sábado, 31 de marzo de 2012

El Señor cuidará a su pueblo



Santo(s) del día: San Benjamin Ergol , San Amós (Profeta)

Oremos:
Señor, tú que nunca dejas de procurar nuestra salvación y en estos días de Cuaresma nos otorgas gracias más abundantes, mira con amor a esta familia tuya y concede tu auxilio protector a quienes se preparan para el bautismo y a quienes hemos renacido ya a una vida nueva. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Ezequiel (37, 21-28)
Esto dice el Señor Dios:
“Voy a recoger de las naciones a donde emigraron, a todos los israelitas; de todas partes los congregaré para llevarlos a su tierra. Haré de ellos un solo pueblo en mi tierra, en los montes de Israel; habrá un solo rey para todos ellos y nunca más volverán a ser dos naciones, ni a dividirse en dos reinos.
Ya no volverán a mancharse con sus ídolos, sus abominaciones y con todas sus iniquidades; yo los salvaré de las infidelidades que cometieron y los purificaré; ellos van a ser mi pueblo y yo voy a ser su Dios.
Mi siervo David será su rey y todos ellos no tendrán más que un pastor; cumplirán mis mandamientos y pondrán por obra mis preceptos. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob y en la que habitaron los padres de ustedes, y ahí vivirán para siempre ellos, sus hijos y sus nietos; mi siervo David será su rey para siempre.
Voy a hacer con ellos una alianza eterna de paz. Los asentaré, los haré crecer y pondré mi santuario entre ellos para siempre. En medio de ellos estará mi templo: yo voy a ser su Dios y ellos van a ser mi pueblo.
Las naciones sabrán que yo soy el Señor que santifica a Israel, cuando vean mi santuario en medio de ellos para siempre”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo Jeremías 31 → El Señor cuidará a su pueblo como un pastor a su rebaño.
Escuchen, pueblos, la palabra del Señor, anúncienla aun en las islas más remotas: “El que dispersó a Israel lo reunirá y lo cuidará como el pastor a su rebaño”.
Porque el Señor redimió a Jacob y lo rescató de las manos del poderoso. Ellos vendrán para aclamarlo al monte Sión y vendrán a gozar de los bienes del Señor.
Entonces se alegrarán las jóvenes, danzando; se sentirán felices jóvenes y viejos, porque yo convertiré su tristeza en alegría, los llenaré de gozo y aliviaré sus penas.

† Lectura del santo Evangelio según san Juan (11, 45-56) → Gloria a ti, Señor. 45 Muchos judíos que habían ido a casa de María creyeron en Jesús al ver lo que había hecho. 46 Pero otros fueron donde los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho.
47 Entonces los jefes de los sacerdotes y los fariseos convocaron el Consejo y preguntaban: «¿Qué haceos? Este hombre hace muchos milagros. 48 Si lo dejamos que siga así, todos van a creer en él, y luego intervendrán los romanos y destruirán nuestro Lugar Santo y nuestra nación.»
49 Entonces habló uno de ellos, Caifás, que era el sumo sacerdote aquel año, y dijo: «Ustedes no entienden nada. 50 No se dan cuenta de que es mejor que muera un solo hombre por el pueblo y no que perezca toda la nación.»
51 Estas palabras de Caifás no venían de sí mismo, sino que, como era sumo sacerdote aquel año, profetizó en aquel momento; Jesús iba a morir por la nación; 52 y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios que estaban dispersos.
53 Y desde ese día estuvieron decididos a matarlo. 54 Jesús ya no podía moverse libremente como quería entre los judíos. Se retiró, pues, a la región cercana al desierto y se quedó con sus discípulos en una ciudad llamada Efraím.
55 Se acercaba la Pascua de los judíos, y de todo el país subían a Jerusalén para purificarse antes de la Pascua. 56 Buscaban a Jesús y se decían unos a otros en el Templo: « ¿Qué les parece? ¿Vendrá a la fiesta?»
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

viernes, 30 de marzo de 2012

Quinto Viernes de Cuaresma


Santo(s) del día: Santa Irene Macedonia

Oremos:
Perdona, Señor, nuestras culpas y que tu amor y tu bondad nos libren del poder del pecado, al que nos ha sometido nuestra debilidad. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Jeremías (20, 10-13)
En aquel tiempo, dijo Jeremías:
“Yo oía el cuchicheo de la gente que decía: ‘Denunciemos a Jeremías, denunciemos al profeta del terror’. Todos los que eran mis amigos espiaban mis pasos, esperaban que tropezara y me cayera, diciendo:
‘Si se tropieza y se cae, lo venceremos y podremos vengarnos de él’.
Pero el Señor, guerrero poderoso, está a mi lado; por eso mis perseguidores caerán por tierra y no podrán conmigo; quedarán avergonzados de su fracaso y su ignominia será eterna e inolvidable.
Señor de los ejércitos, que pones a prueba al justo y conoces lo más profundo de los corazones, haz que yo vea tu venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa.
Canten y alaben al Señor, porque él ha salvado la vida de su pobre de la mano de los malvados”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 17 → Sálvame, Señor, en el peligro.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fuerza, el Dios que me protege y me libera.
Tú eres mi refugio, mi salvación, mi escudo, mi castillo. Cuando invoqué al Señor de mi esperanza, al punto me libró de mi enemigo.
Olas mortales me cercaban, torrentes destructores me envolvían; me alcanzaban las redes del abismo y me ataban los lazos de la muerte.
En el peligro invoqué al Señor, en mi angustia le grité a mi Dios; desde su templo, él escuchó mi voz y mi grito llegó a sus oídos.

† Lectura del santo Evangelio según san Juan (10, 31-42) → Gloria a ti, Señor.
31 Entonces los judíos tomaron de nuevo piedras para tirárselas. 32 Jesús les dijo: «He hecho delante de ustedes muchas obras hermosas que procedían del Padre; ¿por cuál de ellas me quieren apedrear?» 33 Los judíos respondieron: «No te apedreamos por algo hermoso que hayas hecho, sino por insultar a Dios; porque tú, siendo hombre, te haces Dios».
34 Jesús les contestó: ¿«No está escrito en su Ley: Yo he dicho que son dioses? 35 No se puede cambiar la Escritura, y en ese lugar llama dioses a los que recibieron esta palabra de Dios. 36 Y yo, que fui consagrado y enviado al mundo por el Padre, ¿estaría insultando a Dios al decir que soy el Hijo de Dios? 37 Si yo no hago las obras del Padre, no me crean. 38 Pero si las hago, si no me creen a mí, crean a esas obras, para que sepan y reconozcan que el Padre está en mí y yo en el Padre.»
39 Otra vez quisieron llevarlo preso, pero Jesús se les escapó de las manos. 40 Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba al principio, y se quedó allí. 41 Mucha gente acudió a él, y decían: «Juan no hizo ninguna señal milagrosa, pero todo lo que dijo de éste era verdad». 42 Y muchos creyeron en él en aquel lugar.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

jueves, 29 de marzo de 2012

El Señor nunca olvida sus promesas

Santo(s) del día: San José de Arimatea

Oremos:
Asiste y protege siempre, Señor, a esta familia tuya, que ha puesto en ti toda su esperanza, a fin de que purificados de nuestros pecados, permanezcamos fieles a nuestro compromiso bautismal y obtengamos la herencia prometida. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del Génesis (17, 3-9)
Cuando Dios se le apareció, Abram se postró con el rostro en el suelo y Dios le dijo:
“Aquí estoy. Esta es la alianza que hago contigo:
Serás padre de una multitud de pueblos. Ya no te llamarás Abram, sino Abraham, porque te he constituido como padre de muchas naciones. Te haré fecundo sobremanera; de ti surgirán naciones y de ti nacerán reyes. Contigo y con tus descendientes, de generación en generación, establezco una alianza perpetua para ser el Dios tuyo y de tus descendientes. A ti y a tus descendientes les daré en posesión perpetua toda la tierra de Canaán, en la que ahora vives como extranjero; y yo seré el Dios de ustedes”.
Después le dijo Dios a Abraham: “Cumple, pues, mi alianza, tú y tu posteridad, de generación en generación”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 104 → El Señor nunca olvida sus promesas.
Recurran al Señor y a su poder, búsquenlo sin descanso. Recuerden los prodigios que él ha hecho, sus portentos y oráculos.
Descendientes de Abraham, su servidor, estirpe de Jacob, su predilecto, escuchen: el Señor es nuestro Dios y gobiernan la tierra sus decretos.
Ni aunque transcurran mil generaciones, se olvidará el Señor de sus promesas, de la alianza pactada con Abraham, del juramento a Isaac, que un día le hiciera.

† Lectura del santo Evangelio según san Juan (8, 51-59) → Gloria a ti, Señor.
51 En verdad les digo: el que guarda mi palabra no probará la muerte jamás.» 52 Los judíos replicaron: «Ahora sabemos que eres víctima de un mal espíritu. Abraham murió y también los profetas, ¿y tú dices: “Quien guarda mi palabra jamás probará la muerte”? 53 ¿Eres tú más grande que nuestro padre Abraham, que murió, lo mismo que murieron los Profetas? ¿Quién te crees que eres?»
54 Jesús les contestó: «Si yo me doy gloria a mí mismo, mi gloria no vale nada; es el Padre quien me da gloria, el mismo que ustedes llaman «nuestro Dios». 55 Ustedes no lo conocen, yo sí lo conozco, y si dijera que no lo conozco, sería un mentiroso como ustedes. Pero yo lo conozco y guardo su palabra. 56 En cuanto a Abraham, padre de ustedes, se alegró pensando ver mi día. Lo vio y se regocijó.».
57 Entonces los judíos le dijeron: « ¿Aún no tienes cincuenta años y has visto a Abraham?» 58 Contestó Jesús: «En verdad les digo que antes que Abraham existiera, Yo Soy». 59 Entonces tomaron piedras para lanzárselas, pero Jesús se ocultó y salió del Templo.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Bendito seas, Señor, para siempre

Santo(s) del día: San Sixto III

Oremos:
Ilumina, Señor, el corazón de tus hijos, purificado por las penitencias cuaresmales y concédenos manifestar en nuestra vida el deseo de servirte que nos has inspirado. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Daniel (3, 14-20. 49-50. 91-92. 95)
En aquellos días dijo el rey Nabucodonosor:
“¿Es cierto, Sedrak, Mesak y Abednegó, que no quieren servir a mis dioses, ni adorar la estatua de oro que he mandado levantar? Pues bien, si no es cierto, estén dispuestos para que, al oír sonar el cuerno, la flauta, la cítara, el salterio, la chirimía y toda clase de instrumentos, se postren y adoren la estatua que he mandado hacer. Pero si no la adoran, serán arrojados inmediatamente a un horno encendido. ¿Y qué dios podrá librarlos entonces de mis manos?”
Pero Sedrak, Mesak y Abednegó contestaron al rey Nabucodonosor: “No es necesario responder a tu pregunta, pues el Dios a quien servimos puede librarnos del horno encendido y nos librará de tus manos; y aunque no lo hiciera, sábete que de ningún modo serviremos a tus dioses, ni adoraremos la estatua de oro,que has mandado levantar”.
Entonces Nabucodonosor se enfureció y la expresión de su rostro cambió para Sedrak, Mesak y Abednegó. Mandó encender el horno y aumentar la fuerza del fuego siete veces más de lo acostumbrado. Después ordenó que algunos de los hombres más fuertes de su ejército ataran a Sedrak, Mesak y Abednegó y los arrojaran al horno encendido.
Pero el ángel del Señor bajó del cielo, se puso junto a ellos, apartó las llamas y produjo en el horno un frescor como de brisa y de rocío, y el fuego no los atormentó, ni los hirió, ni siquiera los tocó. El rey Nabucodonosor, estupefacto, se levantó precipitadamente y dijo a sus consejeros: “¿Acaso no estaban atados los tres hombres que arrojamos al horno?” Ellos contestaron: “Sí, señor”. El rey replicó: “¿Por qué, entonces, estoy viendo cuatro hombres sueltos, que se pasean entre las llamas, sin quemarse? Y el cuarto, parece un ángel”.
Nabucodonosor los hizo salir del horno y exclamó: “Bendito sea el Dios de Sedrak, Mesak y Abednegó, que ha enviado a su ángel para librar a sus siervos, que confiando en él, desobedecieron la orden del rey y expusieron su vida, antes que servir y adorar a un dios extraño”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Daniel 3 → Bendito seas, Señor, para siempre.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres. Bendito sea tu nombre santo y glorioso.
Bendito seas en tu templo santo y glorioso. Bendito seas en el trono de tu reino.
Bendito eres tú, Señor, que penetras con tu mirada los abismos y te sientas en un trono rodeado de querubines. Bendito seas, Señor, en la bóveda del cielo.

† Lectura del santo Evangelio según san Juan (8, 31-42) → Gloria a ti, Señor.
31 Jesús decía a los judíos que habían creído en él: «Ustedes serán verdaderos discípulos míos si perseveran en mi palabra; 32 entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.» 33 Le respondieron: «Somos descendientes de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Por qué dices: “Ustedes serán libres”?»
34 Jesús les contestó: «En verdad, en verdad les digo: el que vive en el pecado es esclavo del pecado. 35 Pero el esclavo no se quedará en la casa para siempre; el hijo, en cambio, permanece para siempre. 36 Por tanto, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres. 37 Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero mi palabra no tiene acogida en ustedes, y por eso tratan de matarme. 38 Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre.»
39 Ellos le cortaron la palabra: «Nuestro padre es Abraham.» Entonces Jesús les dijo: «Si ustedes fueran hijos de Abraham, actuarían como Abraham. 40 Pero viene alguien que les dice la verdad, la verdad que he aprendido de Dios, y ustedes quieren matarme. Esta no es la manera de actuar de Abraham. 41 Ustedes actúan como hizo su padre.»
 Los judíos le dijeron: «Nosotros no somos hijos de la prostitución, no tenemos más que un solo padre: Dios.» 42 Jesús les replicó: «Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían a mí, porque yo he salido de Dios para venir aquí. No he venido por iniciativa propia, sino que él mismo me ha enviado.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

martes, 27 de marzo de 2012

Sé valiente, espera en el Señor

Santo(s) del día: San Ruperto

Oremos:
Concédenos, Señor, la gracia de perseverar en el fiel cumplimiento de tu voluntad, para que tu pueblo santo aumente en número y crezca en santidad.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro de los Números (21, 4-9)
En aquellos días, los hebreos salieron del monte Hor en dirección al mar Rojo, para rodear el territorio de Edom; pero por el camino, el pueblo se impacientó y murmuró contra Dios y contra Moisés, diciendo:
“¿Para qué nos sacaste de Egipto? ¿Para qué muriéramos en el desierto? No tenemos pan ni agua y ya estamos hastiados de esta miserable comida”.
Entonces envió Dios contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. El pueblo acudió a Moisés y le dijo:
“Hemos pecado al murmurar contra el Señor y contra ti. Ruega al Señor que aparte de nosotros las serpientes”.
Moisés rogó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió:
“Haz una serpiente como ésas y levántala en un palo. El que haya sido mordido por las serpientes y mire la que tú hagas, vivirá”. Moisés hizo una serpiente de bronce y la levantó en un palo; y si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 101 → Señor, escucha mi plegaria.
Señor, escucha mi plegaria; que a tu presencia lleguen mis clamores. El día de la desgracia, Señor, no me abandones. Cuando te invoque, escúchame y enseguida respóndeme.
Cuando el Señor reedifique a Sión y aparezca glorioso, cuando oiga el clamor del oprimido y no se muestre a sus plegarias sordo, entonces al Señor temerán todos los pueblos y su gloria verá los poderosos.
Esto se escribirá para el futuro y alabará al Señor el pueblo nuevo, porque el Señor, desde su altura santa, ha mirado a la tierra desde el cielo, para oír los gemidos del cautivo y librar de la muerte al prisionero.

† Lectura del santo Evangelio según san Juan (8, 21-30) → Gloria a ti, Señor.
21 De nuevo Jesús les dijo: «Yo me voy y ustedes me buscarán. Pero ustedes no pueden ir a donde yo voy y morirán en su pecado.» 22 Los judíos se preguntaban: « ¿Por qué dice que a donde él va nosotros no podemos ir? ¿Pensará tal vez en suicidarse?»
23 Pero Jesús les dijo: «Ustedes son de abajo, yo soy de arriba. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. 24 Por eso les he dicho que morirán en sus pecados. Yo les digo que si ustedes no creen que Yo soy, morirán en sus pecados.» 25 Le preguntaron: «Pero ¿quién eres tú?» Jesús les contestó: «Exactamente lo que acabo de decirles. 26 Tengo mucho que decir sobre ustedes y mucho que condenar, pero lo que digo al mundo lo aprendí del que me ha enviado: él es veraz.»
27 Ellos no comprendieron que Jesús les hablaba del Padre. 28 Y añadió: «Cuando levanten en alto al Hijo del hombre, entonces conocerán que Yo soy y que no hago nada por mi cuenta, sino que sólo digo lo que el Padre me ha enseñado. 29 El que me ha enviado está conmigo y no me deja nunca solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él.» 30 Esto es lo que decía Jesús, y muchos creyeron en él.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

lunes, 26 de marzo de 2012

Has hallado gracia ante Dios

Santo(s) del día: San Ludgero

Solemnidad de la Anunciación del Señor

Oremos:
Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo, al encarnarse en el seno de la Virgen María participara en toda nuestra condición humana, concede a quienes lo reconocemos como Dios y hombre verdadero, participar, por medio de la gracia de su vida divina.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Isaías (7, 10-14)
En aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo:
“Pide al Señor, tu Dios, una señal de abajo, en lo profundo o de arriba, en lo alto”. Contestó Ajaz: “No la pediré. No tentaré al Señor”.
Entonces dijo Isaías: “Oye, pues, casa de David:
¿No satisfechos con cansar a los hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 39 → Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Sacrificios, Señor, tú no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: “Aquí estoy”.
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que deseo: tu ley en medio de mi corazón.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cerrado mis labios, tú lo sabes, Señor.
No callé tu justicia, antes bien, proclamé tu lealtad y tu auxilio. Tu amor y tu lealtad no los he ocultado a la gran asamblea.

Lectura de la carta a los hebreos (10, 4-10)
Hermanos: Es imposible que la sangre de toros y machos cabríos pueda borrar los pecados. Por eso, al entrar al mundo, Cristo dijo conforme al salmo: No quisiste víctimas ni ofrendas; en cambio, me has dado un cuerpo. No te agradaron los holocaustos ni los sacrificios por el pecado; entonces dije –porque a mí se refiere la Escritura–: “Aquí estoy, Dios mío; vengo para cumplir tu voluntad”.
Comienza por decir:
No quisiste víctimas ni ofrendas, no te agradaron los holocaustos ni los sacrificios por el pecado –siendo así que es lo que pedía la ley–; y luego añade: Aquí estoy, Dios mío; vengo para cumplir tu voluntad.
Con esto, Cristo suprime los antiguos sacrificios, para establecer el nuevo. Y en virtud de esta voluntad, todos quedamos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez por todas.
Palabra de Dios.→ Te alabamos, Señor.
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (1, 26-38) → Gloria a ti, Señor.
26 Al sexto mes el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una joven virgen que estaba comprometida en matrimonio con un hombre llamado José, de la familia de David. La virgen se llamaba María.

28 Llegó el ángel hasta ella y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.» 29 María quedó muy conmovida al oír estas palabras, y se preguntaba qué significaría tal saludo.

30 Pero el ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado el favor de Dios. 31 Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús. 32 Será grande y justamente será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David; 33 gobernará por siempre al pueblo de Jacob y su reinado no terminará jamás.»
34 María entonces dijo al ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen?» 35 Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. 36 También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. 37 Para Dios, nada es imposible.»
38 Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó el ángel.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

sábado, 24 de marzo de 2012

En ti, Señor, me refugio

Santo(s) del día: Santa Catalina de Suecia

Oremos:
Que tu amor misericordioso dirija siempre, Señor, nuestros deseos y actividades, ya que sin tu ayuda no podemos agradarte. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Jeremías (11, 18-20)
En aquel tiempo, dijo Jeremías:
“El Señor me instruyó y yo comprendí; él me explicó lo que hacían. Yo era como un manso cordero que es llevado a degollar, y no sabía lo que tramaban contra mí, diciendo: ‘Talemos el árbol en su pleno vigor, arranquémoslo de la tierra de los vivos y que su nombre no se pronuncie más’.
Ahora tú, Señor de los ejércitos, justo juez, que sondeas lo más íntimo del corazón, haz que yo vea tu venganza contra ellos, porque a ti he encomendado mi causa”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 7 → En ti, Señor, me refugio.
En ti, Dios mío, me refugio: de mis perseguidores, sálvame. No permitas que algunos, como fieras, me destrocen y nadie me rescate.
Tú que llegas, Señor, a lo más hondo del corazón humano, tú júzgame, Señor, según mis méritos; conforme a mi inocencia, da tu fallo. Apoya al hombre recto, pon fin a la maldad de los malvados.
Tengo mi escudo en Dios, que salva a los de recto corazón. Alabaré al Señor por su justicia y cantaré el nombre del Altísimo.

† Lectura del santo Evangelio según san Juan (7, 40-53) → Gloria a ti, Señor.
40 Muchos de los que escucharon esto decían: «Realmente este hombre es el Profeta». 41 Unos afirmaban: «Este es el Mesías». Pero otros decían: « ¿Cómo va a venir el Mesías de Galilea? 42 ¿No dice la Escritura que el Mesías es un descendiente de David y que saldrá de Belén, la ciudad de David?» 43 La gente, pues, estaba dividida a causa de Jesús. 44 Algunos querían llevarlo preso, pero nadie le puso las manos encima.

45 Cuando los guardias del Templo volvieron a donde los sacerdotes y los fariseos, les preguntaron: « ¿Por qué no lo han traído?» 46 Los guardias contestaron: «Nunca hombre alguno ha hablado como éste». 47 Los fariseos les dijeron: « ¿También ustedes se han dejado engañar? 48 ¿Hay algún jefe o algún fariseo que haya creído en él? 49 Pero esa gente que no conoce la Ley, ¡son unos malditos!»
50 Les respondió Nicodemo, el que había ido antes a ver a Jesús y que era uno de ellos. Dijo: 51 « ¿Acaso nuestra ley permite condenar a un hombre sin escucharle antes y sin averiguar lo que ha hecho?» 52 Le contestaron: « ¿También tú eres de Galilea? Estudia las Escrituras y verás que de Galilea no salen profetas.» 53 Y se fue cada uno a su casa.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

viernes, 23 de marzo de 2012

Cuarto Viernes de Cuaresma

Santo(s) del día: San Toribio Mogrovejo

Oremos:
Dios nuestro, que has preparado en tus sacramentos el auxilio adecuado a nuestra debilidad, concédenos recibirlos llenos de gozo y renovar con ellos nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro de la Sabiduría (2, 1. 12-22)
Los malvados dijeron entre sí, discurriendo equivocadamente:
“Tendamos una trampa al justo, porque nos molesta y se opone a lo que hacemos; nos echa en cara nuestras violaciones a la ley, nos reprende las faltas contra los principios en que fuimos educados. Presume de que conoce a Dios y se proclama a sí mismo hijo del Señor.
Ha llegado a convertirse en un vivo reproche de nuestro modo de pensar y su sola presencia es insufrible, porque lleva una vida distinta de los demás y su conducta es extraña. Nos considera como monedas falsas y se aparta de nuestro modo de vivir como de las inmundicias. Tiene por dichosa la suerte final de los justos y se gloría de tener por padre a Dios.
Veamos si es cierto lo que dice, vamos a ver qué le pasa en su muerte. Si el justo es hijo de Dios, él lo ayudará y lo librará de las manos de sus enemigos. Sometámoslo a la humillación y a la tortura para conocer su temple y su valor. Condenémoslo a muerte ignominiosa, porque dice que hay quien mire por él”.
Así discurren los malvados, pero se engañan; su malicia los ciega. No conocen los ocultos designios de Dios, no esperan el premio de la virtud, ni creen en la recompensa de una vida intachable.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 33 → El Señor no está lejos de sus fieles.
En contra del malvado está el Señor, para borrar de la tierra su memoria. Escucha, en cambio, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas.
El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas. Muchas tribulaciones pasa el justo, pero de todas ellas Dios lo libra.
Por los huesos del justo vela Dios, sin dejar que ninguno se le quiebre. Salva el Señor la vida de sus siervos; no morirán quienes en él esperan.

† Lectura del santo Evangelio según san Juan (7, 1-2. 10. 25-30) → Gloria a ti, Señor.
1 Después de esto, Jesús iba de un lugar a otro por Galilea; no quería estar en Judea porque los judíos deseaban matarle. 2 Se acercaba la fiesta de los judíos llamada de las Tiendas.
10 Solamente después que sus hermanos fueron a la fiesta subió él también, pero sin decirlo y como en secreto.
25 Algunos habitantes de Jerusalén decían: «Pero, ¿no es éste al que quieren matar? 26 Pues ahí lo tienen hablando con toda libertad y no le dicen nada. ¿Será tal vez que nuestros dirigentes han reconocido que él es el Mesías? 27 Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde viene.»
28 Entonces Jesús dijo en voz muy alta mientras enseñaba en el Templo: «Ustedes dicen que me conocen. Ustedes saben de dónde vengo. Sepan que yo no he venido por mi propia cuenta: quien me envía es el Verdadero, y ustedes no lo conocen. 29 El es el que me ha enviado, y yo lo conozco porque vengo de él.»
30 Los judíos hubieran querido llevarlo preso, pero nadie le puso las manos encima porque todavía no había llegado su hora.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

jueves, 22 de marzo de 2012

Alégrese el corazón de los que buscan al Señor

Santo(s) del día: Santa Catalina de Génova

Oremos:
Padre lleno de amor, que nos has concedido la gracia de purificarnos con el arrepentimiento y de santificarnos haciendo el bien a los demás, ayúdanos a permanecer fieles a tus mandamientos, para llegar bien dispuestos a las festividades pascuales. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del Éxodo (32, 7-14)
En aquellos días, dijo el Señor a Moisés:
“Anda, baja del monte, porque tu pueblo, el que sacaste de Egipto, se ha pervertido. No tardaron en desviarse del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se han postrado ante él y le han ofrecido sacrificios y le han dicho: ‘Este es tu Dios, Israel; es el que te sacó de Egipto’ ”.
El Señor le dijo también a Moisés: “Veo que éste es un pueblo de cabeza dura. Deja que mi ira se encienda contra ellos hasta consumirlos. De ti, en cambio, haré un gran pueblo”.
Moisés trató de aplacar al Señor, su Dios, diciéndole:
“¿Por qué ha de encenderse tu ira, Señor, contra este pueblo que tú sacaste de Egipto con gran poder y vigorosa mano? ¿Vas a dejar que digan los egipcios: ‘Los sacó con malas intenciones, para hacerlos morir en las montañas y borrarlos de la superficie de la tierra’?
Apaga el ardor de tu ira, renuncia al mal con que has amenazado a tu pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, siervos tuyos, a quienes juraste por ti mismo, diciendo: ‘Multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo y les daré en posesión perpetua toda la tierra que les he prometido’ ”.
Y el Señor renunció al castigo con que había amenazado a su pueblo.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 105 → Perdona, Señor, las culpas de tu pueblo.
En el Horeb hicieron un becerro, un ídolo de oro, y lo adoraron. Cambiaron al Dios que era su gloria por la imagen de un buey que come pasto.
Se olvidaron del Dios que los salvó, y que hizo portentos en Egipto, en la tierra de Cam, mil maravillas, y en las aguas del mar Rojo, sus prodigios.
Por eso hablaba Dios de aniquilarlos; pero Moisés, que era su elegido, se interpuso, a fin de que, en su cólera, no fuera el Señor a destruirlos.

† Lectura del santo Evangelio según san Juan (5, 31-47) → Gloria a ti, Señor.
31 Si yo hago de testigo en mi favor, mi testimonio no tendrá valor. 32 Pero Otro está dando testimonio de mí, y yo sé que es verdadero cuando da testimonio de mí.
33 Ustedes mandaron interrogar a Juan, y él dio testimonio de la verdad. 34 Yo les recuerdo esto para bien de ustedes, para que se salven, porque personalmente yo no me hago recomendar por hombres. 35 Juan era una antorcha que ardía e iluminaba, y ustedes por un tiempo se sintieron a gusto con su luz. 36 Pero yo tengo un testimonio que vale más que el de Juan: son las obras que el Padre me encomendó realizar.
 Estas obras que yo hago hablan por mí y muestran que el Padre me ha enviado. 37 Y el Padre que me ha enviado también da testimonio de mí. Ustedes nunca han oído su voz ni visto su rostro; 38 y tampoco tienen su palabra, pues no creen al que él ha enviado.
39 Ustedes escudriñan las Escrituras pensando que encontrarán en ellas la vida eterna, y justamente ellas dan testimonio de mí. 40 Sin embargo ustedes no quieren venir a mí para tener vida. 41 Yo no busco la alabanza de los hombres. 42 Sé sin embargo que el amor de Dios no está en ustedes, 43 porque he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me reciben. Si algún otro viene en su propio nombre, a ése sí lo acogerán. 44 Mientras hacen caso de las alabanzas que se dan unos a otros y no buscan la gloria que viene del Único Dios, ¿cómo podrán creer?
45 No piensen que seré yo quien los acuse ante el Padre. Es Moisés quien los acusa, aquel mismo en quien ustedes confían. 46 Si creyeran a Moisés, me creerían también a mí, porque él escribió de mí. 47 Pero si ustedes no creen lo que escribió Moisés, ¿cómo van a creer lo que les digo yo?»
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

miércoles, 21 de marzo de 2012

El Señor es compasivo y misericordioso

Santo(s) del día: San Nicolás de Flüe

Oremos:
Señor, tú que recompensas al justo y perdonas al pecador que se arrepiente, ten piedad de nosotros, para que la humilde confesión de nuestras faltas nos obtenga tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Isaías (49, 8-15)
Esto dice el Señor:
“En el tiempo de la misericordia te escuché, en el día de la salvación te auxilié. Yo te formé y te he destinado para que seas alianza del pueblo: para restaurar la tierra, para volver a ocupar los hogares destruidos, para decir a los prisioneros: ‘Salgan’, y a los que están en tinieblas: ‘Vengan a la luz’.
Pastarán de regreso a lo largo de todos los caminos, hallarán pasto hasta en las dunas del desierto. No sufrirán hambre ni sed, no los afligirá el sol ni el calor, porque el que tiene piedad de ellos los conducirá a los manantiales. Convertiré en caminos todas las montañas y pondrán terraplén a mis calzadas.
Miren: éstos vienen de lejos; aquéllos, del norte y el poniente, y aquéllos otros, de la tierra de Senim.
Griten de alegría, cielos; regocíjate, tierra; rompan a cantar, montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y tiene misericordia de los desamparados. Sión había dicho: ‘El Señor me ha abandonado, el Señor me tiene en el olvido’. ¿Puede acaso una madre olvidarse de su creatura hasta dejar de enternecerse por el hijo de sus entrañas?
Aunque hubiera una madre que se olvidara, yo nunca me olvidaré de ti”, dice el Señor todopoderoso.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 144 → El Señor es compasivo y misericordioso.
El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas.
El Señor es siempre fiel a sus palabras y bondadoso en todas sus acciones. Da su apoyo el Señor al que tropieza y al agobiado alivia.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de quien lo invoca.

† Lectura del santo Evangelio según san Juan (5, 17-30) → Gloria a ti, Señor.
17 Pero Jesús les respondió: «Mi Padre sigue trabajando, y yo también trabajo.» 18 Y los judíos tenían más ganas todavía de matarle, porque además de quebrantar la ley del sábado, se hacía a sí mismo igual a Dios, al llamarlo su propio Padre.
19 Jesús les dirigió la palabra: «En verdad les digo: El Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino sólo lo que ve hacer al Padre. Todo lo que haga éste, lo hace también el Hijo. 20 El Padre ama al Hijo y le enseña todo lo que él hace, y le enseñará cosas mucho más grandes que éstas, que a ustedes los dejarán atónitos.
21 Como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, también el Hijo da la vida a los que quiere. 22 Del mismo modo, el Padre no juzga a nadie, sino que ha entregado al Hijo la responsabilidad de juzgar, 23 para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, tampoco honra al Padre que lo ha enviado.
24 En verdad les digo: El que es cucha mi palabra y cree en el que me ha enviado, vive de vida eterna; ya no habrá juicio para él, porque ha pasado de la muerte a la vida.
25 Sepan que viene la hora, y ya estamos en ella, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la escuchen vivirán. 26 Así como el Padre tiene vida en sí mismo, también ha dado al Hijo tener vida en sí mismo. 27 Y además le ha da do autoridad para llevar a cabo el juicio, porque es hijo de hombre.
28 No se asombren de esto; llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán mi voz. 29 Los que obraron el bien resucitarán para la vida, pero los que obraron el mal irán a la condenación.
30 Yo no puedo hacer nada por mi cuenta, sino que juzgo conforme a lo que escucho; así mi juicio es recto, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad de Aquel que me envió.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

martes, 20 de marzo de 2012

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza

Santo(s) del día : San Martín Dumiense

Oremos:
Que los sacrificios y oraciones cuaresmales dispongan, Señor, a tus hijos para celebrar dignamente el misterio pascual y trasmitir al mundo el feliz anuncio de la salvación.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Ezequiel (47, 1-9. 12)
En aquellos tiempos, un hombre me llevó a la entrada del templo. Por debajo del umbral manaba agua hacia el oriente, pues el templo miraba hacia el oriente, y el agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur del altar.
Luego me hizo salir por el pórtico del norte y dar la vuelta hasta el pórtico que mira hacia el oriente, y el agua corría por el lado derecho. Aquel hombre salió hacia el oriente, y con la cuerda que tenía en la mano, midió quinientos metros y me hizo atravesar por el agua, que me daba a los tobillos. Midió otros quinientos metros y me hizo pasar; el agua me daba a las rodillas. Midió quinientos más y me hizo cruzar; el agua me daba a la cintura. Era ya un torrente que yo no podía vadear, pues habían crecido las aguas y no se tocaba el fondo. Entonces me dijo: “¿Has visto, hijo de hombre?”
Después me hizo volver a la orilla del torrente, y al mirar hacia atrás, vi una gran cantidad de árboles en una y otra orilla. Aquel hombre me dijo:
“Estas aguas van hacia la región oriental; bajarán hasta el Arabá, entrarán en el mar de aguas saladas y lo sanearán. Todo ser viviente que se mueva por donde pasa el torrente, vivirá; habrá peces en abundancia, porque los lugares a donde lleguen estas aguas quedarán saneados y por dondequiera que el torrente pase, prosperará la vida. En ambas márgenes del torrente crecerán árboles frutales de toda especie, de follaje perenne e inagotables frutos. Darán frutos nuevos cada mes, porque los riegan las aguas que manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas, de medicina”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 45 ╬ Con nosotros está Dios, el Señor.
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza, quien en todo peligro nos socorre. Por eso no tememos, aunque tiemble, y aunque al fondo del mar caigan los montes.
Un río alegra a la ciudad de Dios, su morada el Altísimo hace santa. Teniendo a Dios, Jerusalén no teme, porque Dios la protege desde el alba.
Con nosotros está Dios, el Señor; es el Dios de Israel nuestra defensa. Vengan a ver las cosas sorprendentes que ha hecho el Señor sobre la tierra.

† Lectura del santo Evangelio según san Juan (5, 1-3. 5-16) → Gloria a ti, Señor.
1 Después de esto se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. 2 Hay en Jerusalén, cerca de la Puerta de las Ovejas, una piscina llamada en hebreo Betesda. Tiene ésta cinco pórticos, 3 y bajo los pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, tullidos (y paralíticos. Todos esperaban que el agua se agitara, 5 Había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6 Jesús lo vio tendido, y cuando se enteró del mucho tiempo que estaba allí, le dijo: «¿Quieres sanar?» 7 El enfermo le contestó: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua, y mientras yo trato de ir, ya se ha metido otro.» 8 Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y anda.» 9 Al instante el hombre quedó sano, tomó su camilla y empezó a caminar.
 Pero aquel día era sábado. 10 Por eso los judíos dijeron al que acababa de ser curado: «Hoy es día sábado, y la Ley no permite que lleves tu camilla a cuestas.» 11 El les contestó: «El que me sanó me dijo: Toma tu camilla y anda.» 12 Le preguntaron: «¿Quién es ese hombre que te ha dicho: Toma tu camilla y anda?» 13 Pero el enfermo no sabía quién era el que lo había sanado, pues Jesús había desaparecido entre la multitud reunida en aquel lugar.
14 Más tarde Jesús se encontró con él en el Templo y le dijo: «Ahora estás sano, pero no vuelvas a pecar, no sea que te suceda algo peor.» 15 El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. 16 Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía tales curaciones en día sábado.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

viernes, 16 de marzo de 2012

Bendice, alma mía, al Señor

Santo(s) del día : San Patricio 

Oremos:
Concédenos, Señor, que celebrando con alegría esta Cuaresma, de tal modo penetremos el significado del misterio pascual, que obtengamos la plenitud de sus frutos.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Oseas (6, 1-6)
Esto dice el Señor:
“En su aflicción, mi pueblo me buscará y se dirán unos a otros: ‘Vengan, volvámonos al Señor; él nos ha desgarrado y él nos curará; él nos ha herido y él nos vendará. En dos días nos devolverá la vida, y al tercero, nos levantará y viviremos en su presencia.
Esforcémonos por conocer al Señor; tan cierta como la aurora es su aparición y su juicio surge como la luz; bajará sobre nosotros como lluvia temprana, como lluvia de primavera que empapa la tierra’.
¿Qué voy a hacer contigo, Efraín? ¿Qué voy a hacer contigo, Judá? Su amor es nube mañanera, es rocío matinal que se evapora. Por eso los he azotado por medio de los profetas y les he dado muerte con mis palabras. Porque yo quiero misericordia y no sacrificios, conocimiento de Dios, más que holocaustos”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 50 → Misericordia quiero, no sacrificios, dice el Señor.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos, y purifícame de mis pecados.
Tú, Señor, no te complaces en los sacrificios y si te ofreciera un holocausto, no te agradaría. Un corazón contrito te presento, y a un corazón contrito, tú nunca lo desprecias.
Señor, por tu bondad, apiádate de Sión, edifica de nuevo sus murallas. Te agradarán entonces los sacrificios justos, ofrendas y holocaustos.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (18, 9-14) → Gloria a ti, Señor.
9 Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos y despreciaban a los demás. 10 «Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano. 11 El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior de esta manera: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros, o como ese publicano... 12 Ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas.”
13 Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador.”
14 Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque el que se hace grande será humillado y el que se humilla será enaltecido.»
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

Tercer Viernes de Cuaresma

Santo(s) del día: San Gabriel Lalemant

Oremos:
Infunde Señor, en nosotros tu gracia para que podamos dominar nuestras pasiones y permanecer fieles a tus palabras de vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Oseas (14, 2-10)
Esto dice el Señor Dios:
“Israel, conviértete al Señor, Dios tuyo, pues tu maldad te ha hecho sucumbir. Arrepiéntanse y acérquense al Señor para decirle: ‘Perdona todas nuestras maldades, acepta nuestro arrepentimiento sincero, que solemnemente te prometemos.
Ya no nos salvará Asiria, ya no confiaremos en nuestro ejército, ni volveremos a llamar “dios nuestro” a las obras de nuestras manos, pues sólo en ti encuentra piedad el huérfano’.
Yo perdonaré sus infidelidades, dice el Señor; los amaré aunque no lo merezcan, porque mi cólera se ha apartado de ellos. Seré para Israel como rocío; mi pueblo florecerá como el lirio, hundirá profundamente sus raíces, como el álamo, y sus renuevos se propagarán; su esplendor será como el del olivo y tendrá la fragancia de los cedros del Líbano.
Volverán a vivir bajo mi sombra, cultivarán los trigales y las viñas, que serán tan famosas como las del Líbano. Ya nada tendrá que ver Efraín con los ídolos.
Yo te he castigado, pero yo también te voy a restaurar, pues soy como un ciprés, siempre verde, y gracias a mí, tú das frutos. Quien sea sabio, que comprenda estas cosas y quien sea prudente, que las conozca. Los mandamientos del Señor son rectos y los justos los cumplen; los pecadores, en cambio, tropiezan en ellos y caen”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 80 → Yo soy tu Dios, escúchame.
Oyó Israel palabras nunca oídas: “He quitado la carga de tus hombros y el pesado canasto de tus manos. Clamaste en la aflicción y te libré.
Te respondí, oculto entre los truenos, y te probé en Meribá, junto a la fuente. Escucha, pueblo mío, mi advertencia. ¡Israel, si quisieras escucharme!
No tendrás otro Dios, fuera de mí, ni adorarás a dioses extranjeros, porque yo el Señor, soy el Dios tuyo, que te sacó de Egipto, tu destierro.
¡Ojalá que mi pueblo me escuchara y cumpliera Israel mis mandamientos! Comería de lo mejor de mi trigo y yo lo saciaría con miel silvestre”.

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos (12, 28-34) → Gloria a ti, Señor.
28 Entonces se adelantó un maestro de la Ley. Había escuchado la discusión y estaba admirado de cómo Jesús les había contestado. Entonces le preguntó: « ¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
29 Jesús le contestó: «El primer mandamiento es: Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es un único Señor. 30 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus fuerzas. 31 Y después viene este otro: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento más importante que éstos.»
32 El maestro de la Ley le contestó: «Has hablado muy bien, Maestro; tienes razón cuando dices que el Señor es único y que no hay otro fuera de él, 33 y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todas las víctimas y sacrificios.»
34 Jesús vio que ésta era respuesta sabia y le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y después de esto, nadie más se atrevió a hacerle nuevas preguntas.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

jueves, 15 de marzo de 2012

Señor, que no seamos sordos a tu voz

Santo(s) del día: San Longino

Oremos:
Te pedimos, Señor, humildemente, que conforme se acerca la fiesta de nuestra redención, crezca en nosotros el fervor para celebrar santamente la Pascua de tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Lectura del libro del profeta Jeremías (7, 23-28)
Esto dice el Señor: “Esta es la orden que di a mi pueblo:
‘Escuchen mi voz, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo; caminen siempre por el camino que yo les mostraré, para que les vaya bien’.
Pero ellos no escucharon ni prestaron oído. Caminaron según sus ideas, según la maldad de su corazón obstinado, y en vez de darme la cara, me dieron la espalda, desde que sus padres salieron del país de Egipto hasta hoy.
Yo les envié a mis siervos, los profetas, un día y otro día; pero ellos no los escucharon ni les prestaron oído. Endurecieron su cabeza y fueron peores que sus padres. Tú les dirás, pues, todas estas palabras, pero no te escucharán; los llamarás y no te responderán.
Entonces les dirás:
‘Este es el pueblo que no escuchó la voz del Señor, su Dios, ni aceptó la corrección. Ya no existe fidelidad en Israel; ha desaparecido de su misma boca’ ”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 94 → Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva. Acerquémonos a él, llenos de júbilo, y démosle gracias.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos hizo, porque él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; él es nuestro pastor y nosotros, sus ovejas.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: “No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras”.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (11, 14-23) → Gloria a ti, Señor.
14 Otro día Jesús estaba expulsando un demonio: se trataba de un hombre mudo. Apenas salió el demonio, el mudo empezó a hablar y la gente quedó admirada. 15 Pero algunos de ellos dijeron: «Este echa a los demonios con el poder de Belzebú, jefe de los demonios.» 16 Y otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal que viniera del cielo.
17 Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: «Una nación dividida corre a la ruina, y los partidos opuestos caen uno tras otro. 18 Si Satanás también está dividido, ¿podrá mantenerse su reino? ¿Cómo se les ocurre decir que yo echo los demonios invocando a Belzebú? 19 Si yo echo los demonios con la ayuda de Belzebú, los amigos de ustedes, ¿con ayuda de quién los echan? Ellos juzgarán lo que ustedes acaban de decir.
20 En cambio, si echo los demonios con el dedo de Dios, comprendan que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. 21 Cuando el Fuerte, bien armado, guarda su casa, todas sus cosas están seguras; 22 pero si llega uno más fuerte y lo vence, le quitará las armas en que confiaba y distribuirá todo lo que tenía.
23 El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Demos gloria a nuestro Dios

Santo(s) del día: Santa Matilde

Oremos:
Te pedimos, Señor, que purificados por las practicas cuaresmales y alimentados con tu palabra, podamos entregarnos enteramente a tu servicio y perseverar unidos en la oración.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del Deuteronomio (4, 1. 5-9)
En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo:
“Ahora, Israel, escucha los mandatos y preceptos que te enseño, para que los pongas en práctica y puedas así vivir y entrar a tomar posesión de la tierra que el Señor, Dios de tus padres, te va a dar.
Yo les enseño mandatos y preceptos, como me ordena el Señor, mi Dios, para que se ajusten a ellos en la tierra en que van a entrar y que van a tomar en posesión. Guárdenlos y cúmplanlos, porque ellos son su sabiduría y su prudencia a los ojos de los pueblos.
Cuando tengan noticia de todos estos preceptos, se dirán:
‘En verdad esta gran nación es un pueblo sabio y prudente’. Porque, ¿cuál otra nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos como lo está nuestro Dios, siempre que lo invocamos? ¿Cuál es la gran nación cuyos mandatos y preceptos sean tan justos como toda esta ley que ahora les doy?
Pero ten cuidado y atiende bien: No vayas a olvidarte de estos hechos que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida; al contrario, transmíteselos a tus hijos y a los hijos de tus hijos”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 147 → Demos gloria a nuestro Dios.
Glorifica al Señor, Jerusalén, a Dios ríndele honores, Israel. El refuerza el cerrojo de tus puertas y bendice a tus hijos en tu casa.
El mantiene la paz en tus fronteras, con su trigo mejor sacia tu hambre. El envía a la tierra su mensaje y su palabra corre velozmente.
Le muestra a Jacob su pensamiento, sus normas y designios a Israel. No ha hecho nada igual con ningún pueblo, ni le ha confiado a otro sus proyectos.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 17-19) → Gloria a ti, Señor.
17 No crean que he venido a suprimir la Ley o los Profetas. He venido, no para deshacer, sino para traer lo definitivo. 18 En verdad les digo: mientras dure el cielo y la tierra, no pasará una letra o una coma de la Ley hasta que todo se realice.
19 Por tanto, el que ignore el último de esos mandamientos y enseñe a los demás a hacer lo mismo, será el más pequeño en el Reino de los Cielos. En cambio el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los Cielos.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

martes, 13 de marzo de 2012

Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío

Santo(s) del día : San Leandro de Sevilla 


Oremos:
Que tu gracia, Señor, nos acompañe, para que nos impulse a entregarnos a tu servicio y nos obtenga siempre tu ayuda. Por nuestro Señor Jesucristo...Amén.

Lectura del libro del profeta Daniel (3, 25. 34-43)
En aquel tiempo, Azarías oró al Señor, diciendo:
“Señor, Dios nuestro, no nos abandones nunca; por el honor de tu nombre no rompas tu alianza; no apartes de nosotros tu misericordia, por Abraham, tu amigo, por Isaac, tu siervo, por Jacob, tu santo, a quienes prometiste multiplicar su descendencia, como las estrellas del cielo y las arenas de la playa.
Pero ahora, Señor, nos vemos empequeñecidos frente a los demás pueblos y estamos humillados por toda la tierra, a causa de nuestros pecados. Ahora no tenemos príncipe ni jefe ni profeta; ni holocausto ni sacrificio ni ofrenda ni incienso; ni lugar donde ofrecerte las primicias y alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón adolorido y nuestro espíritu humillado, como un sacrificio de carneros y toros, como un millar de corderos cebados. Que ése sea hoy nuestro sacrificio y que sea perfecto en tu presencia, porque los que en ti confían no quedan defraudados.
Ahora te seguiremos de todo corazón; te respetamos y queremos encontrarte; no nos dejes defraudados. Trátanos según tu clemencia y tu abundante misericordia. Sálvanos con tus prodigios y da gloria a tu nombre”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 24 → Sálvanos, Señor, tú que eres misericordioso.
Descúbrenos, Señor, tus caminos, guíanos con la verdad de tu doctrina. Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros.
Porque el Señor es recto y bondadoso, indica a los pecadores el sendero, guía por la senda recta a los humildes y descubre a los pobres sus caminos.


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (18, 21-35) → Gloria a ti, Señor.
21 Entonces Pedro se acercó con esta pregunta: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas de mi hermano? ¿Hasta siete veces?» 22 Jesús le contestó: «No te digo siete, sino setenta y siete veces.»
23 «Aprendan algo sobre el Reino de los Cielos. Un rey había decidido arreglar cuentas con sus empleados, 24 y para empezar, le trajeron a uno que le debía diez mil monedas de oro. 25 Como el hombre no tenía con qué pagar, el rey ordenó que fuera vendido como esclavo, junto con su mujer, sus hijos y todo cuanto poseía, para así recobrar algo. 26 El empleado, pues, se arrojó a los pies del rey, suplicándole: «Dame un poco de tiempo, y yo te lo pagaré todo.» 27 El rey se compadeció y lo dejó libre; más todavía, le perdonó la deuda.
28 Pero apenas salió el empleado de la presencia del rey, se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas. Lo agarró del cuello y casi lo ahogaba, gritándole: «Págame lo que me debes.» 29 El compañero se echó a sus pies y le rogaba: «Dame un poco de tiempo, y yo te lo pagaré todo.» 30 Pero el otro no aceptó, sino que lo mandó a la cárcel hasta que le pagara toda la deuda.
31 Los compañeros, testigos de esta escena, quedaron muy molestos y fueron a contárselo todo a su señor. 32 Entonces el señor lo hizo llamar y le dijo: «Siervo miserable, yo te perdoné toda la deuda cuando me lo suplicaste. 33 ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero como yo tuve compasión de ti?» 34 Y tanto se enojó el señor, que lo puso en manos de los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
35 Y Jesús añadió: «Lo mismo hará mi Padre Celestial con ustedes, a no ser que cada uno perdone de corazón a su hermano.»
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

lunes, 12 de marzo de 2012

Estoy sediento del Dios que da la vida

Santo(s) del día: San Gregorio Magno

Oremos:
Señor, que tu continua misericordia purifique a tu Iglesia y la proteja; y ya que sin ti no puede encontrar la salvación, dirígela siempre con tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del segundo libro de los Reyes (5, 1-15)
En aquellos días, Naamán, general del ejército de Siria, gozaba de la estima y del favor de su rey, pues por su medio había dado el Señor la victoria a Siria. Pero este gran guerrero era leproso.
Sucedió que una banda de sirios, en una de sus correrías, trajo cautiva a una jovencita, que pasó luego al servicio de la mujer de Naamán. Ella le dijo a su señora: “Si mi señor fuera a ver al profeta que hay en Samaria, ciertamente él lo curaría de su lepra”.
Entonces fue Naamán a contarle al rey, su señor: “Esto y esto dice la muchacha israelita”. El rey de Siria le respondió:
“Anda, pues, que yo te daré una carta para el rey de Israel”. Naamán se puso en camino, llevando de regalo diez barras de plata, seis mil monedas de oro, diez vestidos nuevos y una carta para el rey de Israel que decía:
“Al recibir ésta, sabrás que te envío a mi siervo Naamán, para que lo cures de la lepra”.
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestiduras exclamando: “¿Soy yo acaso Dios, capaz de dar vida o muerte, para que éste me pida que cure a un hombre de su lepra? Es evidente que lo que anda buscando es un pretexto para hacerme la guerra”.
Cuando Eliseo, el hombre de Dios, se enteró de que el rey había rasgado sus vestiduras, le envió este recado: “¿Por qué rasgaste tus vestiduras? Envíamelo y sabrá que hay un profeta en Israel”. Llegó, pues, Naamán con sus caballos y su carroza, y se detuvo a la puerta de la casa de Eliseo. Este le mandó decir con un mensajero:
“Ve y báñate siete veces en el río Jordán, y tu carne quedará limpia.” Naamán se alejó enojado, diciendo: “Yo había pensado que saldría en persona a mi encuentro y que, invocando el nombre del Señor, su Dios, pasaría la mano sobre la parte enferma y me curaría de la lepra.
¿Acaso los ríos de Damasco, como el Abaná y el Farfar, no valen más que todas las aguas de Israel? ¿No podría bañarme en ellos y quedar limpio?” Dio media vuelta y ya se marchaba, furioso, cuando sus criados se acercaron a él y le dijeron: “Padre mío, si el profeta te hubiera mandado una cosa muy difícil, ciertamente la habrías hecho; cuanto más, si sólo te dijo que te bañaras y quedarías sano”.
Entonces Naamán bajó, se bañó siete veces en el Jordán, como le había dicho el hombre de Dios, y su carne quedó limpia como la de un niño. Volvió con su comitiva a donde estaba el hombre de Dios y se le presentó, diciendo: “Ahora sé que no hay más Dios que el de Israel”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmos 41 y 42 → Estoy sediento del Dios que da la vida.
Como el venado busca el agua de los ríos, así, cansada, mi alma te busca a ti, Dios mío.
Del Dios que da la vida está mi ser sediento. ¿Cuándo será posible ver de nuevo su templo?
Envíame, Señor, tu luz y tu verdad; que ellas se conviertan en mi guía y hasta tu monte santo me conduzcan, allí donde tú habitas.
Al altar del Señor me acercaré, al Dios que es mi alegría, y a mi Dios, el Señor, le daré gracias al compás de la cítara.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (4, 24-30) → Gloria a ti, Señor.
24 Y Jesús añadió: «Ningún profeta es bien recibido en su patria. 25 En verdad les digo que había muchas viudas en Israel en tiempos de Elías, cuando el cielo retuvo la lluvia durante tres años y medio y una gran hambre asoló a todo el país. 26 Sin embargo Elías no fue enviado a ninguna de ellas, sino a una mujer de Sarepta, en tierras de Sidón. 27 También había muchos leprosos en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio.»
28 Todos en la sinagoga se indignaron al escuchar estas palabras; 29 se levantaron y lo empujaron fuera del pueblo, llevándolo hacia un barranco del cerro sobre el que está construido el pueblo, con intención de arrojarlo desde allí. 30 Pero Jesús pasó por medio de ellos y siguió su camino.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

sábado, 10 de marzo de 2012

El Señor es compasivo y misericordioso

Santo(s) del día: Santos mártires de Sebaste, San Melitón

Oremos:
Tú, Señor, que por medio de los sacramentos nos haces partícipes, ya desde este mundo, de los bienes celestiales, dirige nuestra vida y condúcenos a la luz donde habitas. - Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Miqueas (7, 14-15. 18-20)
Señor, Dios nuestro, pastorea a tu pueblo con tu cayado, a las ovejas de tu heredad, que permanecen aisladas en la maleza, en medio de campos feraces. Pastarán en Basán y en Galaad, como en los días de antaño, como cuando salimos de Egipto y nos mostrabas tus prodigios.
¿Qué dios hay como tú, que quitas la iniquidad y pasas por alto la rebeldía de los sobrevivientes de Israel? No mantendrás por siempre tu cólera, pues te complaces en ser misericordioso.
Volverás a compadecerte de nosotros, aplastarás con tus pies nuestras iniquidades, arrojarás a lo hondo del mar nuestros delitos. Serás fiel con Jacob y compasivo con Abraham, como juraste a nuestros padres en tiempos remotos, Señor, Dios nuestro.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 102 → El Señor es compasivo y misericordioso.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios.
El Señor perdona tus pecados y cura tus enfermedades; él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura.
El Señor no estará siempre enojado, ni durará para siempre su rencor. No nos trata como merecen nuestras culpas, ni nos paga según nuestros pecados.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (15, 1-3. 11-32) → Gloria a ti, Señor.
1 Los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharle. 2 Por esto los fariseos y los maestros de la Ley lo criticaban entre sí: «Este hombre da buena acogida a los pecadores y come con ellos.» 3 Entonces Jesús les dijo esta parábola:
11 «Había un hombre que tenía dos hijos. 12 El menor dijo a su padre: “Dame la parte de la hacienda que me corresponde.” Y el padre repartió sus bienes entre los dos.
13 El hijo menor juntó todos sus haberes, y unos días después se fue a un país lejano. Allí malgastó su dinero llevando una vida desordenada. 14 Cuando ya había gastado todo, sobrevino en aquella región una escasez grande y comenzó a pasar necesidad. 15 Fue a buscar trabajo y se puso al servicio de un habitante del lugar, que lo envió a su campo a cuidar cerdos. 16 Hubiera deseado llenarse el estómago con las bellotas que daban a los cerdos, pero nadie se las daba.
17 Finalmente recapacitó y se dijo: “¡Cuántos asalariados de mi padre tienen pan de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre! 18 Tengo que hacer algo: volveré donde mi padre y le diré: Padre, he pe cado contra Dios y contra ti. 19 Ya no merezco ser llamado hijo tuyo. Trátame como a uno de tus asalariados.” 20 Se levantó, pues, y se fue donde su padre.
 Estaba aún lejos, cuando su padre lo vio y sintió compasión; corrió a echarse a su cuello y lo besó. 21 Entonces el hijo le habló: «Padre, he pecado contra Dios y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo.» 22 Pero el padre dijo a sus servidores: «¡Rápido! Traigan el mejor vestido y pónganselo. Colóquenle un anillo en el dedo y traigan calzado para sus pies. 23 Traigan el ternero gordo y mátenlo; comamos y hagamos fiesta, 24 porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado.» Y comenzaron la fiesta.
25 El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, cuando se acercaba a la casa, oyó la orquesta y el baile. 26 Llamó a uno de los muchachos y le preguntó qué significaba todo aquello. 27 El le respondió: «Tu hermano ha regresado a casa, y tu padre mandó matar el ternero gordo por haberlo recobrado sano y salvo.»
28 El hijo mayor se enojó y no quiso entrar. Su padre salió a suplicarle. 29 Pero él le contestó: «Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y a mí nunca me has dado un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. 30 Pero ahora que vuelve ese hijo tuyo que se ha gastado tu dinero con prostitutas, haces matar para él el ternero gordo.»
31 El padre le dijo: «Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo. 32 Pero había que hacer fiesta y alegrarse, puesto que tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado.»
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

viernes, 9 de marzo de 2012

Segundo Viernes de Cuaresma

Santo(s) del día: Santa Francisca Romana

Oremos:
Por medio de nuestras privaciones cuaresmales, purifícanos, Señor todopoderoso, a fin de que podamos llegar con un espíritu nuevo a las próximas fiestas de la Pascua. - Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del libro del Génesis (37, 3-4. 12-13. 17-28)
Jacob amaba a José más que a todos sus demás hijos, porque lo había engendrado en la ancianidad. A él le había hecho una túnica de amplias mangas. Sus hermanos, viendo que lo amaba más que a todos ellos, llegaron a odiarlo, al grado de negarle la palabra.
Un día en que los hermanos de José llevaron a Siquem los rebaños de su padre, Jacob le dijo a José:
“Tus hermanos apacientan mis rebaños en Siquem. Te voy a enviar allá”. José fue entonces en busca de sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron de lejos, y antes de que se les acercara, conspiraron contra él para matarlo y se decían unos a otros: “Ahí viene ese soñador. Démosle muerte; lo arrojaremos en un pozo y diremos que una fiera lo devoró. Vamos a ver de qué le sirven sus sueños”.
Rubén oyó esto y trató de liberarlo de manos de sus hermanos, diciendo:
“No le quiten la vida, ni derramen su sangre. Mejor arrójenlo en ese pozo que está en el desierto y no se manchen las manos”. Eso lo decía para salvar a José y devolverlo a su padre.
Cuando llegó José a donde estaban sus hermanos, éstos lo despojaron de su túnica y lo arrojaron a un pozo sin agua. Luego se sentaron a comer, y levantando los ojos, vieron a lo lejos una caravana de ismaelitas, que venían de Galaad, con los camellos cargados de especias, resinas, bálsamo y láudano, y se dirigían a Egipto.
Judá dijo entonces a sus hermanos:
“¿Qué ganamos con matar a nuestro hermano y ocultar su muerte? Vendámoslo a los ismaelitas y no mancharemos nuestras manos. Después de todo, es nuestro hermano y de nuestra misma sangre”. Y sus hermanos le hicieron caso.
Sacaron a José del pozo y se lo vendieron a los mercaderes por veinticinco monedas de plata. Los mercaderes se llevaron a José a Egipto.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 104 → Recordemos las maravillas que hizo el Señor.
Cuando el Señor mandó el hambre sobre el país y acabó con todas las cosechas, ya había enviado por delante a un hombre: a José, vendido como esclavo.
Le trabaron los pies con grilletes y rodearon su cuerpo con cadenas, hasta que se cumplió su predicción y Dios lo acreditó con su palabra.
El rey mandó que lo soltaran, el jefe de esos pueblos lo libró, lo nombró administrador de su casa y señor de todas sus posesiones.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (21, 33-43. 45-46) → Gloria a ti, Señor.
33 Escuchen este otro ejemplo: Había un propietario que plantó una viña. La rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar y levantó una torre para vigilarla. Después la alquiló a unos labradores y se marchó a un país lejano. 34 Cuando llegó el tiempo de la vendimia, el dueño mandó a sus sirvientes que fueran donde aquellos labradores y cobraran su parte de la cosecha. 35 Pero los labradores tomaron a los enviados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon.

36 El propietario volvió a enviar a otros servidores más numerosos que la primera vez, pero los trataron de la misma manera.

37 Por último envió a su hijo, pensando: “A mi hijo lo respetarán”. 38 Pero los trabajadores, al ver al hijo, se dijeron: “Ese es el heredero. Lo matamos y así nos quedamos con su herencia”. 39 Lo tomaron, pues, lo echaron fuera de la viña y lo mataron. 40 Ahora bien, cuando venga el dueño de la viña, ¿qué hará con esos labradores?» 41 Le contestaron: «Hará morir sin compasión a esa gente tan mala y arrendará la viña a otros labradores que le paguen a su debido tiempo.»

42 Jesús agregó: «¿No han leído cierta Escritura? Dice así: La piedra que los constructores desecharon llegó a ser la piedra angular; ésa fue la obra del Señor y nos dejó maravillados.

43 Ahora yo les digo a ustedes: se les quitará el Reino de los Cielos, y será entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos.» 45 Al oír estos ejemplos, los jefes de los sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús se refería a ellos. 46 Hubieran deseado arrestarlo, pero tuvieron miedo del pueblo, que lo consideraba como un profeta.

Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

jueves, 8 de marzo de 2012

Dichoso el hombre que confía en el Señor


Santo(s) del día: San Juan de Dios, San Julián

Oremos:
Dios nuestro, que amas la inocencia y la devuelves a quienes la han perdido, orienta hacia ti nuestros corazones y enciéndelos en el fuego de tu Espíritu, para que permanezcamos firmes en la fe y seamos diligentes en el amor fraterno. - Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Jeremías (17, 5-10)
Esto dice el Señor:
“Maldito el hombre que confía en el hombre, que en él pone su fuerza y aparta del Señor su corazón. Será como un cardo en la estepa, que no disfruta del agua cuando llueve; vivirá en la aridez del desierto, en una tierra salobre e inhabitable.
Bendito el hombre que confía en el Señor y en él pone su esperanza. Será como un árbol plantado junto al agua, que hunde en la corriente sus raíces; cuando llegue el calor, no lo sentirá y sus hojas se conservarán siempre verdes; en año de sequía no se marchitará ni dejará de dar frutos.
El corazón del hombre es la cosa más traicionera y difícil de curar. ¿Quién lo podrá entender? Yo, el Señor, sondeo la mente y penetro el corazón, para dar a cada uno según sus acciones, según el fruto de sus obras”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 1 → Dichoso el hombre que confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y nunca se marchita. En todo tendrá éxito.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (16, 19-31) → Gloria a ti, Señor.
19 Había un hombre rico que se vestía con ropa finísima y comía regiamente todos los días. 20 Había también un pobre, llamado Lázaro, todo cubierto de llagas, que estaba tendido a la puerta del rico. 21 Hubiera deseado saciarse con lo que caía de la mesa del rico, y hasta los perros venían a lamerle las llagas. 22 Pues bien, murió el pobre y fue llevado por los ángeles al cielo junto a Abraham. También murió el rico, y lo sepultaron.

23 Estando en el infierno, en medio de los tormentos, el rico levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham y a Lázaro con él en su regazo. 24 Entonces gritó: «Padre Abraham, ten piedad de mí, y manda a Lázaro que moje en agua la punta de su dedo y me refresque la lengua, porque me atormentan estas llamas.»

25 Abraham le respondió: «Hijo, recuerda que tú recibiste tus bienes durante la vida, mientras que Lázaro recibió males. Ahora él encuentra aquí consuelo y tú, en cambio, tormentos. 26 Además, entre ustedes y nosotros hay un abismo tremendo, de tal manera que los que quieran cruzar desde aquí hasta ustedes no pueden hacerlo, y tampoco lo pueden hacer del lado de ustedes al nuestro.»

27 El otro replicó: «Entonces te ruego, padre Abraham, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre, 28 a mis cinco hermanos: que vaya a darles su testimonio para que no vengan también ellos a parar a este lugar de tormento.» 29 Abraham le contestó: «Tienen a Moisés y a los profetas: que los escuchen.» 30 El rico insistió: «No lo harán, padre Abraham; pero si alguno de entre los muertos fuera donde ellos, se arrepentirían.»

31 Abraham le replicó: «Si no escuchan a Moisés y a los profetas, aunque resucite uno de entre los muertos, no se convencerán.»

Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Yo soy la luz del mundo, dice el Señor

Santo(s) del día: Santa Perpetua

Oremos:
Dios todopoderoso, por cuyo amor las santas mártires Perpetua y Felicidad fueron capaces de resistir persecuciones y tormentos, concédenos por su intercesión la gracia de amarte más cada día.
Por nuestro Señor Jesucristo… Amén.

Lectura del libro del profeta Jeremías (18, 18-20)
En aquellos días, los enemigos del profeta se dijeron entre sí:
“Vengan, tendamos un lazo a Jeremías, porque no le va a faltar doctrina al sacerdote, consejo al sabio, ni inspiración al profeta. Vengan, ataquémoslo de palabra y no hagamos caso de sus oráculos”.
Jeremías le dijo entonces a Dios:
“Señor, atiéndeme. Oye lo que dicen mis adversarios. ¿Acaso se paga bien con mal? Porque ellos han cavado una fosa para mí. Recuerda cómo he insistido ante ti, intercediendo en su favor, para apartar de ellos tu cólera”.
Palabra de Dios. → Te alabamos Señor.

Salmo 30 → Sálvame, Señor, por tu misericordia.
Sácame, Señor, de la trampa que me han tendido, porque tú eres mi amparo. En tus manos encomiendo mi espíritu y tú, mi Dios leal, me librarás.
Oigo las burlas de la gente y todo me da miedo; se conjuran contra mí y tratan de quitarme la vida.
Pero yo, Señor, en ti confío. Tú eres mi Dios y en tus manos está mi destino. Líbrame de los enemigos que me persiguen.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (20, 17-28) → Gloria a ti, Señor.
17 Mientras iban subiendo a Jerusalén, Jesús tomó aparte a los Doce y les dijo por el camino: 18«Ya estamos subiendo a Jerusalén; el Hijo del Hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la Ley, que lo condenarán a muerte. 19 Ellos lo entregarán a los extranjeros, que se burlarán de él, lo azotarán y lo crucificarán. Pero resucitará al tercer día.»
20 Entonces la madre de Santiago y Juan se acercó con sus hijos a Jesús y se arrodilló para pedirle un favor. 21 Jesús le dijo: «¿Qué quieres?» Y ella respondió: «Aquí tienes a mis dos hijos. Asegúrame que, cuando estés en tu reino, se sentarán uno a tu derecha y otro a tu izquierda.»
 22 Jesús dijo a los hermanos: «No saben lo que piden. ¿Pueden ustedes beber la copa que yo tengo que beber?» Ellos respondieron: «Podemos.» 23 Jesús replicó: «Ustedes sí beberán mi copa, pero no me corresponde a mí el concederles que se sienten a mi derecha o a mi izquierda. Eso será para quienes el Padre lo haya dispuesto.»
24 Los otros diez se enojaron con los dos hermanos al oír esto. 25 Jesús los llamó y les dijo: «Ustedes saben que los gobernantes de las naciones actúan como dictadores y los que ocupan cargos abusan de su autoridad. 26 Pero no será así entre ustedes. Al contrario, el que de ustedes quiera ser grande, que se haga el servidor de ustedes, 27 y si alguno de ustedes quiere ser el primero entre ustedes, que se haga el esclavo de todos.
28 Hagan como el Hijo del Hombre, que no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida como rescate por muchos.»
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

martes, 6 de marzo de 2012

Da luz a mis ojos, Señor, para que no caiga

Santo(s) del día: Santa Coleta

Oremos:
Señor, vela con amor constante sobre tu Iglesia y ya que sin ti no puede sostenerse lo que se cimienta en la debilidad humana, protégela en los peligros y guíala a la salvación eterna. - Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Isaías (1, 10. 16-20)
Oigan la palabra del Señor, príncipes de Sodoma; escucha la enseñanza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra: “Lávense y purifíquense; aparten de mi vista sus malas acciones. Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien, busquen la justicia, auxilien al oprimido, defiendan los derechos del huérfano y la causa de la viuda.
Vengan, pues, y discutamos, dice el Señor. Aunque sus pecados sean rojos como la sangre, quedarán blancos como la nieve. Aunque sean encendidos como la púrpura, vendrán a ser como blanca lana. Si son ustedes dóciles y obedecen, comerán los frutos de la tierra. Pero si se obstinan en la rebeldía, la espada los devorará”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 49 → Muéstranos, Señor, el camino de la salvación.
No voy a reclamarte sacrificios, dice el Señor, pues siempre están ante mí tus holocaustos. Pero ya no aceptaré becerros de tu casa, ni cabritos de tus rebaños.
¿Por qué citas mis preceptos y hablas a toda hora de mi pacto, tú que detestas la obediencia y echas en saco roto mis mandatos?
Tú haces esto, ¿y yo tengo que callarme? ¿Crees acaso que yo soy como tú? No, yo te reprenderé y te echaré en cara tus pecados. Quien las gracias me da, ése me honra y yo salvaré al que cumple mi voluntad.

 † Lectura del santo Evangelio según san Mateo (23, 1-12) → Gloria a ti, Señor.

“En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente.
Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame ‘maestros’.
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen ‘maestros’, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen ‘padre’, porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar ‘guías’, porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido”.
Palabra del Señor.  → Gloria a ti, Señor Jesús.

lunes, 5 de marzo de 2012

Marzo lunes 05

Santo(s) del día: San Adrián

Oremos:
Señor, tú que para nuestro progreso espiritual nos mandas dominar nuestro cuerpo mediante la austeridad, ayúdanos a huir también de todo pecado y a entregarnos, con amor filial, al cumplimiento de tus mandamientos. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Daniel (9, 4-10)
En aquellos días, imploré al Señor, mi Dios, y le hice esta confesión:
“Señor Dios, grande y temible, que guardas la alianza y el amor a los que te aman y observan tus mandamientos. Nosotros hemos pecado, hemos cometido iniquidades, hemos sido malos, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus normas. No hemos hecho caso a los profetas, tus siervos, que hablaban a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo.
Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la vergüenza en el rostro, que ahora soportan los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén y de todo Israel, próximos y lejanos, en todos los países donde tú los dispersaste, a causa de las infidelidades que cometieron contra ti.
Señor, la vergüenza es nuestra, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres, porque hemos pecado contra ti.
De nuestro Dios, en cambio, es el tener misericordia y perdonar, aunque nos hemos rebelado contra él, y al no seguir las leyes que él nos había dado por medio de sus siervos, los profetas, no hemos obedecido su voz”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 78 → No nos trates, Señor, como merecen nuestros pecados.
No recuerdes, Señor, contra nosotros las culpas de nuestros padres. Que tu amor venga pronto a socorrernos, porque estamos totalmente abatidos.
Para que sepan quién eres, socórrenos, Dios y salvador nuestro. Para que sepan quién eres, sálvanos y perdona nuestros pecados.
Que lleguen hasta ti los gemidos del cautivo; con tu brazo poderoso salva a los condenados a muerte. Y nosotros, pueblo tuyo y ovejas de tu rebaño, te daremos gracias siempre y de generación en generación te alabaremos.

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas (6, 36-38) → Gloria a ti, Señor.
“Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso. No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados.
Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos”.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

sábado, 3 de marzo de 2012

Marzo sábado 03

Santo(s) del día: Santa Cunegunda

Oremos:
Señor y Padre eterno, haz que se conviertan a ti nuestros corazones a fin de que, viviendo consagrados enteramente a tu servicio, te busquemos siempre a ti y nos dediquemos a la práctica de las obras de misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del Deuteronomio (26, 16-19)
En aquel tiempo, habló Moisés al pueblo y le dijo:
“El Señor, tu Dios, te manda hoy que cumplas estas leyes y decretos; guárdalos, por lo tanto, y ponlos en práctica con todo tu corazón y con toda tu alma.
Hoy has oído al Señor declarar que él será tu Dios, pero sólo si tú caminas por sus sendas, guardas sus leyes, mandatos y decretos, y escuchas su voz.
Hoy el Señor te ha oído declarar que tú serás el pueblo de su propiedad, como él te lo ha prometido, pero sólo si guardas sus mandamientos.
Por eso él te elevará en gloria, renombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho y tú serás un pueblo consagrado al Señor, tu Dios, como él te lo ha prometido”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 118 → Dichoso el que cumple la voluntad del Señor.
Dichoso el hombre de conducta intachable, que cumple la ley del Señor. Dichoso el que es fiel a sus enseñanzas y lo busca de todo corazón.
Tú, Señor, has dado tus preceptos para que se observen exactamente. Ojalá que mis pasos se encaminen al cumplimiento de tus mandamientos.
Te alabaré con sincero corazón, cuando haya aprendido tus justos mandamientos. Quiero cumplir tu ley exactamente. Tú, Señor, no me abandones.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 43-48) → Gloria a ti, Señor.
“Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque, si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Sean, pues, perfectos como su Padre celestial es perfecto”.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.

jueves, 1 de marzo de 2012

Marzo Virnes 02

Santo(s) del día: Santa Ángela de la Cruz


Oremos:
Concede, Señor, a tus hijos prepararse interiormente a la celebración de la Pascua, para que la mortificación corporal, propia de este tiempo, dé en cada uno de nosotros frutos espirituales. Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Lectura del libro del profeta Ezequiel (18, 21-28)
Esto dice el Señor:
“Si el pecador se arrepiente de los pecados cometidos, guarda mis preceptos y practica la rectitud y la justicia, ciertamente vivirá y no morirá; no me acordaré de los delitos que cometió; vivirá a causa de la justicia que practicó.
¿Acaso quiero yo la muerte del pecador, dice el Señor, y no más bien que enmiende su conducta y viva?
Si el justo se aparta de su justicia y comete maldad, no se recordará la justicia que hizo. Por la iniquidad que perpetró, por el pecado que cometió, morirá. Y si dice: ‘No es justo el proceder del Señor’, escucha, casa de Israel:
¿Conque es injusto mi proceder? ¿No es más bien el proceder de ustedes el injusto?
Cuando el justo se aparta de su justicia, comete la maldad y muere; muere por la maldad que cometió. Cuando el pecador se arrepiente del mal que hizo y practica la rectitud y la justicia, él mismo salva su vida. Si recapacita y se aparta de los delitos cometidos, ciertamente vivirá y no morirá”.
Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 129 → Perdónanos, Señor, y viviremos.
Desde el abismo de mis pecados clamo a ti; Señor, escucha mi clamor; que estén atentos tus oídos a mi voz suplicante.
Si conservaras el recuerdo de las culpas, ¿quién habría, Señor, que se salvara? Pero de ti procede el perdón, por eso con amor te veneramos.
Confío en el Señor, mi alma espera y confía en su palabra; mi alma aguarda al Señor, mucho más que a la aurora el centinela.
Como aguarda a la aurora el centinela, aguarde Israel al Señor, porque del Señor viene la misericordia y la abundancia de la redención, y él redimirá a su pueblo de todas sus iniquidades.


† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (5, 20-26) → Gloria a ti, Señor.
 “Les aseguro que si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, ciertamente no entrarán ustedes en el Reino de los cielos.
Han oído ustedes que se dijo a los antiguos: No matarás y el que mate será llevado ante el tribunal. Pero yo les digo: Todo el que se enoje con su hermano, será llevado también ante el tribunal; el que insulte a su hermano, será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo desprecie, será llevado al fuego del lugar de castigo.
Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda.
Arréglate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino; no sea que te entregue al juez, el juez al policía y te metan a la cárcel. Te aseguro que no saldrás de ahí hasta que hayas pagado el último centavo”.
Palabra del Señor.Gloria a ti, Señor Jesús

Marzo jueves 01

Santo(s) del día: San Felix III

Oremos:
Puesto que sin ti nada podemos, concédenos, Señor, luz para distinguir siempre el bien y valor para ponerlo en práctica, a fin de que podamos vivir según tu voluntad.
Por nuestro Señor Jesucristo... Amén.

Libro de Ester 14,1.3-5.12-14.
En aquellos días, la reina Ester, temiendo el peligro inminente, acudió al Señor y rezó así al Señor, Dios de Israel: "Señor mío, único rey nuestro. Protégeme, que estoy sola y no tengo otro defensor fuera de ti, pues yo misma me he expuesto al peligro. Desde mi infancia oí, en el seno de mi familia, cómo tú, Señor, escogiste a Israel entre las naciones, a nuestros padres entre todos sus antepasados, para ser tu heredad perpetua; y les cumpliste lo que habías prometido. Atiende, Señor, muéstrate a nosotros en la tribulación, y dame valor, Señor, rey de los dioses y señor de poderosos. Pon en mi boca un discurso acertado cuando tenga que hablar al león; haz que cambie y aborrezca a nuestro enemigo, para que perezca con todos sus cómplices. A nosotros, líbranos con tu mano; y a mí, que no tengo otro auxilio fuera de ti, protégeme tú, Señor, que lo sabes todo."
 Palabra de Dios. → Te alabamos, Señor.

Salmo 137 → De todo corazón te damos gracias, Señor.
De todo corazón te damos gracias, Señor, porque escuchaste nuestros ruegos. Te cantaremos delante de tus ángeles, te adoraremos en tu templo.
Señor, te damos gracias por tu lealtad y por tu amor: siempre que te invocamos nos oíste y nos llenaste de valor.
Que todos los reyes de la tierra te reconozcan, al escuchar tus prodigios. Que alaben tus caminos, porque tu gloria es inmensa.
Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo, y así concluirás en nosotros tu obra. Señor, tu amor perdura eternamente; obra tuya soy, no me abandones.

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo (7, 7-12) → Gloria a ti, Señor.
 “Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; toquen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que toca, se le abre.
¿Hay acaso entre ustedes alguno que le dé una piedra a su hijo, si éste le pide pan? Y si le pide pescado, ¿le dará una serpiente? Si ustedes, a pesar de ser malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con cuanta mayor razón el Padre, que está en los cielos, dará cosas buenas a quienes se las pidan.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. En esto se resumen la ley y los profetas”.
Palabra del Señor. → Gloria a ti, Señor Jesús.