba con agrado.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

jueves, 7 de junio de 2012

Descúbrenos, Señor, tus caminos


Fiesta de la Iglesia: Corpus Christi
Santo(s) del día: Mártires Mozárabes

Oremos:
Ayúdanos, Señor, a dejar en tus manos paternales todas nuestras preocupaciones, a fin de que podamos entregarnos con mayor libertad a tu servicio.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (2, 8-15)
Querido hermano:
Recuerda siempre que Jesucristo, descendiente de David, resucitó de entre los muertos, conforme al Evangelio que yo predico. Por este Evangelio sufro hasta llevar cadenas, como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo sobrellevo todo por amor a los elegidos, para que ellos también alcancen en Cristo Jesús la salvación, y con ella, la gloria eterna.
Es verdad lo que decimos:
“Si morimos con él, viviremos con él; si nos mantenemos firmes, reinaremos con él; si lo negamos, él también nos negará; si le somos infieles, él permanece fiel, porque no puede contradecirse a sí mismo”. Eso es lo que has de enseñar.
Adviérteles a todos, delante de Dios, que eviten las discusiones por cuestión de palabras, lo cual no sirve para nada, sino para perdición de los oyentes. Esfuérzate por presentarte ante Dios como un trabajador intachable, que no tiene de qué avergonzarse y predica fielmente la verdad.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 24 → Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador, y tenemos en ti nuestra esperanza.
Porque el Señor es recto y bondadoso indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.
Con quien guarda su alianza y sus mandatos el Señor es leal y bondadoso. El Señor se descubre a quien lo teme y le enseña el sentido de su alianza.

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (12, 28-34) → Gloria a ti, Señor.
28 Entonces se adelantó un maestro de la Ley. Había escuchado la discusión y estaba admirado de cómo Jesús les había contestado. Entonces le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
29 Jesús le contestó: «El primer mandamiento es: Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es un único Señor. 30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas. 31 Y después viene este otro: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento más importante que éstos.»
32 El maestro de la Ley le contestó: «Has hablado muy bien, Maestro; tienes razón cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, 33 y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todas las víctimas y sacrificios.»
34 Jesús vio que ésta era respuesta sabia y le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y después de esto, nadie más se atrevió a hacerle nuevas preguntas.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

miércoles, 6 de junio de 2012

En ti, Señor, tengo fijos mis ojos


Santo(s) del día: San Marcelino Champagnat

Oremos:
Dios omnipotente y misericordioso, de cuya mano proviene el don de servirte y de alabarte, ayúdanos a vencer en esta vida cuanto pueda separarnos de ti.
Por nuestro Señor Jesucristo…Amén.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo (1, 1-3. 6-12)
Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, conforme a la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Cuando de noche y de día te recuerdo en mis oraciones, le doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura, como lo aprendí de mis antepasados. Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos. Porque el Señor no nos ha dado un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de moderación. No te avergüences, pues, de dar testimonio de nuestro Señor, ni te avergüences de mí, que estoy preso por su causa. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos por la predicación del Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios.
El nos ha salvado y nos ha llamado a llevar una vida santa, no por nuestros méritos, sino por su propia determinación y por la gracia que nos ha sido dada, en Cristo Jesús, desde toda la eternidad. Esta gracia es la que se ha manifestado ahora con el advenimiento de nuestro salvador, Jesucristo, quien ha destruido la muerte e irradiado la vida y la inmortalidad por medio del Evangelio, del que he sido nombrado predicador, apóstol y maestro.
Por este motivo soporto esta prisión, pero no me da vergüenza, porque sé en quién he puesto mi confianza, y estoy seguro de que él con su poder cuidará, hasta el último día, lo que me ha encomendado.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 122 → En ti, Señor, tengo fijos mis ojos.
En ti, Señor, que habitas en lo alto, fijos los ojos tengo, como fijan sus ojos en las manos de su señor, los siervos.
Así como la esclava en su señora tiene fijos los ojos, fijos están en el Señor los nuestros hasta que Dios se apiade de nosotros.


† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (12, 18-27) → Gloria a ti, Señor.
18 Entonces se presentaron algunos saduceos. Esta gente defiende que no hay resurrección de los muertos, y por eso le preguntaron: 19 «Maestro, según la ley de Moisés, si un hombre muere antes que su esposa sin tener hijos, su hermano debe casarse con la viuda para darle un hijo, que será el heredero del difunto. 20 Pues bien, había siete hermanos: el mayor se casó y murió sin tener hijos. 21 El segundo se casó con la viuda y murió también sin dejar herederos, y así el tercero. 22 Y pasó lo mismo con los siete hermanos. Después de todos ellos murió también la mujer. 23 En el día de la resurrección, si han de resucitar, ¿de cuál de ellos será esposa? Pues los siete la tuvieron como esposa.»
24 Jesús les contestó: «Ustedes están equivocados; a lo mejor no entienden las Escrituras y tampoco el poder de Dios. 25 Pues cuando resuciten de la muerte, ya no se casarán hombres y mujeres, sino que serán en el cielo como los ángeles.
26 Y en cuanto a saber si los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés, en el capítulo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? 27 Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos. Ustedes están muy equivocados.»
Palabra del Señor.→ Gloria a ti, Señor Jesús.

martes, 5 de junio de 2012

San Bonifacio, obispo y mártir


Santo(s) del día: San Bonifacio Mainz

Oremos:
Señor, que la intercesión de tu mártir san Bonifacio, nos ayude a mantener con firmeza y a proclamar con nuestras obras, aquella misma fe que él predicó con su palabra y atestiguó con su sangre.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro (3, 12-15. 17-18)
Hermanos:
Piensen con cuánta santidad y entrega deben ustedes vivir esperando y apresurando el advenimiento del día del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos.
Pero nosotros confiamos en la promesa del Señor y esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, apoyados en esta esperanza, pongan todo su empeño en que el Señor los halle en paz con él, sin mancha ni reproche, y consideren que la magnanimidad de Dios es nuestra salvación.
Así pues, queridos hermanos, ya están ustedes avisados; vivan en guardia para que no los arrastre el error de los malvados y pierdan su seguridad. Crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y salvador, Jesucristo. A él la gloria, ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 89 → Tú eres, Señor, nuestro refugio.
Desde antes que surgieran las montañas y la tierra y el mundo apareciesen, existes tú, Dios mío, desde siempre y por siempre.
Tú haces volver al polvo a los humanos, diciendo a los mortales que retornen. Mil años son para ti como un día, que ya pasó; como una breve noche.
Setenta son los años que vivimos; llegar a los ochenta es más bien raro; pena y trabajo son los más de ellos, como suspiro pasan y pasamos.
Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda. Haz, Señor, que tus siervos y sus hijos puedan mirar tus obras y tu gloria.

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (12, 13-17) → Gloria a ti, Señor.
13 Querían pillar a Jesús en algo que dijera. Con ese fin le enviaron algunos fariseos junto con partidarios de Herodes. 14 Y dijeron a Jesús: «Maestro, sabemos que eres sincero y que no te inquietas por los que te escuchan, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios. Dinos, ¿es contrario a la Ley pagar el impuesto al César? ¿Tenemos que pagarlo o no?»
15 Pero Jesús vio su hipocresía y les dijo: «¿Por qué me ponen trampas? Tráiganme una moneda, que yo la vea.» 16 Le mostraron un denario, y Jesús les preguntó: «¿De quién es esta cara y lo que está escrito?» Ellos le respondieron: «Del César.» 17 Entonces Jesús les dijo: «Devuelvan al César las cosas del César, y a Dios lo que corresponde a Dios.» Jesús los dejó muy sorprendidos.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

lunes, 4 de junio de 2012

Tú eres mi Dios y en ti confío


Santo(s) del día: San Caracciolo

Oremos:
Aumenta, Señor, en nosotros la fe, la esperanza y la caridad para que cumplamos con amor tus mandamientos y podamos conseguir, así, el cielo que nos tienes prometido.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro (1, 1-7)
Yo, Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, les escribo a ustedes los que han obtenido una fe tan preciosa como la nuestra, gracias a la justicia de Jesucristo, nuestro Dios y salvador. Que abunden entre ustedes la gracia y la paz, por el conocimiento de Jesucristo, nuestro Señor.
Su acción divina nos ha otorgado todo lo necesario para llevar una vida de santidad, mediante el conocimiento profundo del que nos ha llamado con su propia gloria y poder. Por medio de las cuales nos han sido otorgados también los grandes y maravillosos bienes prometidos, para que por ellos puedan ustedes escapar de la corrupción que las pasiones desordenadas provocan en el mundo, y lleguen a participar de la naturaleza divina. Por eso, esfuércense en añadir a su buena fe buena conducta; a la buena conducta, la inteligencia; a la inteligencia, el dominio propio; al dominio propio, la perseverancia; a la perseverancia, la piedad; a la piedad, el amor fraterno, y al amor fraterno, la caridad.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 90 → Tú eres mi Dios y en ti confío.
Tú, que vives al amparo del Altísimo y descansas a la sombra del todopoderoso, dile al Señor: “Tú eres mi refugio y fortaleza; tú eres mi Dios y en ti confío”.
 “Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor, yo te libraré y te pondré a salvo. Cuando tú me invoques, yo te escucharé y en tus angustias estaré contigo”.
 “A quien se acoge a mí, dice el Señor, yo lo defenderé y colmaré de honores; lo haré disfrutar de larga vida y haré que pueda ver mi salvación”.

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (12, 1-12) → Gloria a ti, Señor.
1 Jesús entonces les dirigió estas parábolas: «Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y construyó una casa para el celador. La alquiló después a unos trabajadores y se marchó al extranjero.
2 A su debido tiempo envió a un sirviente para pedir a los viñadores la parte de los frutos que le correspondían. 3 Pero ellos lo tomaron, lo apalearon y lo despacharon con las manos vacías. 4 Envió de nuevo a otro servidor, y a éste lo hirieron en la cabeza y lo insultaron. 5 Mandó a un tercero, y a éste lo mataron. Y envió a muchos otros, pero a unos los hirieron y a otros los mataron. 6 Todavía le quedaba uno: ése era su hijo muy querido. Lo mandó por último, pensando: «A mi hijo lo respetarán.»

7 Pero los viñadores se dijeron entre sí: «Este es el heredero, la viña será para él; matémosle y así nos quedaremos con la propiedad.» 8 Tomaron al hijo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. 9 Ahora bien, ¿qué va a hacer el dueño de la viña? Vendrá, matará a esos trabajadores y entregará la viña a otros.»
10 Y Jesús añadió: «¿No han leído el pasaje de la Escritura que dice: La piedra que rechazaron los constructores ha llegado a ser la piedra principal del edificio. 11 Esta es la obra del Señor, y nos dejó maravillados?»
12 Los jefes querían apresar a Jesús, pero tuvieron miedo al pueblo; habían entendido muy bien que la parábola se refería a ellos. Lo dejaron allí y se fueron.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

sábado, 2 de junio de 2012

Santa María en Sábado


Santo(s) del día: Santa Blandina, Mártires de Lyon

Oremos:
Señor, concede a tus hijos gozar siempre de completa salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de la gloriosa siempre Virgen María, líbranos de las tristezas de esta vida y concédenos disfrutar de las alegrías eternas.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura de la carta del apóstol san Judas (17, 20-25)
Queridos hermanos:
Recuerden las palabras que les predicaron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Consolídense sobre el cimiento de su fe santa, oren movidos por el Espíritu Santo, conserven en ustedes el amor a Dios, en espera de que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo les dé la vida eterna.
A los indecisos traten de convencerlos, para arrancarlos del fuego de la condenación; a los otros, manifiéstenles compasión, pero con cautela, aborreciendo aun la ropa contaminada por su mala vida.
Al Dios único, nuestro salvador, que puede preservarlos a ustedes de todo pecado y hacer que se presenten ante su gloria gozosos y sin mancha, honor y gloria, fuerza y poder, por Jesucristo, nuestro Señor, desde siempre, ahora y por todos los siglos. Amén.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 62 → Señor, mi alma tiene sed de ti.
Señor, tú eres mi Dios, a ti te busco; de ti sedienta está mi alma. Señor, todo mi ser te añora como el suelo reseco añora el agua.
Para admirar tu gloria y tu poder, con este afán te busco en tu santuario. Pues mejor es tu amor que la existencia; siempre, Señor, te alabarán mis labios.
Podré así bendecirte mientras viva y levantar en oración mis manos. De lo mejor se saciará mi alma; te alabaré con jubilosos labios.

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (11, 27-33) → Gloria a ti, Señor.
Y llegaron de nuevo a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a él 28 y le dijeron: «¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?». 29 Jesús les respondió: «Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. 30 Díganme: el bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los hombres?». 31 Ellos se hacían este razonamiento: «Si contestamos: “Del cielo”, él nos dirá: “¿Por qué no creyeron en él?”. 32 ¿Diremos entonces: “De los hombres”?». Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta, 33 respondieron a Jesús: «No sabemos». Y él les respondió: «Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas».
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

viernes, 1 de junio de 2012

San Justino, mártir


Santo(s) del día: San Justino Flavia

Oremos:
Dios nuestro, tú que enseñaste a san Justino que la sabiduría verdadera consiste en conocer a Jesucristo crucificado, concédenos, por la intercesión de tu santo mártir, que nada llegue a separarnos de ti ni del amor a la cruz de Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (4, 7-13)
7 El fin de todas las cosas está cerca; vivan, pues, con sensatez y dediquen sus noches a la oración. (Pro 10,12 - Stgo 5,20) 8 Sobre todo ámense de verdad unos a otros, pues el amor hace perdonar una multitud de pecados. 9 Acójanse unos a otros en sus casas sin quejarse. (Rom 12,16 - 1Cor 12,4) 10 Que cada uno ponga al servicio de los demás el carisma que ha recibido, y de este modo serán buenos administradores de los diversos dones de Dios. 11 Si alguno habla, que sean palabras de Dios; si cumple algún ministerio, hágalo con el poder de Dios, para que Dios sea glorificado en todo por Cristo Jesús. A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.
12 Queridos hermanos, no se sorprendan por el incendio que ha prendido en medio de ustedes para ponerlos a prueba. No es algo insólito lo que les sucede. (Mt 5,11) 13 Más bien alégrense de participar en los sufrimientos de Cristo, pues también se les concederán las alegrías más grandes el día en que se nos descubra su gloria.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 95 → El Señor juzgará a todas las naciones.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (11, 11-26) → Gloria a ti, Señor.
11 Entró Jesús en Jerusalén y se fue al Templo. Observó todo a su alrededor y, siendo ya tarde, salió con los Doce para volver a Betania. 12 Al día siguiente, cuando salían de Betania, sintió hambre. 13 A lo lejos divisó una higuera llena de hojas y fue a ver si encontraba algo en ella. Se acercó, pero no encontró más que hojas, pues todavía no era tiempo de higos. 14 Entonces Jesús dijo a la higuera: «¡Que nadie coma fruto de ti nunca jamás!» Y sus discípulos lo oyeron.
15 Llegaron a Jerusalén, y Jesús fue al Templo. Comenzó a echar fuera a los que se dedicaban a vender y a comprar dentro del recinto mismo. Volcaba las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los vendedores de palomas, 16 y no permitía a nadie transportar cosas por el Templo.
17 Luego se puso a enseñar y les dijo: «¿No dice Dios en la Escritura: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? ¡Pero ustedes la han convertido en una guarida de ladrones!»
18 Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley se enteraron de lo ocurrido y pensaron deshacerse de él; le tenían miedo al ver el impacto que su enseñanza producía sobre el pueblo. 19 Cada día salían de la ciudad al anochecer. 20 Cuando pasaban de madrugada, los discípulos vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz. 21 Pedro se acordó, y dijo a Jesús: «Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.» 22 Jesús respondió: «Tengan fe en Dios. 23 Yo les aseguro que el que diga a ese cerro: ¡Levántate de ahí y arrójate al mar!, si no duda en su corazón y cree que sucederá como dice, se le concederá. 24 Por eso les digo: todo lo que pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán. 25 Y cuando se pongan de pie para orar, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, 26 para que su Padre del Cielo les perdone también a ustedes sus faltas.»
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.